Si hemos estado atentos a la pantalla, muchos nos hemos llevado la sorpresa que la moción de censura (art.113 CE) llevada a cabo por Pedro Sánchez Obrero Español (PSOE), ha salido airosa por primera vez en nuestra democracia. Los votos de Podemos y los periféricos, incluido el PNB, ha salido adelante, ante el espasmo, la irritación y la sorpresa de un Rajoy ausente.
Las víctimas de esta moción de censura son dos: PP y Cs. El partido de la regeneración Cs, ha salido como lo que es, una muleta de la derecha más reaccionaria. La propaganda anticorrupción les ha durado poco, ante la realidad de la sentencia Gürtel. Mientras que el PP, en boca de su portavoz parlamentario, el Sr. Hernando, se ha despedido como corresponde a su ADN. ¡Mariano Rajoy es el hombre bueno, despojado de su cargo, por los hombres malos!
Según,su hagiógrafo el Sr. Hernando, Mariano Rajoy ha dejado una España que no nos merecemos. Sin embargo, la realidad es bien otra. Hay que recordar la trayectoria larga y extensa del ahora ya ex Presidente. En un artículo del 27 de mayo, Ignasi Aragay –director adjunto del Ara-, titulado “El mal ja està fet, Mariano! [¡El mal ya está hecho, Mariano!] hacia balance de la obra de Rajoy. Nos dice: “Su legado será la de una España que habrá salido de la crisis con la mayoría de gente más empobrecida, una España solamente cohesionada por la catalanofobia a la cual él dio alas en el 2006 con la campaña de firmas contra el Estatuto, una España que cada vez cuenta menos en Europa y en el mundo, una España contrarreformista que ha caído por la pendiente del mal entendido “imperio de la ley” con la imparable restricción de derechos y libertades, una España de nuevo ideológicamente polarizada con una nueva derecha populista (Cs) y una nueva izquierda populista (Podemos), una España que se aleja a fuerza de porras y prisiones, una España que ni tan siquiera ha sabido celebrar generosamente el fin de ETA. Una España, en fin, que ha caído en el pesimismo y la desesperanza, sin proyectos colectivos, sin ilusiones. Esta es la marca Rajoy” [(la traducción es mía)]. Creo que la descripción de su legado, es suficientemente clara como para añadir alguna cosa más.