dijous, 1 de novembre del 2018

El Banco de España o más de los mismo



¿Por qué no extraña que el responsable del Banco de España, nos cante la misma letanía de siempre?  Hay que recordar que el gobernador del Banco de España fue nombrado por Mariano Rajoy, antes de la moción de censura que acabo con su gobierno. 

Censura tres medidas: la subida de las pensiones, el salario mínimo y las turbulencias, según él, que se derivan del Procés. La credibilidad del Banco de España, mejor dicho, la credibilidad de la banca es nula. Y el papel ejercido por el Banco de España en la gestión de la crisis del 2008 fue demencial. Que el responsable salga a lanzar gasolina es del todo improcedente. Si no está de acuerdo con las medidas se las hace saber al gobierno o bien pone a su disposición su cargo.



El señor Pablo Hernández de Cos, quiere convertirse en el adalid de los jóvenes y los mayores de 50 años, según el cual la medida del salario mínimo sería perjudicial. Sin embargo, son esos dos colectivos los peor parados en las actúales circunstancias. Los salarios son una burla a los trabajadores. Demasiados trabajadores no llegan a final de mes, a pesar de trabajar. 



Si comprobamos las estadísticas nos indica nuestro nivel. La media no es un  buen indicativo, porque elimina los extremos, que son relevantes para determinar el grado de desigualdad imperante. Borra las diferencias entre hombres y mujeres que sigue siendo muy importante. Pero da una cierta idea de los que sucede en cada país.

Aumentar los salarios, parece necesario teniendo en cuenta nuestra situación, por debajo de la media europa. Habría que recodar que nuestra “competitividad” se debe precisamente al factor salarial. Somos competitivos porque los salarios han bajado.



¿Por qué el precio de una cerveza cuesta 7€ en Francia. Mientras que en España es de 2,5-3€? La respuesta está en los salarios de los trabajadores. En Francia el salario mínimo es de 2.240€, mientras que en España es de 1.636€. Aumentar los salarios, ¿supone aumentar los precios? La idea consiste en una mayor productividad. Sin embargo, España también está a la cola de la productividad.


Tenemos una muy baja productividad porque las empresas no invierten en tecnología ni en I+D. 



Si se contempla la gráfica sobre I+D, España sale mal parada en los dos sectores: público y privado. No deja de ser alarmante que el sector público tenga ese déficit escandaloso.

¿Cómo aumentar la productividad, si una parte de nuestros jóvenes no adquiere los mínimos niveles de estudios y abandona antes de tiempo?


Mirando las estadísticas somos el país de los NINI. ¿Cómo compaginar esa tasa de abandono escolar, el paro juvenil, y el aumento de la prodcutividad? ¿Se está haciendo algo al respecto?

La segunda cuestión que plantea son las pensiones. ¿Cómo es posible que no haya relevo entre pensionistas y jóvenes en edad de trabajar? Se habla de la robotización, de la informática, que hacen que muchas actividades sean reemplazadas por máquinas. ¿Se regalan 60.000 millones de € a la banca, y se pone el grito en el cielo por el mantenimiento de las jubilaciones? Se habla de un progresivo envejecimiento de la población. ¿Tiene sentido hablar de aumentar la edad de jubilación? Se hablaba que para mantener a un jubidado debían trabajar 2,3 trabajadores. Nuestro problema es que la tasa de paro es de las más elevadas de la UE.



Es evidente que nuestra tasa de paro contiene un elemento muy preocupante y a la vez estructural, la economía sumergida. No es fácil determinar su cuantía ni el nivel de ocupación. Nuestras cifras de paro siempre han sido escandalosamente elevadas. Sin embargo, la conflictividad laboral, ha sido muy escasa. Eso significa que mucha gente que consta en el paro, ya trabaja, aunque en la economía sumergida. Sin contrato, ni garantías de nada, muchas personas sobrevivien en la precariedad que es uno de los signos de nuestros tiempos.

Costes de jubilación, son un motor para la economía. Las personas jubiladas, también son consumidores,y parece que no son importantes. Si las pensiones fueran dignas, sería una fuerza de atracción del consumo. Sin embargo, ¿cómo consumir si se cobra 700€? Hay que recordar que la inflación es el peor enemigo de los pensionistas.

Por último, nos vuelve a la cantinela del Procés como factor desestabilizador, y sin embargo, los datos le desmienten. Los aumentos del crecimiento económico en Cataluña siguen siendo más elevados que el resto de España. Un 3,1 % de incremento del PIB, este tercer trimestre. Siguir empeñados en esa cantinela, según la cual el Procés será la causa de todos los males habido y por haber, no es más que una mentira elevada a rango de mantra.


dilluns, 29 d’octubre del 2018

La policía se gusta

Se lee en la prensa digital, la macrooperación contra los narcopisos. Siempre me ha parecido que estos despliegues son un ejercicio de autoestima para la policía. Una forma de relaciones públicas para la sociedad, y especialmente, para los vecinos que tienen que soportar y convivir con el narcotráfico a pequeña escala.


Porque la realidad es que muchos de estos detenidos (55) serán puestos en libertad. 8oo agentes son muchos agentes para detener a delincuentes que seguramente la policía los tiene identificados. ¿Para qué estos despligues de hombres y medios? No se ha querido abordar el problema del tráfico de drogas. Seguimos en la dinámica de la represión. No ha funcionado ni funcionará. Los hechos son refractarios a los deseos de los políticos que utilizan el problema de la inseguridad ciudadana para escalar posiciones electorales. Se les llena la boca de promesas que no pueden cumplir, pero son reacios ha solvertar los problemas de la adicción y rehabilitación.



De momento no he visto en fotografía lo decomisado por la macrooperación. Uno espera ver una mesa llena de drogas incautadas. De momento el aparador no se ha puesto. Supongo que la policía decidirá cuando exponerlas a los medios. ¿O es qué todo es misería y compañía?

diumenge, 28 d’octubre del 2018

Amal Hussain no es Khashoggi


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La República (II)

La República que nunca existió cumple un año. Un año amargo y turbio. Ahora empieza a conocerse la génesis de los días anteriores  a la declaración de independencia (DUI).  "Ens la fotran! Ens la fotran un altre cop!", esclata el president Puigdemont”. Esta afirmación expresa la desesperación ante la encrucijada en que se encontraba el President de la Generalitat.

Después del 1-O y el descrédito del Gobierno central, éste había pasado a la acción, con la amenaza inminente de la aplicación del artículo 155 de la CE. La amenaza suponía suspender la Autonomía, cosa inédita en nuestra historia reciente, desde la implantación de la democracia. Puigdemont, quería garantías que si no había declaración unilateral, el gobierno central no aplicaría el 155. Miquel Iceta intento llevar a cabo una mediación que no pudo llevar a buen puerto. Ante esta tesitura, Puigdemont, se sintió en el vacío. Por un lado, sí suspendía la declaración de independencia, no tenía garantizado que el gobierno de la Generalitat fue a ser igualmente suspendido. Por otro lado, muchos de los consellers, además de ERC y la CUP, considerarían ese paso atras como una traición. Además existía el añadido de que los representantes de Omnium cultural y la ANC,  Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, habían ingresado en prisión el 16 de octubre. Dos fuerzas sociales que habían luchado para conseguir la independencia. Puigdemont se debate entre el pragmatismo y el sentimentalismo. En cualquier caso, iba a perder. Lo que no sabía era cuánto.




El 27 de octubre de 2018, tal como nos informa el Ara.cat., las recriminaciones de unos y otros salen a la luz, "Hem de fer costat al president –exigeix Rigau, partidària de convocar eleccions "sense dubtes ni dilacions". Però afegeix que la situació requereix "autèntics homes d'estat". Una apel·lació que ofèn Junqueras, que li demana que no li falti al respecte. Puigdemont salta contra el seu vicepresident, a qui acusa veladament d'atiar la reacció contra ell. "El que és una autèntica falta de respecte són les acusacions de covard i traïdor que alguns escampen pels carrers", li retreu”.  (Ara.cat, SECCIÓ DE POLÍTICA DE L'ARA Barcelona )

La escalada de la tensión entre Puigdemont y ERC, se hace patente “Gabriel Rufián ho resumeix en un missatge que cau com una llosa sobre tots els partidaris de convocar eleccions: "155 monedes de plata". (Ara.cat, SECCIÓ DE POLÍTICA DE L'ARA Barcelona ).

"No ho he pogut aconseguir", admet Iceta.” (Ara.cat, SECCIÓ DE POLÍTICA DE L'ARA Barcelona ).  Con esta frase Puigdemont toma una decisión que generará todo lo que hemos conocido durante todo este año.  El propio Puigdemont, a las cinco de la tarde pronuncia las siguiente palabras: "En aquestes últimes hores, abans no expiri la meva potestat per convocar eleccions al Parlament com a resultat de l'entrada en vigor de les mesures proposades pel govern espanyol en aplicació del 155, he considerat la possibilitat d'exercir-la i convocar eleccions. És la meva potestat i diversa gent m'ha interpel·lat aquests dies sobre si pensava exercir-la o no [...]. He estat disposat a convocar aquestes eleccions sempre que es donessin unes garanties que permetessin la seva celebració amb absoluta normalitat. No hi ha cap d'aquestes garanties que justifiquin avui la convocatòria d'eleccions al Parlament", afirma.(Ara.cat, SECCIÓ DE POLÍTICA DE L'ARA Barcelona ). Con esta comparecencia, Puigdemont, va a poner en marcha la DUI, pero también la reacción del gobierno central.

PD: La Crida Nacional per la República, ha empezado su andura, de la mano de Carles Puigdemont, Jordi Sánchez y Quim Torra, President de la Generalitat. Este 27 de octubre han celebrado en Manresa su presentación. Hay una exuberancia de siglas que no ayuda a comprender porque estamos peor que hace un año. Es evidente que Carles Puigdemont sigue siendo el eje de referencia, pero hace superfluo a Quim Torra como President. La imagen que dan es la del hámster en su jaula corriendo en la rueda que gira para no ir a ninguna parte.


dissabte, 27 d’octubre del 2018

La República (I)

En el libro de Josep Martí, (Cómo ganamos el preceso y perdimos la República. Una crónica de la crisis de estado desde dentro y desde fuera. EDLibros, 2018), en Escena 20, La derrota; nos dice lo siguiente:

“El President estaba aislado y nadie sabía muy bien en qué posición estaba cada uno. (…) Mayoritariamente, la sensación era que quizá lo más inteligente, en el plano político, era convocar elecciones, pero siempre acompañando esa convicción de una muletilla habital durante el proceso: “No podemo echarnos atrás”. Por supuesto, también había quien como era el caso de los consellers áulicos –[Jordi Turull i Josep Rull, no los nombre en el texto]- continuaban pensando que el pulso debía echarse hasta las últimas consecuencias y seguían instalados en el “ahora o nunca”.

“Solo el lehendakari, Iñaki Urkullu, consiguió que las dudas razonables ganaran espacio en la íntima reflexión que acompañaba a Carles Puigdemont durante esas horas. (…) Se trataba de aceptar o no lo que Moncloa fijaba como una concesión de máximos sobre la cual no había discusión ni margen.”

“El acuerdo al que se llegó contemplaba que el Senado daba su visto bueno al artículo 155 y el Gobierno central lo congelaba, siempre y cuando Puigdemont convocara elecciones dando por agotada la legislatura y olvidándose de proclamar la República. (…). Por la noche el decreto de convocatoria de las mismas estaba preparado ya para la firma. En él figuraba, como había solicitado el Gobierno español, una clara mención a la legalidad española.”

[Se esperaba que Gobierno central, enviara un mensaje de confianza] (…)“El jefe de gabinete de Puigdemont llamó reiterada-mente a su homólogo en Madrid, Jorge Moragas, a lo largo de toda la mañana. Nadie contestó esas llamadas.”.


“El soberanismo menos contemporizador se lanzó a la jugular de Carles Puigdemont. En la Plaça Sant Jaume estudiantes congregados ante el Palau de la Generalitat también insultaban al President. La rueda de prensa para anunciar la convocatoria de elecciones se atrasó en un primer momento y finalmente se suspendió”.

“La República superaba su último escollo, Puigdemont no había podido aguantar la presión o, simplemente, había reconsiderado su decisión para actuar de acuerdo con sus convicciones reales. El resultado era el mismo. La cita con la historia sería al día siguiente en el Parlament de Catalunya.”

“La República vino al mundo de un modo particularmente atípico. Lo que se votó fue una propuesta de resolución de Junts pel Sí y la CUP en que se instaba al Govern a desplegar la Ley de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República. En el preámbulo, que fue leído por la presidenta del Parlament, Carme Forcadell [afirma]: “Constituimos la República Catalana como Estado independiene y soberano, de derecho, democrático y social”.

“La República Catalaba veía la luz en un ambiente triste y enmudecido. Solo 82 diputados de los 135 del Parlament participaron en la votación. Sententa votos fueron favorables.” [Simultanéamente, se poneía en marcha el artículo 155] 

“(…) Queriéndolo ganar todo, se perdía todo. La República nacía muerta. Si en 1976, en Catalunya la reivindicación era “libertad, amnistía y estatuo de autonomía”, a punto de finalizar 2017 sería “recuperar las instituciones y liberar a los presos políticos”, prácticamente lo mismo pero con diferentes palabras. Del todo a la nada.” (págs.141-154)

La narración de Josep Martí, es precisa y afilada. No hay falsos sentimentalismo. El mismo se declara independentista, pero su análisis no carece de interés. Parece decirnos, que desde la vertiente independentista, las impaciencias históricas y la efervescencia del 1-O, no fueron buenas consejeras a la hora de actuar con moderación y sentido práctico. Ambas habían sido el sello de CiU.


dimarts, 23 d’octubre del 2018

Khashoggi es ciudadano de Marte

Imaginemos la escena, un conocido opositor de un régimen populista –siempre son los Otros los populistas-, va al consulado a gestionar cualquier trámite. Al entrar al consulado, éste no vuelve a aparecer. Los familiares y amigos del opositor ponen en conocimiento  del hecho a la policía y a los medios de comunicación.

Mientras, desde el gobierno populista se declara que el opositor nunca pisó el consulado. Se disparan las alarmas y las especulaciones. Se habla de asesinato político. La prensa nacional va llena de proclamas contra ese régimen populista. 

Finalmente, el gobierno populista, debe admitir que si entró en el consulado, pero que el opositor sufrió un infarto y murió instantáneamente. El cadáver del opositor desaparece del consulado de manera milagrosa.



¿Se imaginan lo que pasaría? Es evidente que lo que ha sucedido con Jamal Khashoggi, no tiene nombre, excepto, asesinato de estado. Pero repito, siendo Arabia Saudí, no pasará nada. España se desvincula de un posible boicot contra una “democracia joven”. Sin embargo, si eso hubiese sucedido con Venezuela, pongamos por caso, ¿no se estaría hablando de boicots de todo orden contra el régimen? La hipocresía internacional sólo tiene en cuenta la fuerza que dispone o el dinero. Así Corea del Norte siendo una potencia nuclear puede hacer a sus ciudadanos lo que ellos quieren, ante la pasividad de esa Comunidad Internacional que solo existe cuando conviene a los de siempre. En el caso de Arabia Saudí, su petróleo y sus petrodólares bastan para acallar a todos.


¿Qué haría el gobierno de España? Hay que recordar que el periodista asesinado, era ciudadano norteamericano, y sin embargo, desde la Administración Trump, parece que sea un ciudadano de Marte.