diumenge, 8 de gener del 2012

"Riña de gatos" (y perros)


Acabo de leer “Riña de gatos. Madrid 1936” de Eduardo Mendoza, premio Planeta 2010. Eduardo Mendoza es un escritor excelente, lo demostró con “La verdad sobre el caso Savolta” (1975), especialmente notable fue su obra “La ciudad de los prodigios” (1986), o bien, “El asombroso viaje de Pomponio Flato” (2008). Premios y reconocimientos que Mendoza merece sobradamente.


La imaginación y la memoria me juega malas pasadas porque de manera inconsciente esta novela que quisiera comentar “Riña de gatos” me hace saltar a otra novela de Muñoz Molina que la sitúa en la misma época. Mendoza juega a un tono ligero. Una comedia llena de enredos e intrigas y un sabor castizo que quiere ser eso, una comedia, donde los personajes son ligeros en medio de un ambiente sobrecargado de ideologías.


La novela tiene una trama detectivesca. La posible existencia de un cuadro desconocido de Velázquez es el motor de toda la trama. Y la entrañable figura de Anthony Whitelands el protagonista, a su pesar, de un entramado de conspiraciones entre miembros de Falange, militares golpistas, miembros del lumpenproletariado y una familia de la nobleza madrileña. Ingredientes más que suficientes para hilvanar una historia amena y entretenida. Si el trasfondo es el Madrid de 1936, la realidad que se deja traslucir es sólo un telón para las correrías de los personajes.

En esta historia hay amor y desamor, envidias y rivalidades, sacrificios y mezquindades, es decir, como la vida misma. Por ello, la novela se deja leer fácilmente. No en vano, el Premio Planeta, es el vehículo que hace posible que miles de lectores se acerquen a la lectura.






Si la construcción de la trama está hecha con acierto, hay excelentes digresiones sobre la historia del arte, y los personajes, reales e imaginarios que aparecen están resueltos con acierto, el final, parece demasiado precipitado, como si su autor quisiera dejarlos, abandonarlos a su suerte. Una suerte que permite entender una de las constantes del escritor. Hay un auténtico afán de deshacerse de cualquier trascendencia, de adquirir cualquier perfil de importancia, Eduardo Mendoza no quiere ser un escritor de referencia –Muñoz Molina-, lo suyo es una literatura que se sabe efímera, que no quiere ser un clásico –como lo será “La noche de los tiempos” de Muñoz Molina-, es un escritor anticlásico, si es que esta etiqueta tiene algún significado.


En tiempos como los nuestros, la actitud de Mendoza es digna de tener en cuenta. A medida que iba leyendo y sonriendo, ante las peripecias de “Vitelas” como le llama uno de los personajes que aparecen en la novela,uno no deja de pensar en la otra novela “La noche de los tiempos”, donde los personajes son trágicos como lo serán los destinos de todos los españoles que vivieron aquellos dramáticos hechos. La utilización de un extranjero “un inglés” le permite a Mendoza, tomar distancias sobre lo que se cernía en la España del 36. El personaje está fascinado por Velázquez y la cultura del siglo de Oro, pero no tiene convicciones ideológicas, su causa es la pintura, el arte. Y está desafección ideológica, le permite ver lo que aparece como un desatino, y una locura. En la distancia esa locura tuvo que ver con las ideologías y también con las circunstancias concretas y precisas de una España que quería ser moderna, pero estaba prisionera de sus tradiciones que acabaron por estallar de manera trágica en julio del 36. La República fue asaltada por aquellos que habían jurado lealtad, el resto es nuestra historia reciente. Una historia que aún escuece, por ello, “Riña de gatos” es un bálsamo, puede parecer poca cosa, pero en tiempos donde la crispación se hace virtud, la novela ayuda a contrarrestar esa bilis que aún circula cuando se habla de la España del 36.

dijous, 5 de gener del 2012

Trabajo infantil



En este día conviene recordar aquellos que son injustamente olvidados, los niños, por los que debieran protegerlos, sus familias, la sociedad y el Estado.

 


"Se calcula que en todo el mundo hay 158 millones de niños y niñas de entre 5 y 14 años que trabajan, lo que equivale a 1 de cada 6 niños y niñas. Millones de niños y niñas trabajan en condiciones de peligro.

■En África subsahariana, aproximadamente 1 de cada 3 niños y niñas trabajan, lo que representa una cifra de 69 millones de menores de edad.

■En Asia meridional hay otros 44 millones niños y niñas que trabajan.

■Las estimaciones más recientes de este indicador se exponen en la Tabla 9 (Protección Infantil) de la publicación anual de UNICEF Estado Mundial de la Infancia.

Los niños y niñas que viven en los hogares más pobres y en zonas rurales tienen más probabilidades de ser víctimas del trabajo infantil. Por lo general, el trabajo doméstico recae en su mayor parte en las niñas. Millones de niñas que trabajan como empleadas domésticas están expuestas a la explotación y el maltrato.

El trabajo suele interferir con la educación de los niños y niñas. Velar por que todos los niños y niñas vayan a la escuela y reciban una educación de calidad son las claves para prevenir el trabajo infantil."













dimarts, 3 de gener del 2012

la paradoja de la frugalidad


El President A.Mas nos ha dicho que el próximo año habrá más recortes, en nombre de un futuro más radiante. Más austeridad para catapultarnos a no sé sabe dónde. Recortar para crecer. ¡Es la cuadratura del círculo! En los manuales de economía, aparece un apartado donde se habla de la paradoja de la frugalidad. Según esta paradoja en tiempos de recesión, el ahorro puede parecer una medida sabia, pero tiene un efecto devastador en la demanda agregada. Si no gastamos –porque no tenemos dinero para ello- la demanda cae, las empresas no pueden vender y como consecuencia, muchas empresas cerrarán, dando lugar a un aumento del paro que provocará que las personas sin empleo gasten menos y así hasta la recesión. Según Mas, no hay que hacer caso a Keynes. Sobre todo por qué Goldman Sachs ha sustituido a Keynes.



A.Mas se ha visto avalado en las últimas elecciones a nivel nacional, sus resultados han sido buenos dadas las circunstancias y debe pensar, y con razón, que hay espacio para los recortes que son tan bien vistos en los buenos conductores de la política. Reajuste, reducciones sociales y apoyo incondicional a la banca.


Mas promete sacrificios. En una prueba de brindis al sol, todos los esfuerzos se encaminan, nos dice, es para reactivar la economía. Sin embargo, el propio gobierno no es capaz de pagar nominas a funcionarios y se ve en la necesidad de pedir ayuda al Banco Sabadell. ¡Eso sí, a un interés muy interesante!



Mucha gente está al borde de la pobreza. Sin perspectivas de encontrar empleo, con dificultades para solicitar ayudas sociales, endeudados, ¿qué cabe esperar en estas circunstancias? Mas nos dice que hay que tener esperanza que las medidas del gobierno acabarán dando su fruto. Palabrería, hueca y vacía. Todas esas personas que están en el límite de la exclusión social, con prestaciones que se agotan y que no alcanzan los 500€ mensuales, ¿cómo piensa el President que se puede vivir con semejante cantidad?



¡No se les puede pedir que se ajusten los cinturones a todas aquellas personas que están en el límite de la pobreza! Lamentablemente Mas no podrá arreglarlo, no tiene poder para hacerlo, ni tampoco ha pensado en todas esas personas que subsisten con el PIRMI, en cambio, piensa en Cataluña. Ésta es la realidad que quiere cuidar. Cataluña no pasa miseria, ni crisis, es pura y cristalina, mientras que la gente que viven en el territorio, si tiene problemas y no está preocupada por Cataluña y si por su situación concreta y real. Es el problema del nacionalismo sacrifica a los ciudadanos concretos para mayor gloria de entes de ficción.

dilluns, 2 de gener del 2012

¡Vamos a por vosotros!


Empezamos el año con anuncios de recortes en todos los órdenes. Los gobiernos de derecha del PP y CiU ha empezado los recortes. En Cataluña CiU se ha adelantado a todos. Quieren demostrar, ahora mismo, no sé bien qué. Al principio pensé que los recortes en sanidad, educación y los de ámbito social eran un mensaje a los agencias de calificación para que en el momento que Cataluña emitiese bonos pudieran ser calificados con la máxima solvencia. Pero ese pensamiento se ha ido al aire, gracias a los desatinos de Mas-Colell y el enredo de la paga a los funcionarios. En los medios de comunicación en algún recuadro debe aparecer que la solvencia de “Catalonia” se ha derrumbado, pues, el gobierno no puede pagar las nóminas a los funcionarios. Así que, adiós a las calificaciones excelentes de la deuda catalana.



La nueva “tasa” que se pretende imponer en sanidad para las recetas es una nueva aportación al castigo que reciben las capas populares que votan a CiU. Si un € parece poca cosa deberían imponer una “tasa” mucho más sustanciosa. Veremos dónde acaba esto. Seguramente en los tribunales. Todo por el bien de Cataluña argumenta el President Mas. Desgraciadamente, este argumento es falso. Pero Mas nos hace creer que con un “nuevo pacto fiscal”, Cataluña estaría en mejores condiciones para afrontar la crisis y de paso no habría sido necesario los recortes. Así que tenemos a un culpable. ¡No el desajuste financiero! Si no el gobierno central que no atiende a razones. El PP ya ha dicho que de momento no tiene en ningún horizonte próximo plantearse ese “pacto fiscal” con Cataluña.

En Cataluña se lidera en la con(fusión) entre ámbito privado y público. Sanidad es un ejemplo paradigmático. El Conseller de Sanidad, Boi Ruiz, había ocupado anteriormente la presidencia de la “Unió Catalana d'Hospitals”, entidad empresarial de carácter privado. Ahora gracias a los buenos oficios del Conseller se han designado presidente del Instituto Catalán de la Salud (ICS) al vicepresidente de USP Hospitales, uno de los mayores grupos sanitarios privados de España. El sr. Josep Prat Domènech es el nuevo presidente del ICS pasa así, sin solución de continuidad, del ámbito privado al público.


¡A por ellos! Deben pensar en CiU. Subidas en los transportes públicos. ¿Quién coge el autobús? Solo los millonarios que suben y bajan desde Avda Tibidabo, Reina Elisenda. ¿Qué los transportes públicos son caros? ¡Pues que vayan a pie!.

divendres, 30 de desembre del 2011

Reactivación....anémica


Mariano no es prodigo en palabras. No ha dicho nada fuera del guión establecido. Dejar pasar el tiempo parece ser su consigna. Debe pensar que así la crisis se esfumara y podrá decir que venció a la crisis. De momento la primera medida que ha tomado es un buen aperitivo de lo que nos espera. Si lo que quieres es castigar a los más necesitados, nada mejor que congelar el salario mínimo interprofesional (641, 40 euros mensuales).



El Presidente del Gobierno ha demostrado que cumple sus promesas. Dijo que las pensiones son intocables. Dicho y hecho: acaba de anunciar que subirán un escalofriante 1%, es decir, que las pensiones verán reducida su capacidad de adquisición toda vez que la inflación será del 3%.
 
Las medidas que se están diseñando es la congelación salarial de los funcionarios. ¡ Medida genial dónde las haya! El resto de medidas se está gestando lentamente a la espera de las elecciones andaluzas donde el candidato del PP Javier Arenas aspira -¡ por fin !-, a cumplir su sueño de liderar el gobierno autonómico de Andalucia. Seguramente, el sr.Rajoy habrá podido hablar con Artur Mas, President de la Generalitat de Catalunya, para que éste le de ideas sobre como recortar gastos en sanidad, educación y recortes sociales.
 
 
 
Me encanta que en Madrid tengan a Ana Botella de Alcadesa. Ahora no será necesario que tenga que coger el coche oficial con escolta para ir a la peluquería. Desde su despacho oficial, podrá hacer venir a su estilista favorito al Ayuntamiento para hacer la faena. Nada de pasearse por las calles de Madrid para que los desaprensivos paparachis hagan fotos incriminatorias. Gallardón a Justicia y la Sra. Ana Botella a la Alcaldía, ¡menudo regalo de reyes!

dimarts, 27 de desembre del 2011

Las torres del 11-S


Escribir sobre “La torre elevada. Al-Qaeda y los orígenes del 11-S” de Lawrence Wright, ganadora del Premio Pulitzer y editada en Debolsillo, resulta tarea casi imposible. El libro es un ejercicio brillante de lo que Timothy Garton Ash denominó “historia del presente”. Es un ejercicio de periodismo, literatura e historia que de la mano experta de Wright se lee como si una novela de Le Carre se tratase. Pero aquí la ficción es superada por la realidad de unos hechos que hacen del 11-S un antes y un después. El siglo XXI empieza con el ataque a las Torres Gemelas. Desde otra perspectiva, Don Delillo en su “El hombre del salto” col.Austral, narra desde la literatura, fragmentos de lo que sucedió con el derrumbamiento de las Torres. Algo parecido fue el intento de Luis Mateo Díaz y “La piedra en el corazón” Galaxia Gutemberg-Círculo de Lectores. Barcelona, 2006, donde se habla del 11-M en Madrid.





El libro “La torre elevada” debería ser de lectura obligada en el FBI y la CIA. Ambas organizaciones –interior y exterior- protagonizaron un juego de despropósitos que posibilitó la catástrofe del 11-S. La lectura del libro se funda en las conversaciones de los protagonistas en esta historia de humillación y exaltación de EE.UU. Los personajes que aparecen en el libro son eslabones de una cadena que acaba como todo pudimos ver por televisión el 11 de septiembre del 2001.


La historia de esta tragedia empieza muy atrás en el tiempo. El libro con agilidad y amenidad desarrolla el “dramatis personae” de esta historia que jamás debiera haber ocurrido. Pero la historia tiene nombres propios: Sayyid Qutb, Ayman al-Zawahiri, Osama bin Laden, Arabia Saudí, Afganistán, Pakistán, Ocupación soviética en Afganistán, al-Qaeda (la base), Abdullah Azzam, Abu Hafs, Abu Ubaydagh, Abu Hayer, el doctor Fadl y Wa’el Yulaidan, junto con Bin Laden, se reunieron el 11 de agosto de 1988 para debatir el futuro de la yihad. La fundación de al-Qaeda se realizó el 20 de agosto.


Cuando las tropas soviéticas se retiraron de Afganistán (15/2/1989), en el ideario imaginario de Bin Laden, se fraguó la ilusión que fueron ellos –los yihadistas- los que expulsaron a los apóstatas de territorio afgano. La pugna entre al-Zawahiri y Bin Laden generó al-Qaeda. Al-Zawahiri necesitaba el dinero que tenía Bin Laden y esté necesitaba a los yihadistas.


                                                                        Bin Laden y Zawahiri


El libro narra de manera magistral el recorrido vital de al-Zawahiri. Este médico egipcio que logró reclutar a “médicos, ingenieros y soldados. Estaban acostumbrados a trabajar en secreto. Muchos de ellos habían estado en la cárcel y ya habían pagado un elevado precio por sus ideas. Ellos serían lo que se convertirían en los jefes de al-Qaeda” (pág.165).


Bin Laden regresó a Arabia Saudí, y posteriormente se retiró al Sudán. El gobierno sudanés quería el dinero de Bin Laden y este ofreció generosamente su dinero. El libro narra el cambio de percepción de Bin Laden durante su estancia en Arabia Saudí y posteriormente en el Sudán. Bin Laden sentenció lo que parece una premoción: “Esas imponentes torres simbólicas que hablan de libertad, derechos humanos y humanidad” (pág.222). Hablaba de las torres gemelas. Lo que acabará odiando son estos logros de occidente y que en su visión eran incompatibles con el verdadero creyente musulmán. Hay que recordar que la familia Bin Laden se dedicaba a la construcción. El propio Bin Laden también se dedicó a la construcción. El libro reconstruye la vida privada de Bin Laden de forma ecuánime y medida.


Esas torres eran una llamada irresistible para los terroristas. Así, el 26 de febrero de 1993, Ramzi Yusef entró en el aparcamiento del World Trade Center al volante de una furgoneta repleta de explosivos. Salió del edificio para contemplar su derrumbamiento. La explosión no logro su objetivo pero destruyó seis pisos. Murieron 6 personas y resultaron heridas 1042 personas. Cuando el director del FBI en Nueva York fue a ver lo sucedido y comprobó los daños comentó a un ingeniero: “Este edificio se mantendrá siempre en pie” (pág.225). El autor del atentado salió tranquilamente hacia Pakistán. La mente de Yusef se pobló de objetivos grandiosos y espectaculares. Él es, a juicio de Wright, el que posibilitó e hizo verosímil los atentados del 11-S. Yusef había aprendido a fabricar bombas en un campamento de al-Qaeda en Pakistán. Posteriormente, en una operación encubierta fue detenido y trasladado a EE.UU.


Incomprensiblemente, Zawahiri apareció en EE.UU un mes después del atentado de Yusef. Estuvo en California recaudando dinero en diferentes mezquitas. La razones aducidas eran recaudar fondos para los niños heridos por bombas sembradas por los soviéticos. Nadie conocía en EE.UU su papel en el entramado de al-Qaeda.


Los capítulos dedicados al entramado de las diferentes agencias de seguridad norteamericanas y sus responsables son unas de las secciones más apasionantes del libro. También sus querellas particulares las que hicieron posible que los terroristas acabaran realizando sus ataques.



Una anécdota cruel: El responsable del FBI en Nueva York, John O’Neill, intentó por todos los medios conseguir los expedientes que la CIA guardaba –no se sabe para qué-, y que hubiesen posibilitado investigar en EE.UU los miembros que subieron a los aviones suicidas. Durante más de un año la CIA sabía de la existencia de las células de al-Qaeda, mientras que el FBI carecía de esa información. O’Neill se labró enemigos de la misma manera que acumulaba amantes. O’Neill acabó dimitiendo del FBI y se incorporó el 11-S al World Trade Center como jefe de seguridad en edificio. Murió tratando de ayudar a las víctimas del atentado.