dissabte, 19 de desembre del 2015

Dia S: Reflexión




Mañana es el día D. de diciembre, fecha surrealista para la convocatoria electoral que el gobierno del PP ha dispuesto para evitar males mayores en sus aspiraciones. Las encuestas le siguen otorgando la victoria. No habrá mayorías absolutas, los dos partidos hegemónicos, PP y PSOE, sueñan con esa mayoría, y así, nuestra cultura democrática se ha resentido. Lo que habrá es el ascenso de nuevos partidos, como Ciudadanos y Podemos, que aspiran a ser decisivos. Dependerá de los resultados que halla, para determinar el sentido de los pactos. Ahora mismo, parece improbable que los partidos nacionalistas sean los árbitros de la política nacional. Excepto el PNV, los socios catalanes, ya no pueden ejercer ninguna influencia.



La lógica política, nos dice que el próximo gobierno saldrá de la conexión PP y Ciudadanos. La derecha y la “nueva derecha” son socios naturales, a pesar del fuego de artificio de unos y otros. El único cálculo que se le plantea a Rivera es  si ese pacto lo acerca más a la Moncloa o si lo ralentizará en sus aspiraciones futuras.

En cuanto a la izquierda, el PSOE, que hace tiempo dejo de ser de izquierdas, tiene un problema gravísimo de credibilidad. Su argumentario está obsoleto porque en buena parte, todos los recortes sociales, los inauguro el propio partido. Su deslizamiento a la derecha, ha hecho del partido una caricatura de sí mismos. Qué no sea capaz de recoger el desgaste del gobierno, expresa el bache en que está metido. Sus discursos patrióticos, son de cartón piedra. Oír hablar a Susana Díaz de España -está en su derecho de hacer todas las loas-, no se diferencian en nada de las que podría declamar Esperanza Aguirre, o MªDolores de Cospedal. 



Qué en un país que sigue sufriendo las consecuencias de la crisis, en el que se ha visualizado las injusticias sociales que nos aquejan, paro, precariedad laboral, desahucios, pobreza, desigualdad creciente, corrupción, trato de favor a los poderosos, siga apostando por quien ha llevado a cabo semejante política y, tenga perspectivas de triunfo electoral, supone que la oposición no ha hecho sus deberes. El gobierno muestra datos macroeconómicos, pero se olvida de los dato microeconómicos. Mantiene la ley de desahucios, pero es diligente para pagar el desaguisado de la Plataforma Castor. O le seguimos pagando a las eléctricas tarifas que nada tienen que ver con el coste de la electricidad. A día de hoy, hemos logrado el milagro de no saber cuánto cuesta el kilovatio/hora. Eso sí, nos pondrán un contador inteligente para pagar la electricidad más cara de Europa, en el país en el que las energías renovables han sido eliminadas por decreto del gobierno. ¡Tenemos todo el sol de Europa, pero seguimos anclados a la energía de los pantanos y las nucleares!

PP va en serio


diumenge, 6 de desembre del 2015

El PP tiene un clón: Cudadanos


Kundera y la insignificancia



Reseña: Milan Kundera. “La festa de la insignificança”, ed. Labutxaca, 2015.

El texto, tiene un aire, a lo Mendoza, es decir, liviano, sin trascentalismos, con toques astracanados, a ratos, grotesco, divertidos, tiernos, dolorosos, profundos. Es decir, como la vida misma.

Amigos, que se soportan, y se cuentan cuentos para entretenerse, historias repetidas que aburren, actos cotidianos que guardan rencores y esperanzas truncadas. Alain, Ramón, D’Ardelo,Charles, Quaquelique y Calibán,  son los personajes de estas historias que Kundera explica como si lo que explicará a nuestra vecina, mientras subes en el ascensor.

¿Qué historias cuentan? En estas historias no hay épica, ni ética, ni estética. Hay un hilo histórico, que Charles, cuenta, de la época estalinista, una historia  que lleva el título de “Les vint-i-quatre perdius” (pág.29) (las veinticuatro perdices). La historia expresa la lógica del régimen estalinista que fascino a nuestros intelectuales de postguerra. Esa lógica dice que si el líder afirma cualquier cosa, por extravagante que sea, siempre será verdadera.



En ese hilo histórico, verdadero acierto de la obra, aparece otra historia que tiene que ver que la substitución del nombre de una ciudad, en la que nació uno de los filósofos más influyentes de la historia de la filosofía, Königsberg, por Kaliningrado. Kant (1724-1804) nació en esa ciudad prusiana , y los avatares históricos, acabó en manos rusas, por obra y gracia de la Segunda Guerra Mundial. ¿Quién era ese Kalinin? ¿Qué figura egregia de la época estalinista fue? La historia nos la cuenta en la página 36 y siguientes.

Sin ningún género de duda, el apartado más estremecedor es el que lleva por título “Ella mata” (pág.51). Este apartado justifica la novela. Del intento de suicidio al asesinato, es la tenue línea que separa nuestros actos

La última parte, de la obra, surgen cuestiones existenciales. Así, por ejemplo: -“Tothom xerroteja sobre els drets de l’home. ¡Quina broma! La teva existencia no està fundada en cap dret. No tan sols no et permeten de posar fi a la teva vida per la teva propia voluntad, aquests cavallers dels drets de l’home”(pàg.122) [- Todos charlotean sobre los derechos del hombre. ¿Vaya broma! Tu existencia no está fundada en ningún derecho. Ni tan siquiera te permiten poner fin a tu vida por tu propia voluntad, estos caballeros de los derechos del hombre. ]

En las últimas páginas de la obra aparece la vena filosófica de Kundera: “ La insignificança, amic meu, és l’essència de la l’existència” (pàg.135)[ Lo insigni-ficante (mediocre), amigo mío, es la esencia de la existencia”]. Kundera está en una época postheroica, que nada tiene que ver con la frase que parafrasea de J.P. Sartre.