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dimecres, 15 de juny del 2022

Reseñas: Las nuevas caras de la derecha (I)

Enzo Traverso:  “Las nuevas caras de la derecha. Conversaciones con Régis Meyran”, Trad.Horacio Pons, Siglo XXI, Buenos Aires, 2018. 




En el prefacio a la edición castellana, Enzo Traverso pone el acento en un concepto que aparece continuamente en la entrevista:

Tanto Alternativa para Alemania como la extrema derecha austríaca, el Partido de la Libertad [Freiheitliche Partei Österreichs, FPÖ], exhiben todos los rasgos del “posfascismo” que se discute en estas páginas: una mezcla de autoritarismo, nacionalismo, conservadurismo, populismo, xenofobia, islamofobia y desprecio del pluralismo. Estos partidos ya no son fascistas —surgieron luego de la consumación de la secuencia histórica de los fascismos clásicos—, pero sería imposible definirlos sin relacionarlos con el fascismo, una experiencia que marcó la historia del siglo XX y quedó grabada en nuestra memoria histórica.”

El “posfascismo” es un concepto difuso al haber una mezcla de autoritarismo, nacionalismo, conservadurismo, populismo, xenofobia, islamofobia y desprecio del pluralismo”. A lo largo de la entrevista se hace hincapié en estas cuestiones.

¿Cómo enfrentarse a este nuevo desafío que propone el posfascismo? La respuesta  que nos da es la siguiente: 

“(...) sería un populismo de izquierda, ni xenófobo ni regresivo; un populismo que defendiera el bien común contra los privilegios de una élite voraz que ha remodelado el mundo a su imagen; un populismo capaz de defender las culturas nacionales para integrarlas al vasto mundo en vez de levantar muros.”

Como el tiempo es un disolvente extraordinario, el prefacio se escribió en diciembre de 2017, antes de la pandemia, y de todo lo que vino después, se habla de Podemos y España como “laboratorio para las izquierdas europeas”. Hace una afirmación acerca de la inexistencia de la extrema derecha que ya en el 2017 había dejado de ser cierta y que con el paso del tiempo, España se ha incorporado al club selecto de los países europeos donde partidos de extrema derecha como VOX aspiran a gobernar sea en solitario o en coalición.

En el Prologo de Régis Meyran, que es quien hace las preguntas en la conversación con Treverso, nos marca el terreno de juego de esas conversaciones.


1.-Del fascismo al posfascismo


El nuevo populismo de derechas, es denominado por Traverso “posfacistas”, existe una matriz histórica, pero lo tiempos han cambiado, en el nuevo paraíso neoliberal, el “posfascismo es el síntoma de un sistema político tambaleante, en el cual, carentes ya de base social, los partidos, desde los de la derecha hasta los de la extrema izquierda, se entregan a nuevas formas de comunicación que los hacen abandonar su línea tradicional.” 

La historia, sus consecuencias, sus derivadas no siempre previstas, casi nunca lo es, permite mirar el pasado para intentar comprender el presente, pero el nuevo marco es inédito porque vivimos en un marco global. La globalización ha alterado los parámetros del siglo XX. Todo tiene un aire de familia, pero los fenómenos actuales no son meras repeticiones del fascismo de los años 30 del siglo pasado. 

Las ideologías del pasado – fascismo, comunismo- se han esfumado, pero como si de un retorno de lo reprimido vuelven a la actualidad, pero con mutaciones importantes que hace que los antiguos conceptos sean insuficientes o ineficaces para explicar el presente. El texto, habla con mucho detalle del Frente Nacional de Marie Le Pen. Un partido que ha sabido aglutinar a antiguos comunistas, así como una constelación de conservadores y extremistas de derechas, haciéndolos respetables. Otro tanto podríamos de decir de Vox en España. 

El PP tenía en su seno esos grupúsculos franquistas enquistados en sus filas, no en vano la matriz del PP era Alianza Popular, que era la reserva del franquismo, para atravesar la nueva etapa que supuso la muerte del dictador y el inicio de la Transición y posterior Democracia. 

Una característica de esta nueva situación –globalización- es el declive de las ideologías colonizada por una dogma sagrado: el mercado global. Neoliberalismo, pensamiento único. No hay más horizonte que hacerse rico, y sino lo consigues, es solamente culpa tuya. El individuo es exaltado y desconectado de lo social. Una contradicción o paradoja en la que vivimos inmersos en un mundo incierto, sin expectativas, reactivo a la siguiente crisis climática, energética, pandémica –el texto no podía prever las consecuencias catastróficas-, de horizontes de emancipación.

Curiosamente, mientras que en ese clima  poco propenso para las utopías, la extrema derecha o posfacismo, parece que se desenvuelve como pez en el agua. La política de la extrema derecha se alimenta del miedo, de la falta de futuro, de un horizonte demasiado grande para los ciudadanos que descreídos de las instituciones que deberían haberlo protegido, lo han dejado a la intemperie. Es en ese nicho eco-político donde los resultados del posfacismo ha ido experimentando un crecimiento sorprendente. 



dimarts, 30 de juliol del 2019

La izquierda gaseosa

El show de la investidura de Pedro Sánchez ha finalizado con un sonoro fracaso, dado la imposibilidad del acuerdo entre Podemos y el PSOE. La izquierda, una vez más logra el más difícil todavía: no ponerse de acuerdo.

Los desplantes y pequeñas humillaciones del PSOE frente a Podemos ha hecho que su líder, Pablo Iglesias, que también tiene un ego desmesurado, hayan fracasado y decepcionado a los votantes de izquierda- sea lo que sea-.


Ahora queda una travesía hasta septiembre. Si no hay acuerdo, y el PSOE ya ha comunicado vía urbe et orbi que la colaboración con Podemos es inviable. ¿Con quién quiere pactar el PSOE? La respuesta es con Cs, pero Alberto Rivera, ha dicho por activa y por pasiva que quiere ser el líder de la derecha. Rivera, también tiene un ego descomunal, pero su talante insufrible también ha hecho todo lo posible para romper todos los puentes para una posible alianza. ¿Es posible una alianza entre PSOE y el PP? Ambos conforman un bloque para eliminar el pluralismo político, intentando volver al bipartidismo. Sin embargo, esa alianza siempre sería postelectoral.

Nuestra clase política no tiene cultura de pactos. Siempre han gobernado por mayorías absolutas o partidos como PNB y CiU que eran partidos domesticados. Ahora, el mayor problema español se encuentra en Cataluña. El País Vasco, se ha convertido en el nuevo oasis, después de la desaparición de ETA, a pesar de la añoranza de los partidos de derecha.

¿Qué pasará en Cataluña después de la sentencia contra los procesados independentistas? Esa es la cuestión de fondo. El TS tiene ante sí un papel histórico. Algunos dirigentes del PSOE, antes de acceder al gobierno, se habían pronunciado, afirmando que no había delito de rebelión, seguramente, muchos de ellos, querrían haberse cosido la boca. Desde que accedieron al gobierno, después de la moción de censura el 1 de junio de 2018, el gobierno de Pedro Sánchez, no ha hecho nada con respecto a la valoración que la Fiscalía del Estado, ha seguido la misma línea iniciada por el PP.

Pedro Sánchez tiene miedo de los calificativos de la derecha extremada, el propio Rivera lo califica de antemano, jefe de la banda: El problema es que la banda no se ha puesto de acuerdo para repartirse el botín”. Miedo del qué dirán ha sido uno de los motivos por los cuales no se han llegado a acuerdos. ¡Imaginemos lo que dirían si hubiese pactos entre Podemos y ERC!


dissabte, 19 de desembre del 2015

Dia S: Reflexión




Mañana es el día D. de diciembre, fecha surrealista para la convocatoria electoral que el gobierno del PP ha dispuesto para evitar males mayores en sus aspiraciones. Las encuestas le siguen otorgando la victoria. No habrá mayorías absolutas, los dos partidos hegemónicos, PP y PSOE, sueñan con esa mayoría, y así, nuestra cultura democrática se ha resentido. Lo que habrá es el ascenso de nuevos partidos, como Ciudadanos y Podemos, que aspiran a ser decisivos. Dependerá de los resultados que halla, para determinar el sentido de los pactos. Ahora mismo, parece improbable que los partidos nacionalistas sean los árbitros de la política nacional. Excepto el PNV, los socios catalanes, ya no pueden ejercer ninguna influencia.



La lógica política, nos dice que el próximo gobierno saldrá de la conexión PP y Ciudadanos. La derecha y la “nueva derecha” son socios naturales, a pesar del fuego de artificio de unos y otros. El único cálculo que se le plantea a Rivera es  si ese pacto lo acerca más a la Moncloa o si lo ralentizará en sus aspiraciones futuras.

En cuanto a la izquierda, el PSOE, que hace tiempo dejo de ser de izquierdas, tiene un problema gravísimo de credibilidad. Su argumentario está obsoleto porque en buena parte, todos los recortes sociales, los inauguro el propio partido. Su deslizamiento a la derecha, ha hecho del partido una caricatura de sí mismos. Qué no sea capaz de recoger el desgaste del gobierno, expresa el bache en que está metido. Sus discursos patrióticos, son de cartón piedra. Oír hablar a Susana Díaz de España -está en su derecho de hacer todas las loas-, no se diferencian en nada de las que podría declamar Esperanza Aguirre, o MªDolores de Cospedal. 



Qué en un país que sigue sufriendo las consecuencias de la crisis, en el que se ha visualizado las injusticias sociales que nos aquejan, paro, precariedad laboral, desahucios, pobreza, desigualdad creciente, corrupción, trato de favor a los poderosos, siga apostando por quien ha llevado a cabo semejante política y, tenga perspectivas de triunfo electoral, supone que la oposición no ha hecho sus deberes. El gobierno muestra datos macroeconómicos, pero se olvida de los dato microeconómicos. Mantiene la ley de desahucios, pero es diligente para pagar el desaguisado de la Plataforma Castor. O le seguimos pagando a las eléctricas tarifas que nada tienen que ver con el coste de la electricidad. A día de hoy, hemos logrado el milagro de no saber cuánto cuesta el kilovatio/hora. Eso sí, nos pondrán un contador inteligente para pagar la electricidad más cara de Europa, en el país en el que las energías renovables han sido eliminadas por decreto del gobierno. ¡Tenemos todo el sol de Europa, pero seguimos anclados a la energía de los pantanos y las nucleares!

dissabte, 28 de novembre del 2015

Encuestas-20D


La nueva entrega de Metroscopia para el País, demuestra una verdad incuestionable. Los españoles, siempre prefieren a los que mandan, sean quienes sean. Así que, el PP sigue siendo la primera fuerza política, después de todo lo que ha caído en estos últimos años. Ni la crisis, ni la corrupción, ni los escándalos políticos, parecen afectar al partido gobernante.
La realidad es que el PSOE, no es capaz de capitalizar el descontento de la ciudadanía, de hecho baja con respecto a las anteriores elecciones del 2011. Si el principal partido de la oposición, no es capaz de desbancar al partido del gobierno con todo lo que ha pasado y sigue pasando, ¿cuándo es su momento? Parece que Pedro Sánchez, se ha vuelto a equivocar, en sus planteamientos, por ser un partido que parece pedir permiso al PP para hacer política.

Si el PSOE no es capaz de llegar a desbancar al PP, el partido de Albert Rivera, Ciudadanos, es capaz de capitalizar, los desencantos de la derecha más moderada y los votantes del PSOE. Se escoge una nueva opción de derechas, con rostro amable y “nuevas maneras”. El programa económico de Ciudadanos, es una receta ensayada y fracasada, y sin embargo, su neoliberalismo, no da más de sí. Buenas intenciones, pero la política de siempre. Habría que ir con cuidado, con respecto a las encuestas, porque los ciudadanos encuestados, pueden elegir imaginariamente quien les gustaría que gobernase, para acabar votando, al mandatario de turno.

La cuarta fuerza política, ciertamente, la política española se ha roto definitivamente, el bipartidismo, a costa de los partidos autonómicos que pierden definitivamente, cualquier influencia futura. Podemos ha sido una bandera que ha ondeado en lo más alto, para acabar a media asta. Pablo Iglesias, tiene el crédito que tiene, que es poco, porque la izquierda siempre ha sido cainita y exquisita, y por lo tanto, no se le perdonan contradicciones, ni imperfecciones, así que lo tiene difícil.

Lo que sucede dentro de IU es un misterio. Parece difícil entender como no se ha coaligado con Podemos, es la expresión de esa izquierda, que siempre pierde el norte y ve enemigos en sus filas y es incapaz de ver que el adversario lo tiene fuera.