dimecres, 23 de gener del 2013

A hombros de enanos, con perdón

 
La presente reflexión tiene que ver con lo sucedido hoy en el Parlament de Catalunya. Hay partidos coherentes, cada uno defendiendo lo que les parece adecuado, nadie está obligado a comulgar con ruedas de molino. Sin embargo, la incoherencia de la CUP y el PSC es realmente digna de mención. Un PSC que quiere estar en la oposición en  los próximos decenios hace del despropósito su bandera. Que cinco parlamentario de su grupo de ausenten de la votación expresa la esquizofrenia de un partido que no sabe a dónde va. ¡Ello sabrán por qué!


 
(En situaciones difíciles y deseperadas, las decisiones más audaces son las más seguras. Tito Livio)
 

dilluns, 21 de gener del 2013

Nacionalismo a la greña



Llama la atención el despliegue de los partidos catalanes en su esfuerzo por diferenciarse de sus oponentes. Excepto CiU y ERC que han establecido un pacto para la constitución de “estructuras de estado” en la medida que la primera medida es el “derecho a decidir” del pueblo catalán, que asume un papel activo de sujeto político, las demás opciones políticas, ICV, PSC y la CUP ven las cosas de manera diferente. La CUP está en línea con las aspiraciones del independentismo, pero ICV se siente marginada y por lo tanto quiere tener cierto protagonismo, mientras que el PSC tiene una perspectiva realmente difícil. Su alma dividida, es decir, la estatal y la nacionalista, está en un momento de crisis profunda. En la cúpula del partido la sensibilidad es más estatal, pero por puro tactismo saben que si abandonan el filón nacionalista, no volverán a gobernar en las próximas décadas. El PP aspira a absorber a militantes del PSC de carácter nacional, y el PP puede y quiere explotar las contradicciones del  PSC enfrentádolo a sus propios fantasmas. C’s tiene claro que no desea ni la consulta ni por supuesto la independencia.



(Si seguimos así con vuestras "batallitas", puede ser que las
próximas elecciones votaremos a la madre que os parío.
Quien avisa no es traidor)

 
Mientras la crisis sigue su camino triunfal hacia la desesperanza, mientras que la corrupción política parece que lo anega todo, y el gobierno central limita la capacidad de la Generalitat para recaudar impuestos, ahogándola económicamente, mientras que por otra parte, se le exige que cumpla con los recortes de cerca de 4000 millones de €, algo que por otra parte parece imposible de cumplir, nuestros políticos se esfuerzan en ese ejercicio imposible de diferenciaciones microscópicas que les permita capitalizar pequeñas victorias que no son más que el reflejo de la derrota de toda nuestra sociedad.

diumenge, 20 de gener del 2013

Entrevista de H y M



Leyendo textos inactuales, J.Habermas entrevistaba a H.Marcuse, hablando sobre la teoría crítica y la situación de la clase trabajadora, Marcuse responde lo siguiente:

 
“La cuestión es, y en esto radica en mi opinión el verdadero punto de prueba de la teoría de Marx: ¿ cuánto tiempo va a durar la estabilización del capitalismo tardío? ¿Se agudizarán realmente sus tensiones internas, del tipo que sean (...) o  logrará el capitalismo consolidarse en un período de tiempo no excesivamente largo sobre la base de un imperialismo político y económico más intenso, incluso tal vez con China y la URSS como mercado (el subrayado es mío)? Si esto ocurriera, entonces los dominadores pueden dormir tranquilos durante algunos siglos. Pues no habrá ninguna revolución.” (pág. 281. J.Habermas. Perfiles filosófico-políticos. (traducción de Manuel Jiménez Redondo), Taurus, Madrid, 2000) 

 

La entrevista se sitúa en 1977, es decir, su inactualidad resulta inquietante. Habla de crisis económica, justamente la que tenemos en la actualidad, o mejor la consecuencia de la crisis del 2008 que tiene su eje en el capitalismo financiero. No era una crisis de demanda, al contrario, había una auténtica fiebre consumista, debido especialmente, a causa del precio del dinero más abundante y barato que nunca. El merito de esta entrevista de 1977 es la hipótesis que los gigantes comunistas fueran absorbidos por el capitalismo, como así ha sido. Si esta crisis del capitalismo financiero que según Zarkosy debía hacer posible una auténtica revolución del propio capitalismo, ha sucedido lo contrario, ha hecho posible una auténtica contrarrevolución que en Europa está laminando el estado del bienestar y la limitación de derechos laborales en nombre de ajustes a un dios desconocido con el beneplácito de todos los gobiernos europeos, dejando a la intemperie a la sociedad civil. ¿Será posible ese dictamen ominoso que anunciaba Marcuse: “Pues no habrá ninguna revolución”, o nos contentaremos con votar cada cuatro año a un partido que nos hablará de resignación y sacrificio?