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dilluns, 21 de gener del 2013

Nacionalismo a la greña



Llama la atención el despliegue de los partidos catalanes en su esfuerzo por diferenciarse de sus oponentes. Excepto CiU y ERC que han establecido un pacto para la constitución de “estructuras de estado” en la medida que la primera medida es el “derecho a decidir” del pueblo catalán, que asume un papel activo de sujeto político, las demás opciones políticas, ICV, PSC y la CUP ven las cosas de manera diferente. La CUP está en línea con las aspiraciones del independentismo, pero ICV se siente marginada y por lo tanto quiere tener cierto protagonismo, mientras que el PSC tiene una perspectiva realmente difícil. Su alma dividida, es decir, la estatal y la nacionalista, está en un momento de crisis profunda. En la cúpula del partido la sensibilidad es más estatal, pero por puro tactismo saben que si abandonan el filón nacionalista, no volverán a gobernar en las próximas décadas. El PP aspira a absorber a militantes del PSC de carácter nacional, y el PP puede y quiere explotar las contradicciones del  PSC enfrentádolo a sus propios fantasmas. C’s tiene claro que no desea ni la consulta ni por supuesto la independencia.



(Si seguimos así con vuestras "batallitas", puede ser que las
próximas elecciones votaremos a la madre que os parío.
Quien avisa no es traidor)

 
Mientras la crisis sigue su camino triunfal hacia la desesperanza, mientras que la corrupción política parece que lo anega todo, y el gobierno central limita la capacidad de la Generalitat para recaudar impuestos, ahogándola económicamente, mientras que por otra parte, se le exige que cumpla con los recortes de cerca de 4000 millones de €, algo que por otra parte parece imposible de cumplir, nuestros políticos se esfuerzan en ese ejercicio imposible de diferenciaciones microscópicas que les permita capitalizar pequeñas victorias que no son más que el reflejo de la derrota de toda nuestra sociedad.