divendres, 15 de desembre del 2017

Cataluña (1909 y 2017)

En el vol. II de las OC de José Ortega y Gasset, que abarca desde 1916 a 1930, a través de los textos de El Espectador (I-VI), sólo dos veces menciona Cataluña. Una de ellas está fuera de El Espectador. En comparación Castilla aparece 22 veces, España 90, Madrid 26, y Barcelona dos veces. ¿Qué conclusión podríamos sacar?

Permítanme copiar los dos fragmentos en que aparece Cataluña. Son por lo demás muy instructivos.

(…). Chabacanería es la realidad española en la hora presente. Y podemos aseverar que el achabacamiento no consiste en otra cosa que en haberse apartado de cuanto significa trascendencia de lo momentáneo, de cuanto rebosa los linderos del individuo o de una colectividad instintiva. El triunfo de Cataluña sobre el resto del país indica precisamente el triunfo de la fórmula más aguda del achabacamiento: (…), hemos visto sólo en ese movimiento la misérrima sordidez de un paisaje mercantil que nada puede enseñarnos, antes bien, favorece la desorientación nacional: durante dos años el problema catalán* ha servido de pantalla que interceptaba nuestras miradas y nuestras esperanzas, dirigidas, como flechas, hacia Europa. (pág.47) [ Renan, Abril, 1909].


El segundo texto, data de 1917 aparece en El Espectador II, en el artículo Genio de la guerra y la guerra alemana. El texto que cita a Cataluña, es brevísimo.  “(…). En los comienzos del siglo XIX se ensayó la idea de nación. La colectividad nacional y su territorio parecían delimitar la esfera del poder Estado. Pero pronto se vio que no era ésta una idea suficientemente clara. ¿Qué es nación? ¿Es la raza? La antropología y la etnografía contestan que ellas no saben bien qué es una raza. ¿Es la lengua?. Tampoco. Raza y lengua son realidades mudadizas, flúidas, que padecen constantemente interferencias. Entre nosotros, el caso de Cataluña pone de relieve la imprecisión de estos caracteres. (pág.344-5)

En el primer texto, Cataluña aparece como problema y obstáculo. En el segundo, la dificultad de determinar qué es Cataluña, en relación con la idea de nación y Estado. Si hacemos un zoom histórico, y nos trasladamos a finales de 2017, el tiempo parece congelado. Cataluña sigue siendo un problema, un obstáculo para el radiante porvenir que nos espera y en segundo lugar, en la coyuntura actual, el concepto de nación es llevado al TC como si fuera la marca de Caín. ¡No sé si reír o llorar!



Nota: 
(*) Los problemas a los que se refiere hacen referencia a la agitación social y los problemas anticlericales. El triunfo de Solidaridad Catalana (1907) desato en Madrid no poco revuelo. En este contexto, aparecerá la Semana Trágica.

¿Se puede estar prevaricando, sin saberlo?


dimarts, 12 de desembre del 2017

La AN ve delito silbar al rey


La Audiencia Nacional (AN) es una anomalía de nuestro sistema judicial. El art.24.2 establece una prioridad que en la práctica no se cumple en determinados delitos. La AN tenía una misión básica: los delitos de terrorismo de ETA. Por decirlo así, había trabajo de sobras para que cumpliera su función. Ahora, la AN tiene encomendada un sinfín de competencias. La propia AN se erige en un Tribunal especial que centrifuga todo lo que encuentra a su paso. Nadie ha pensado en rebajar su peso excesivo en el sistema judicial.



En los tiempos que vivimos, la AN ha utilizado de su poder para encausar al gobierno de la Generalitat. ¿Qué sentido tiene entonces el TSJC?

La democracia española no pasa por su mejor momento. Hoy se juzgaba nada menos que a un ciudadano que se le acusa de organizar la pitada al himno (nacional) en la final de Copa del Rey del 2015.  ¿Cómo se puede organizar? ¿Quedaba con los otros cooperadores necesarios?, ¿Distribuían panfletos con el ritmo adecuado de la pitada?  ¿Por qué molesta tanto a la Fiscalía General del Estado?, ¿No vivimos en un Estado de Derecho? ¿Acaso no se puede manifestar la desaprobación a las instituciones? Acaso, ¿piensan también encausar a los miles de personas que secundaron la pitada?

Se le acusa, nada menos, que de injurias al rey y ultraje a España. Son delitos que rayan en lo absurdo. ¿Cómo se puede injuriar a través de los silbidos?, ¿cómo se puede ultrajar a una entidad jurídica como España? Desde esta óptica descabellada, se identifica el silbar con un acto criminal. Supongo que aclamarlos y exaltarlo, nunca será suficiente para esas entidades que deben representarnos. ¿Qué quieren, súbditos o ciudadanos?. La AN quiere que todos seamos súbditos. 

PD: Libertad para Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.

Reseñas: Filosofía inacabada


Marina Garcés, Filosofía inacabada. Col. Serie Actualidad 57; Ed. Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2016.

Leer filosofía con la que está cayendo, preguntará cualquiera, puede parecer una escapatoria en tiempos de desconcierto. Pero para Marina Garcés, hacer filosofía ahora, es un acto necesario y  revolucionario.

El libro se compone de dos partes diferenciadas, aunque forman un todo. La primera parte, lleva por título Filosofía para un mundo común. La segunda, El siglo inacabado.

La segunda parte, es una síntesis ejemplar de los diferentes corrientes y autores del siglo XX y del siglo XXI. Llama la atención que introduzca la voz femenina en la filosofía. Así, aparecen María Zambrano,  Hanna Arendt y Judith Butler. Es mérito del libro reivindicar estas figuras de la filosofía.



De Nietzsche hasta Jean Luc Nancy, Marina Garcés hace un ejercicio formidable de exposición de las tesis principales de estos autores, a través de un diálogo abierto con ellos. Repasa todas las corrientes influyentes del siglo XX, y sus actores principales. No pretende ser un manual de historia de la filosofía. Pretende ser una herramienta para pensar o repensar nuestra situación en un mundo inhospitalario.


Si tuviera que extraer un lema del libro sería el que ella misma pone como modalidad filosófica: filosofía como “guerrilla del concepto” (pag.330). Reivindica la finitud, pero no para lamentarse, sino como potencia que permite al pensamiento reivindicarnos “como infinitos y mortales” (pág.331)



dilluns, 11 de desembre del 2017

Frases lapidarias


-Defiéndase- decían los jueces.
-No –dijo el inculpado.
-Por qué? Hay que hacerlo.
-Todavía no. Quiero que ustedes asuman toda su responsabilidad.


(A.Camus, Carnets, Cuaderno IV)