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dijous, 2 de novembre del 2017
Ruta de la Plata (III)
3 día
A la mañana siguiente, desayuno
principesco, tostadas con mantequilla y café. Todo estaba bien, no soy tiquismiquis.
Recoger y pagar el hotel. He comprado varias postales y puntos de lectura como
recuerdo. Aún no lo sabía, pero el Parador Nacional de Trujillo, ha sido el
mejor de todos.
Nos dirigíamos a Plasencia,
nuestra nueva parada. Hemos cogido la A-8 hacia Cáceres. No hemos parado.
Tenemos la intención de volver, y Cáceres será nuestro destino. Después hemos
seguido dirección Salamanca. En paralelo iba la carretera nacional. Hemos visto
la construcción del AVE hacia Cáceres. La autovía no había mucho tránsito. Los
paisajes son monótonos. Encinas, cabezas de ganada, nada de agricultura. Poca
actividad agropecuaria.
¿Por qué necesitan el AVE?
Supongo que es una necesidad política, desde luego, no porque sea
imprescindible. Dos autovías conectan Cáceres. Todos queremos tener
infraestructura. ¡Incluso en Cataluña también las queremos!
Hemos salido en el desvío a
Plasencia. Hemos seguido el indicador del Parador. Hemos aparcado justo detrás de
la puerta de acceso para coches. Hemos tenido que dar la vuelta por calles
empinadas hasta el Parador, antiguo convento, “edificio regio” donde los haya.
Nos hemos trasladado a nuestra habitación, muy regia, con cama con dosel y con
la efigie de la madre de Jesús. El cabezal de la cama labrado en madera. La
estancia llena de luz da al patio del Parador. Vistas a la piscina y el
horizonte de Plasencia.
Hemos salido a Plasencia en
medio de una luz deslumbrante. Los monumentos se inician en el propio Parador
Nacional. Después hemos ido por diferentes calles, que nos llevaban a Iglesias
y casas solariegas, hasta llegar a la Plaza Mayor.
Hemos callejeado por sus
calles, hasta salir al río Jerte y sus Murallas. Después no hemos encaminado
hasta el Acueducto. Justo al lado de un parque. Hacía calor. Después hemos
vuelto al Parador para comer.
Si en el Parador de Trujillo, la cantidad era contenida, aquí en Plasencia, era excesiva. El comedor amplio, era el antiguo refectorio. Había pocos comensales. Hemos escogido el “menú vendimia”. Incluía, una ensalada, carrillera de cerdo y hojaldre de peras y una copa de vino, Campobarro Pardina, un blanco muy suave. La comida estaba bien, pero era excesiva.
También hemos cenado en el Parador, media ración –gigante-
de quesos de la tierra. Mañana nos espera Salamanca.Si en el Parador de Trujillo, la cantidad era contenida, aquí en Plasencia, era excesiva. El comedor amplio, era el antiguo refectorio. Había pocos comensales. Hemos escogido el “menú vendimia”. Incluía, una ensalada, carrillera de cerdo y hojaldre de peras y una copa de vino, Campobarro Pardina, un blanco muy suave. La comida estaba bien, pero era excesiva.
Después de la comida nos hemos
idos a la habitación. Hemos caído rendidos. Ser turista es agotador. Después
nos hemos conjurado para salir otra vez. Esta vez sin ningún objetivo concreto.
Pasear. No hemos tachado objetivos. Hemos estado en su Plaza Mayor. Hemos visto
las gentes que paseaban. ¿Qué sabes de ellos? Nada. Lo que hemos visto de la ciudad, nos recuerda a las ciudades de provincias, sean reales o imaginarias. LLamar a una ciudad provinciana, no es ningún agravio.
dilluns, 30 d’octubre del 2017
diumenge, 29 d’octubre del 2017
Ruta de la Plata (II)
Día 2
Hemos ido a Mérida. Hemos sido los primeros en desayunar. El comedor era muy bonito. Había de todo, selección de salado y dulce. La camarera nos ha atendido en exclusiva. Solo cuando ya nos íbamos ha entrado otra pareja.
Hemos ido a Mérida. Hemos sido los primeros en desayunar. El comedor era muy bonito. Había de todo, selección de salado y dulce. La camarera nos ha atendido en exclusiva. Solo cuando ya nos íbamos ha entrado otra pareja.
Hemos salido del Parador sobre
las 8.45h, dirección Mérida, a través de la Autovía hacia Badajoz. Sobre las
9.30h hemos llegado. Hemos tenido la fortuna de aparcar en la Avda. Juan Carlos
I, muy cerca del Circo Romano. Éramos las primeras visitas y el encargado de
los tickets ha sido muy amable y atento. Ésta ha sido nuestra primera parada en el pasado.
Hemos caminado por el escenario
donde los romanos debían divertirse cuando las cuadrigas corrían por el
escenario gigantesco. Sólo la imaginación hace posible pensar en ese escenario
que hace casi dos mil años (s.I d.C), era real. Ese pasado tenía como nombre Augusta
Emerita.
Después, nos hemos ido hacia el
Anfiteatro y el Teatro. El escenario es realmente impresionante. Esas columnas
las había visto en televisión, al natural ganan muchísimo. El teatro con sus
columnas impresiona, no por lo que son, sino por lo que fueron. Los turistas,
como nosotros, se hacían fotografías con los móviles en el escenario,
emulamos a Rodero y compañía. Por supuesto, muchos no saben quiénes eran. Lo
real nos transporta a la historia de un tiempo pasado, donde Augusta Emerita,
era una ciudad importante del Imperio Romano.
Hemos entrado en el Museo
Romano, obra de Rafael Moneo. La obra es austera y envuelve los tesoros
acumulados de la antigua Augusta Emerita. En el museo solo resalta lo expuesto
en sus paredes. La sobriedad de éstas permite realzar las esculturas, murales y
mosaicos que pueblan el museo. Los dos niveles de altura permiten contemplar
sus obras, especialmente, los mosaicos. La luz natural que entra, se agradece.
Los tesoros romanos, algunos cotidianos, que el paso del tiempo, se convierten en
tesoros, permiten hacerse una idea de ese mundo pretérito.
El calor arreciaba y nos hemos ido Alcazaba. Desde ahí, se ve el puente romano. Es enorme y se codea con un puente moderno de Calatrava. En la ciudad hay cinco puentes. Las atraviesa el Guadiana. La Alcazaba es una estructura enorme, pero que el paso del tiempo ha deteriorado de forma notable. Desde sus murallas se ven vistas sobre una parte nueva de la ciudad, y el Guadiana.
Después hemos paseado por las
calles del casco monumental de Mérida. Entre sus calles, se encuentran tesoros
como el “Templo de Diana” y el “Pórtico del Foro”. Justo al lado hemos comido
en un local de nombre no demasiado imaginativo,
“La Extremeña”. La comida era buena, la música estaba muy bien, aunque
demasiado alta. La camarera que nos ha atendido era muy atenta y profesional.
¡Qué más se puede pedir!
Después nos hemos ido a coger el coche, el
calor había aumentado. Nos hemos vuelto a Trujillo. Nos
esperaban a las 17.10h una visita a sus monumentos.
Descansar y dirigirse a la
Plaza Mayor de Trujillo. Allí nos hemos reunido unas quince personas para la
visita guiada. Las visitas las organiza el punto de información del
Ayuntamiento. A la hora indicada, un “guía oficial” iniciaba su presentación,
con una voz algo monótona. La visita valía pena, pero la duración fue excesiva,
tanto que nosotros no la seguimos hasta el final. Cerca de 2.45h fueron
suficientes.
Las casi tres horas de
despliegue de conocimientos de nuestro cicerone "oficial" nos permitió
hacernos una idea de lo más florido sobre el paisaje y paisanaje de Trujillo.
En la cintura llevaba una suerte de gadget para amplificar su voz. El recorrido
nos llevó desde la plaza y el significado de los balcones de sus palacios con
vistas a la plaza Mayor. También nos explicó la inverosímil historia de la
estatua ecuestre de Pizarro. La obra de Charles Cari Rumsey (1879-1922), hizo
la obra en bronce sin cargo a la ciudad. La inauguración la presidió el
Dictador Primo de Rivera (1929).
Después nos dirigimos hacia la
cuesta de la calle Ballesteros, con casas con heráldica incluida. Llegamos
hasta la iglesia de Santiago. Siguió explicandonos toda suerte de peripecias
sobre los nobles de la ciudad. Durante unos minutos nos dejó descansar antes de
emprender la ascensión a las imponentes murallas del castillo. La calle Alhamar
nos llevó hasta sus puertas. El castillo tiene orígenes árabes. Sus imponentes
murallas dominan la ciudad y nos permitían ver sus alrededores desde
kilómetros a la redonda. Nuestro guía nos dijo de forma críptica que se habían
rodado algunas películas, sin especificar. Después me entero que en unos de los
capítulos de Juego de Tronos (El dragón y el lobo), aparecía el castillo y sus
paisajes.
Después del castillo, hacia la
casa museo de Pizarro. No tenía mucho interés, además nos contó la genealogía
familiar. Exhaustiva e inútil. Se hizo eterna su explicación. Después nos
fuimos a la joya de Truijillo, la Iglesia de Sta.María. La iglesia es
imponente. Románico tardío, fue reconstruido en los siglos XV y XVI en estilo
gótico. Posteriormente se tuvo que reconstruir la torre.
Mientras explicaba las
vicisitudes de los nobles enterrados en la Iglesia, nosotros salimos a hurtadillas. Literalmente, desertábamos de un interminable
recorrido turístico.
Después fuimos a cenar en el
Parador. Unos raviolis especiales, muy buenos y sabrosos. De segundo bacalao. Y
de postre, un helado de queso y sopa de yogurt. Tenía el aspecto de un huevo
frito. Excelente. Después volvimos a la Plaza Mayor para hacer algunas
fotografías nocturnas. La plaza estaba bastante desierta, había gente en las
terrazas, pero, al día siguiente era lunes.
dissabte, 28 d’octubre del 2017
DUI
La DUI ha llegado. El Parlament de Catalunya ha declarado laIndependencia. El gobierno central, tiene la luz verde del Senado para aplicar el art.155. La ruptura se ha consumado. El día de ayer (jueves), hubo momentos que podía restaurarse cierto orden constitucional. Naturalmente, todas las partes culpan del fracaso al otro. Mariano Rajoy tendrá el dudoso honor de ser el Presidente que bajo su mandato, se declaró la Independencia de Cataluña. No importa si dura unas horas. El hecho simbólico se ha realizado.
Su prepotencia, y su activismo anticatalanista, hemos de recodar como animaba para recoger firmas contra el Estatut –“porque me da la gana”- que se había acordado en el Congreso de los Diputados y posteriormente ratificado en Referéndum. De aquellas conductas y actitudes irresponsables, nos encontramos ahora, sumidos en una situación descentrada. Un Estado que ha trabajado para el independentismo.
Con la experiencia de gobierno que ha despreciado a una parte importante de la sociedad catalana, los que salían el 11-S, a los que se les ninguneaba, ahora nos encontrábamos en esta situación. Tengo la convicción, que el gobierno central no ha querido parar esta situación. Ha preferido la proclamación de la República catalana, a cambio de deshacer cuarenta años de autonomismo.
Esta opción será su legado. Triste legado. Vivimos tiempos confusos. El President de la Generalitat, estuvo ayer, en una situación insostenible. Las promesas que había recibido, a través de intermediarios, no acabaron de concretarse. El gobierno del PP, está convencido que podrá arrasar Cataluña.
El impulso que ha dado para que empresas catalanas puedan trasladar su sede social fuera de Cataluña es un buen ejemplo. Ahora, nos toca comprobar cómo se plasmará el art.155. La DIU es ilegal, desde el ordenamiento de la Constitución. El gobierno se aferra como un clavo ardiendo a lo jurídico, despreciando el ámbito político. Lo dijo Mariano Rajoy con una claridad que no es precisamente su fuerte: “Ni quiero ni puedo”. Las leyes sirven para resolver problemas, no para perpetuarlos. Si en una tarde PSOE y PP pudieron cambiar la Constitución, con el artículo 135, por orden de la UE, bien habrían podido explorar nuevas posibilidades.
Restaurar la legalidad, la entienden los partidos constitucionalistas, como si se tratara de una barricada, pretenden encausar al gobierno de Cataluña, y todas las instancias institucionales. La imagen del gobierno de la Generalitat entrando en dependencia penitenciarias será una foto para la historia. La política se convierte en una dinámica de amigo-enemigo. Es decir, la antipolítica.
El gobierno central, ha puesto fecha, el 21 de diciembre, para unos nuevos comicios. EL gobierno catalán y Parlament, suspendidos en funciones. ¿Es constitucional? El artículo de Albert Branchadell, en el Ara.cat (27-10-17), plantea esta cuestión. A los partidos independentistas se les abre un nuevo frente, ¿querrán participar en las elecciones autonómicas?. La respuesta debería ser que sí. Veremos con se aplica en la práctica el art.155.
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