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diumenge, 13 de desembre del 2015
dilluns, 7 de desembre del 2015
diumenge, 6 de desembre del 2015
Kundera y la insignificancia
Reseña: Milan Kundera. “La festa de
la insignificança”, ed. Labutxaca, 2015.
El texto, tiene un aire, a lo
Mendoza, es decir, liviano, sin trascentalismos, con toques astracanados, a ratos, grotesco,
divertidos, tiernos, dolorosos, profundos. Es decir, como la vida misma.
Amigos, que se soportan, y se
cuentan cuentos para entretenerse, historias repetidas que aburren, actos
cotidianos que guardan rencores y esperanzas truncadas. Alain, Ramón, D’Ardelo,Charles,
Quaquelique y Calibán, son los
personajes de estas historias que Kundera explica como si lo que explicará a
nuestra vecina, mientras subes en el ascensor.
¿Qué historias cuentan? En estas
historias no hay épica, ni ética, ni estética. Hay un hilo histórico, que
Charles, cuenta, de la época estalinista, una historia que lleva el título de “Les vint-i-quatre
perdius” (pág.29) (las veinticuatro perdices). La historia expresa la lógica
del régimen estalinista que fascino a nuestros intelectuales de postguerra. Esa
lógica dice que si el líder afirma cualquier cosa, por extravagante que sea,
siempre será verdadera.
En ese hilo histórico, verdadero
acierto de la obra, aparece otra historia que tiene que ver que la substitución
del nombre de una ciudad, en la que nació uno de los filósofos más influyentes
de la historia de la filosofía, Königsberg, por Kaliningrado. Kant (1724-1804) nació en esa
ciudad prusiana , y los avatares históricos, acabó en manos rusas, por obra y
gracia de la Segunda Guerra Mundial. ¿Quién era ese Kalinin? ¿Qué figura
egregia de la época estalinista fue? La historia nos la cuenta en la página 36
y siguientes.
Sin ningún género de duda, el
apartado más estremecedor es el que lleva por título “Ella mata” (pág.51). Este
apartado justifica la novela. Del intento de suicidio al asesinato, es la tenue
línea que separa nuestros actos
La última parte, de la obra, surgen
cuestiones existenciales. Así, por ejemplo: -“Tothom xerroteja sobre els drets
de l’home. ¡Quina broma! La teva existencia no està fundada en cap dret. No tan
sols no et permeten de posar fi a la teva vida per la teva propia voluntad,
aquests cavallers dels drets de l’home”(pàg.122) [- Todos charlotean sobre los
derechos del hombre. ¿Vaya broma! Tu existencia no está fundada en ningún
derecho. Ni tan siquiera te permiten poner fin a tu vida por tu propia
voluntad, estos caballeros de los derechos del hombre. ]
En las últimas páginas de la obra
aparece la vena filosófica de Kundera: “ La insignificança, amic meu, és l’essència
de la l’existència” (pàg.135)[ Lo insigni-ficante (mediocre), amigo mío, es la
esencia de la existencia”]. Kundera está en una época postheroica, que nada
tiene que ver con la frase que parafrasea de J.P. Sartre.
diumenge, 29 de novembre del 2015
dissabte, 28 de novembre del 2015
divendres, 27 de novembre del 2015
Psicopolítica (VII)
7.- Shock
Byung-Chul Han, dialoga con el
texto de Naomi Klein, “La estrategia del shock”. Afirma que estamos ante un
texto en el que desarrolla una “teoría conspirativa”. En ella, aparecen dos
protagonistas: El psiquiatra Ewen Cameron, alias “doctor Shock”, por su terapia, en la que se utilizaba de
manera masiva e indiscriminada “fuertes electrochoques eléctricos”. La idea era,
literalmente, borrar los malos pensamientos y “reescribirlos”. El contexto
donde se desarrollo dicha terapia estaba inscrito en el contexto de la guerra
fría. La idea que parece apuntar Klein, sería, que dicho tratamiento, podía
extenderse a todos aquellos que no comulgarán con las ruedas de molino del
poder establecido.
El segundo protagonista, del libro
del Klein, es Milton Friedman, el “teólogo del mercado liberal”. Klein
desarrolla un paralelismo entre ambos personajes. La tesis de Klein, sería que
el régimen liberal somete a la sociedad a una terapia de aceptación pasiva del
modelo capitalista.
Según Han, Klein no vislumbra la
nueva etapa en la que estamos instalados, la psicopolítica”. Para Han, la
terapia de shock, no es propia de la psicopolítica, sino de un régimen
disciplinario, propio de la etapa sólida (Z.Bauman). Lo propio del régimen disciplinario
es la negatividad, mientras que la actual era, “domina la positividad”. La nota
esencial del régimen actual no es dominar, sino agradar, seducir. Adiós al palo
y bienvenidos a la zanahoria del “me gusta”.
dimecres, 25 de novembre del 2015
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