La agenda semanal tiene
un nombre: Luis Bárcenas. Desde que está en la cárcel se ha vuelto muy locuaz.
Tiene una ventana desde la cual ventila sus particulares asuntos. El PP ha
cerrado filas en torno a Rajoy. La ventana se llama El Mundo. Su director,
Ramírez, ha emprendido una cruzada contra el presidente del gobierno. Él sabrá
por qué. De momento, unos pretendidos sms entre Rajoy y Luis Bárcenas,
demostrarían las connivencias entre ambos. Los otros periódicos de la derecha
española, apuntalan a Rajoy.
El PSOE ha entrado al
trapo. Se equivocan, como casi siempre. Lo prudente hubiese sido esperar
acontecimientos. ¿Qué demuestran esas informaciones? El propio Rajoy, no se
siente especialmente aludido. Su característico pasar de todo, le permite no
tener que salir a la palestra. Mañana tiene cita con los medios, a propósito de
la comparecencia con el homónimo polaco. Seguramente, dirá lo previsible, ¿qué
otra cosa se puede esperar?
En todo este asunto, hay
muchos silencios. ¿Aznar sabía algo de su tesorero? Supongo, que en el despacho
de la calle Génova, la sombra de Bárcenas debió ser importantísima.
Seguramente, poca gente podía entrar en ese sancta santorum. Sólo aquellos que
tenían poder podían departir con el tesorero. Sabemos que algunos de los
políticos que aparecen en los famosos “papeles” cobraron dinero. Durante veinte
años, mucha gente entró en el despacho de Bárcenas, pidiendo favores. Es
cuestión probatoria si esos favores después, se consumaron. Lo que queda claro
es que hubo mucho dinero. Muchísimo.
No hay que ser un
sherlock para suponer, que en algún momento, Bárcenas, empezara a pensar que
ese dinero del partido, podía dirigirlo para su propio bolsillo. Es probable,
que al principio, fuese poco; pero, había dinero a paletadas. ¿Quién iba a
decir algo? Si todos –con poder e influencias- cobraban sobresueldos, porque
Bárcenas –debería pensar- no podría hacer lo mismo. ¡Quién reparte se queda con
la mejor parte!. Dicho y hecho. Dinero a Suiza. La época de las vacas gordas,
la España va bien, debió suponer una entrada masiva de dinero. Una máquina de
dinero y de poder en todos los escalones de la Administración, hacía que el
despacho de Bárcenas fuese una especie de confesionario. ¡Ay si las paredes
hablasen! Igual no hablan, pero si apunto en unos “papeles” el trasiego de
dinero... ¿Es posible que Bárcenas consiguiera que los colegas del partido le
firmarán sus recibí? Sí así fuese, entonces su amigos están listos. Pero,
¿quién puede firmar recibí si todo era en negro? Supongo que el meollo de toda
esta historia está en esto.
He dicho que ha habido
muchos silencios. Es posible que la nueva cúpula del PP hubiese atajado todo
esa “industria” de favores. Sin embargo, esos silencios les hacen cómplices por
omisión. Políticamente, todo este asunto, es catastrófico para la ciudadanía.
El PP es extremadamente inflexible contra los débiles. Al parecer todos los débiles
son votantes del PSOE, por eso, se tienen que atener a las consecuencias de su
insensata elección. Cualquier manifestación, sea de maestros, enfermeras,
jueces o jubilados, son tildadas de “jarraistas”. O sea, se criminaliza a
cualquiera que vaya contra el gobierno. ¡Esa es la táctica de los gobiernos
antidemocráticos!.
Tenía razón la secretaria
general del PP de Bizkaia, Nerea Llanos , cuando decía que el asunto de
Bárcenas es espacialmente doloroso en el País Vasco, porque mientras unos se
enriquecían con la política, otros se enfrentaban a la muerte y muchísimos de
ellos murieron por sus ideales.