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dilluns, 1 d’octubre del 2018

Urnas de plástico



1-O, un año después

Hoy se cumple un año del 1-O. El referéndum que nunca existió, según el gobierno central del PP. Según su relato, no hubo urnas, ni policía que pegarán a nadie, ni nada de nada. Sin embargo, los hechos están, a pesar de todo. Sí hubo urnas, sí hubo votaciones, sí hubo recuento, sí hubo violencia policial, y sí hubo un silencio cómplice de los medios de comunicación. Las emociones vividas ese día difícilmente se olvidarán. Muchos, cerca de mil personas, fueron golpeadas de manera de innecesaria, y las imágenes quedarán para siempre. 

Esos policías que reventaban puertas de los colegios, como sí el mobiliario fuese culpable, el furor de unos policías que habían venido a impedir lo que no pudieron. No contarán con mi simpatía. Seguro que muchos se limitaron a seguir el guión que les habían marcado, otros, se excedieron de manera miserable y muchos se retrataron para siempre, aunque después pudieran ser condecorados. Los responsables del desaguisado, no han dimitido, y sí premiado, a pesar del fiasco de la operación.

Quienes estuvimos en las escuelas para votar, difícilmente, se nos olvidarán las horas de incertidumbre, cuando ya sabíamos que había pasado en otros colegios donde se votó. La violencia de las actuaciones de la policía y guardia civil, llegaban por las redes sociales. Los que estaban en los colegios electorales, pedían a las personas mayores que marcharán a sus casas y los padres con hijos también. En nuestro colegio electoral, afortunadamente, no llegaron. Sí fue una fiesta, a pesar de los momentos de incertidumbre de las primeras horas. La gente - no era obligatorio ir a votar- que vino se sentía feliz de poder estar ahí. Es muy difícil de describir ese sentimiento.




Han pasado muchas cosas desde ese 1-O del 2017. Muchos estamos desconectados de esa España que pretende molernos a palos para mantener la unidad de España. ¡Qué no cuenten conmigo! Los que se quedaron en casa, porque no querían la independencia, estaban en su derecho. Por eso, el referéndum, no podía tener validez legal, pues, el gobierno central, se negó ni tan siquiera a considerarlo. La Constitución, permite los referéndums, pues, saber que opina la gente es un elemento básico de la democracia.

Resulta indignante todo lo que ha pasado desde esa fecha. Nadie podrá arrebatarnos esa fecha. Muchas personas, fueron malheridas sin necesidad, y al parecer nadie se ha preocupado por ello. La sociedad civil, se comporto con un coraje extraordinario, es posible que la República quede lejos, pero no me cabe ninguna duda que ese 1-O será una seña de identidad de muchas generaciones que vivieron ese momento. Casi dos millones de personas se movilizaron ese día. No es toda la sociedad catalana. Tal vez, en una fecha no muy lejana, sea posible determinar que quiere la sociedad catalana, y para eso, la herramienta más sencilla es convocar un referédum. 

dissabte, 31 de març del 2018

El conflicto catalán según Enrique Gomáriz Moraga ( y IV)


En cuanto al primer apartado, nos dice lo siguiente: "el constitucionalismo apostó por la posibilidad de que la aplicación del artículo 155 relajara la insoportable tensión sociopolítica existente, hasta tal punto de que el voto constitucionalista saliera a manifestarse". ¿De dónde saca semejante afirmación?  Utilizar el verbo "relajar", después de lo sucedido el 1-O, parece una burla. Probablemente, Gomáriz no se informo del todo sobre lo sucedido el 1-O. Esos dos millones de votantes los sitúa en el bando del "victimismo y al numantinismo político". Calificativos que pretenden estigmatizar a esos votantes que fueron objeto de agresiones desproporcionadas y salvajes por parte de la policía.  Habla del poco tiempo en la aplicación del artículo 155 para que tuviera el efecto "relajante del regreso a la normalidad". ¿No sé da cuenta Gomáriz que la aplicación del 155 supone todo menos normalidad? Destitución del Gobierno de la Generalitat, destitución de la Presidenta del Parlament, prisión para los representantes de la ANC y Omnium Cultural, exilio forzoso. Nada de todo esto nos dice Gomáriz. No debe parecerle anormal.



Los medios. Aquí echa mano de uno de los tópicos de estos últimos tiempos. TV3, Catalunya Radio y "el uso de las TICS han sido claves en la campaña del independentismo".Al parecer Gomáriz se olvida de mencionar todas las televisiones, públicas y privadas que se pueden ver en Cataluña. ¿Por qué es más eficaz TV3 y no TVE? Ambas están a un clic del mando a distancia. Se da por determinado que TV3 tiene un poder maléfico que no tiene ninguna de las cadenas de ámbito estatal. El mantra de la derecha es que TV3 es literalmente el mal que hay que erradicar. Los telespectadores son literalmente abducidos por sus programas para asimilar los mensajes del independentismo. Parece claro que Gomáriz no ve Tv3 y sólo de oídas habla. Si no hablara  TV3 del independentismo ¿quién iba a hablar?


Gomáriz siguiendo el libro de estilo de la derecha se permite hacer una analogía entre los medios catalanes y como el nazismo y el fascismo también lo utilizaron. Es una indecencia hacer comparaciones entre una sociedad como la catalana con todas las imperfecciones que tiene, y los nombres de personajes infames en la historia universal. Esta comparación desacredita a quien la propaga.

Como esa ciudadanía activa no es de fiar, sobre todo la ciudadanía independentista, tiene que echar mano de un elemento emotivo.  De esta manera vuelve a desacreditar al 47% del electorado. Debo suponer que desde el bloque del 155, nadie actúo por motivos emocionales, sino puramente racionales.

Para echar más cal al voto de la ciudadanía activa -independentista-, se le califica de voto duro, frente al voto blando. Afirma que la mayoría silenciosa no acabo saliendo, a pesar de que la participación estuvo cercana al 80%. Gomáriz debería afirmar que la ciudadanía formal es ese 20% que se quedo en casa. El resto si salió, incluidos los del bloque constitucionalista.



Hacía el final del artículo aparece la figura de Inés Arrimadas que ha sabido utilizar "la idea del voto útil y firme contra el nacionalismo". ¿Es ella y todos aquellos que la votaron, esa ciudadanía sustantiva con la que sueña Gomáriz? 

divendres, 30 de març del 2018

El conflicto catalán según Enrique Gomáriz Moraga (III)


Nada dice de la intervención de la Generalitat mediante la aplicación del art.155, novedad inédita que los propios padres de la Constitución no supieron como implementarla y que el PP se ha permitido hacer su propia reforma constitucional. Nada dice de la violencia ejercida por "fuerzas  expedicionarias" para reprimir la participación ciudadana. Cerca de dos millones de ciudadanos, fueron ninguneados y apaleados y su delito era participar  en un acto que desde el Gobierno Central, se califico de delito. Gomáriz no es capaz de entender que esa represión ha sido un punto de inflexión de estos dos millones de ciudadanos, a los que nos sitúa en esa ciudadanía activa. Gomáriz no ha visto que el objetivo de todos estos movimientos, muchos de ellos demasiado precipitados, era saber la opinión de la ciudadanía, de todo ella. Sin embargo, el Gobierno Central se ha obstinado en rechazar semejante consulta. La Constitución permite la celebración de dichas consultas. Nada de esto nos dice Gomáriz.

(Millo justifica la acción policial: 
Nos obligan hacer lo que queríamos hacer)


Por último, ¿cómo evaluar el papel de los diferentes tipos de ciudadanía en relación al 21-D? De su análisis afirma "el incremento de la polarización en el cuadro electoral". ¿Había polarización cuando las opciones eran PP y PSOE? En contiendas electorales siempre hay polarización, pero el autor quiere sugerir otras realidades. No explica él porque del 21-D. No dice nada del desmantelamiento de la autonomía catalana en virtud del 155. ¿Cómo no iba haber polarización?



Gomáriz, nos explica las claves, según su parecer, de las elecciones del 21-D en base a tres aspectos importantes que se dan en cualquier consulta electoral:  la primera es la estrategia, la segunda, los medios de comunicación y en tercer lugar, la respuesta de la ciudadanía.

dijous, 29 de març del 2018

El conflicto catalán según Enrique Gomáriz Moraga (II)

Al parecer de Gomáriz, esa ciudadanía formal, se dejo seducir por las soluciones fáciles y "extremas". El resultado de este proceso, ha sido "el debilitamiento de la defensa de ese elemento crucial [la soberanía popular] que caracteriza el contrato sociopolítico recogido en la Constitución española". El autor no retrata todo el cuadro: la corrupción de la clase política de todos los partidos con responsabilidad ejecutivas, sean el PSOE, PP, CiU. Nadie escapo a esa lacra que todos sabían pero que eran incapaces de hacer frente. Además del deterioro de la institución monárquica, de la mano de Juan Carlos I, que finalmente tuvo que abdicar para salvar la institución que es el legado personal de Franco al futuro.



Según Gomáriz, "el independentismo catalán subraya que representa la mejor expresión de una ciudadanía democrática". Gomámiz, pone en solfa a dicha ciudadanía. Utiliza las palabras de Marta Rovira de ERC como quintaesencial de "una forma superior de actuación democrática". Califica esa idea como "supremacismo" frente a las opciones  del bloque constitucional.

Habla de drama catalán. No sé, si esa es la palabra. El drama es ante todo de los representantes del independentismo que por obra y desgracia del artículo 155, ha puesto en la picota a los mencionados representantes, empezando por el propia President de la Generalitat, Carles Puigdemont. Y todos los que en virtud de una interpretación surrealista del Magistrado del TS, Pablo LLarena, ha instalado a todos ellos, y por extensión a la mitad de la población que opta por partidos independentistas. Las resoluciones del Magistrado, rayan  directamente en la prevaricación, negando por ejemplo, el derecho de los detenidos a presentarse en el Parlament. Llarena, se ha erigido en portavoz del Parlament de Cataluña. Nada de todo esto se menciona en el artículo de Gomáriz.


Según él, en el drama catalán existen dos componentes: por un lado un "empate sociopolítico" entre independentistas y quienes lo rechazan. El hecho de que en el Parlament exista mayoría independentista, le permite hacer una extraña pirueta al afirmar que eso es así por "sus características orgánicas y territoriales". Habría que decir que la ley electoral, es exactamente igual a la que le permite gobernar al PP o al PSOE. En esos casos, nadir dice nada sobre esas "características". Uno de los problemas es precisamente una ley electoral que sea más permeable a la diversidad. Los partidos hegemónicos nunca han estado interesados en cambiarlos.


El otro componente del "drama" es el distinto papel de la ciudadanía. Gomáriz construye su relato para afirmar, que la existencia de una sociedad formal, pasiva y desinteresada y por otra, una ciudadanía activa que identifica sin más al nacionalismo, tendría que especificar a qué tipo de nacionalismo se refiere, pero es obvio que para el artículista, solo hay un nacionalismo que es el independentista. Esa ciudadanía activa lo es según él, porque es "espoleada por los líderes políticos independentistas". Estos que precisamente están encarcelados. Buscando una vía virtuosa saca a colación a esa ciudadanía sustantiva, que se ve sometida por los dos extremos, según nos cuenta Gomáriz.



Gomáriz se permite descalificar por poco democrático a esa ciudadanía activa identificada exclusivamente por los independentistas, sólo el 47% de la población. ¿Se ha preguntado Gomáriz porque está desafección del 47%? Gomáriz descalifica las acciones que se llevaron a cabo para poder participar en el referéndum de 1-O. Todos los que fuimos a votar somos descalificados sin más. Nos somos esa ciudadanía sustantiva. El problema de Gomáriz, es que la invención de esa ciudadanía le permite destilar la idea que existe una amplia mayoría silenciosa que aún no ha dicho la última palabra.



dissabte, 7 d’octubre del 2017

Semana de locos

Después del 1-O, las cosas ya no son lo que eran. Las imágenes de las “fuerzas expedicionarias” apaleando a todas las personas que se concentraban en los “colegios electores”, cerca de 900 heridos, y la cínica y miserable respuesta del gobierno central, no deja margen para la esperanza.



Se habla de manipulación, sin embargo, los únicos que manipulan y retuercen lo sucedido son los que han subestimado y humillado, a la ciudadanía, más de dos millones de personas, han sido objeto de la ley del silencio por parte de la presa unionista. Para ellos, la unidad de España, se ha convertido, en la cortina que permite tapar lo sucedido.

El martes día 3, hubo manifestaciones contra la REPRESIÓN POLICIAL, cientos de miles de personas se manifestaron por todas las ciudades de Cataluña. Sin embargo, desde el unionismo, se volvió a menospreciar. Cataluña sólo sirve para pagar facturas. Se ha echado de menos que la sociedad española hubiera sido un poco más solidaria en la repulsa contra la actuación inaudita de las “fuerzas represivas”.

Sabadell


Por la noche, el rey Felipe VI, habló. Felipe VI hizo política. Pero política de la peor especie. Amenazó a un importante sector de la sociedad catalana. No habló para nada de lo sucedido el domingo. Tampoco de las manifestaciones del martes. Sólo habló para él y los oyentes complacientes. No fue árbitro de nada. Felipe VI tendrá el dudoso honor de haber aumentado las filas republicanas. Su legitimación fue una chapuza indigna de la Constitución. Los miembros del TC, tuvieron que hacer un traje jurídico para colocarlo en el orden sucesorio, retorciendo todo lo inimaginable. TC se mintió asimismo para dar cabida a una elección que no era constitucional. Ese fue el pecado original del TC. Después ha habido tanto que su credibilidad es nula.

Hay que recordar que Juan Carlos I, salió el 24-F de madrugada para decir que el intento de golpe de Estado había sido sofocado. En cuarenta años de ETA, el rey no salió en la televisión para mencionar nada de lo que estaba sucediendo. Ahora, Felipe VI, es capaz de salir a defender su negocio. Su escenificación y puesta en escena fue lamentable. Sus palabras no eran las de un rey. Estaba claro que no quiere perder su negocio. España. Por eso, su diatriba era demasiado humana. Estaba su futuro y el de la familia en juego. Así que adiós a las buenas maneras y al equilibrio de poderes. ¡Nos jugamos los garbanzos!


El  miércoles el ministro del interior, el Sr. Zoido, ha ido a saludar a  esas “fuerzas expedicionarias” en el puerto de Barcelona. Les esperaba el buque insignia de la armada, el “Acorazado Piolín”. El Sr. Zoido, no ha dimitido, porqué tendría que haberlo hecho, el Sr. Rajoy. Pero en el partido del gobierno (PP), dimitir está prohibido. No se acuerdan lo que decían que no habría referéndum, que no habría urnas ni papeletas. Que no habría nada. Pero, si hubo referéndum, urnas y papeletas. Un FRACASO sin paliativo. Por eso, el Sr. Zoido, fue a ver a esas “fuerzas expedicionarias”, para animarlos. Estarán contentas esas “fuerzas represivas”. Si no hubiera las imágenes en los móviles, dirían que todos son insidias de los “sediciosos”. Pero las imágenes circulan en las redes sociales. La prensa internacional se ha hecho eco.

 Restaurante favorito de Zoido

Así como en los peores atentados terrorista en España del 11 de marzo de 2004, el gobierno de España, intento mentir hasta el último minuto, por cierto, el Sr. Rajoy era el aspirante del PP a las elecciones, y en ese trágico días y posteriores, no fue capaz de desmentir las mentiras del gobierno de su partido. Ahora, la televisión española, pagada también desde Cataluña, tenemos que soportar la propaganda permanente del gobierno, que hace que tengamos que buscar en Euronews, y otras cadenas extranjeras, una información menos sesgada que las que ofrecen las cadenas estatales, sean públicas o privadas.

Se habla de manipulación por parte de TV3, desde los sectores que no ven parcialidad en TVE, es evidente que existe una lucha permanente por disfrazar que lo que sucede en Cataluña. Hay un auténtico cordón propagandístico que hace imposible saber lo que sucede en Cataluña. ¡Claro que hay cabreo! Lo sucedido el 1-O, los que vivimos la tensión y los que la padecieron, no olvidarán fácilmente, como actuarán “fuerzas expedicionarias” que tenían como único objetivo REPRIMIR a la población catalana.

Para acabar de rematar la semana, dos bancos han decidido poner su sede social fuera de Cataluña. En un mundo global, esta escenificación no es más que cobrarse intereses por adelantado. El gobierno, ha preparado un Decreto ad hoc, para que CaixaBanc pueda saltarse sus propios estatutos para poder poner su sede social fuera de Cataluña. Es una medida del gobierno para crear pánico. Sin embargo, lo que sucede es que el propio gobierno de la nación en su obsesión por la unidad de España, preferirían una España hundida, de hecho la deuda es impagable, a una Cataluña independiente.


Que sepamos estas beneméritas entidades bancarias o de cualquier otra actividad, no establecían tarifas especiales por ser catalanes o madrileños por poner un ejemplo. Recordemos que la benemérita banca deja un agujero de 50 mil millones que no podrá devolver a la Hacienda pública. Por supuesto, este gesto “patriótico” no saldrá barato al gobierno de España. Quieren dejar a la Generalitat como un monstruo que espanta a los inversores. Ya sabemos que el dinero es cobarde. El gobierno de la Generalitat no puede obviarlo. Los depósitos bancarios que respalda el BCE, ¿estarían protegidos en caso de Independencia? Ya sabemos que con el dinero no se juega. Recuerden, ¡somos catalanes! ¡CON EL DINERO NO SE JUEGA!


La próxima semana será clave, vivimos anclados en momentos históricos, lo que se decida en el Parlament, tendrá repercusiones. Habrá que estar muy atentos y tener muy claro los pros y los contras. La CUP querría la DUI, pero ¿es eso lo que conviene a Cataluña? Sabemos que la entelequia de la comunidad internacional, no hará nada de nada. En ese aspecto, el gobierno central puede respirar hondo. Los gobiernos de la UE mirarán con aprehensión lo que pueda salir del Parlament. “Mala pesa al taler”, expresión catalana para decir que se está en un situación muy difícil. Veremos .

dilluns, 2 d’octubre del 2017

Violencia del Estado

A medida que hay más imágenes y videos sobre la represión policial, más indignación causan. La brutalidad empleada contra ciudadanos cuyo único delito ha sido acudir a votar –en un referéndum ilegal, según el gobierno central-, hace hervir la sangre. Y a medida que uno lo piensa, más desasosiego entra al pensar en la pasividad de los Mossos.

Enric Millo, debería dimitir. El problema es que en España el verbo dimitir está fuera de su vocabulario. Un demócrata, lo tiene permanentemente en la conciencia de sus actuaciones, pero aquí, la cultura política, no llega a esas cotas.



Millo debería dimitir por los 844 heridos habidos en las cargas policiales. Efectivos venidos de otras partes de España para sofocar el derecho a votar en un “picnic”, según las manifestaciones de otro insigne ministro, en este caso de Justicia. Hoy se ha visualizado una brecha, entre las élites extractivas de Madrid y lo que representan, y una parte de la ciudadanía catalana. En las colas para votar, faltaban muchos que no han querido participar, estaban en su derecho. También estaban en su derecho lo que sí querían participar. Sólo la mala fe del gobierno central, gobernado por un régimen corrupto hasta la médula, ha podido permitirse hacer llegar dos barcos, para que las “fuerzas del desorden” actúen a su capricho.



Estas “fuerza expedicionaria” volverán a sus casas. Los recibirán como héroes, pero en Cataluña, los seguiremos viendo como lo que han sido y han actuado. Cataluña no se merecía este trato, porque lo que se celebraba aquí, era un happening, una performance, un espectáculo, si hemos de creer a esos mentirosos compulsivos que representan al gobierno central.


Habrá tiempo para criticar al gobierno de la Generalitat, pero de momento, habrá que recoger los destrozos en el mobiliario público, ¿quién lo pagará?, las pelotas de goma, que han alcanzado a una persona, las humillaciones y el pánico que muchas personas, jóvenes y personas mayores han tenido que soportar. ¡Qué no esperen que creamos las mentiras de Mariano, de Soraya, o de Millo! Las imágenes lo dicen todo y las vivencias de los que lo han padecido.

diumenge, 1 d’octubre del 2017

Referéndum1-O

1-O

Día de referéndum. En el colegio electoral había mucha gente esperando votar y otros en la puerta haciendo guardia. Ha habido momentos de tensión al decirnos que venía la guardia civil hacia Castellar. Delante de la puerta del colegio dos M0ssos d’Escuadra, se miraban el panorama sin participar. Viendo las imágenes de violencia perpetrada, en Barcelona, los Mossos deberían haber actuado para parar esos desmanes. No vale tener a los Mossos como espectadores pasivos ante la brutalidad policial.

Había problemas de orden técnico. Wifi lentísima, y dificultades mil, una interventora, nos ha dicho que no cogiéramos papeletas de recuerdo, había las justas.

                                   

En la larguísima cola que hemos hecho, a través de las redes sociales no hemos ido enterando que en otros colegios electorales no habían tenido tanta paz y tranquilidad como en el nuestro. Fotografías de una mujer con la cara ensangrentada, es una muestra de lo que han venido hacer los policías nacionales y guardia civil anclados en el puerto de Barcelona. Su misión, ha sido reprimir el referéndum.

Venir de cualquier parte alejada de Cataluña, permite actuar con la violencia que se ve en las imágenes de video. Se harán virales. Cuando las contemplas, se hace muy difícil de justificar la actuación policial, que nos retrotraen a época que pensábamos ya pasadas, cuando la policía vestía de gris.

El gobierno del partido PP, podrá jactarse de… ¿de qué? Hemos votados, ha habido urnas, papeletas, colas de personas que querían participar en la consulta. El gobierno podrá decir muchas cosas. Pero las imágenes de violencia desplegada por las fuerzas del orden, venidos desde otras partes de España, en los colegios electorales no van a ser fácil que se olviden.

He conseguido votar después de horas de cola. Rajoy hablará de Constitución, democracia, de lo que le dé la gana, pero esos policías y guardia civiles golpeando a la gente, no están defendiendo nada de todo eso. Qué triste venir de cualquier parte de España para romper la cabeza a alguien que lo único que quiere es votar. 

La organización y todos los voluntarios han puesto lo mejor de ellos. Cuando ha había el rumor que la guardia civil venía, se ha hecho desalojar a los niños que había jugando en el ”sorral” y en la cancha de basket. Se daba prioridad a las personas mayores  y embarazadas para no tener que hacer cola. Había buen humor y mucha paciencia. Seguramente, solo estábamos lo que queríamos una nueva República. El gobierno podrá inhabilitar a todo el mundo. Pero ha hecho el ridículo más espantoso. Que en una sociedad democrática, una “fuerza expedicionaria” venida de fuera de Cataluña, y cuya única misión era y es la represión pura y dura, debería hacernos pensar en el fracaso de esa entelequia que es España.


Viendo esas imágenes de violencia policial, viendo que la policía y la guardia civil, que deberían estar al servicio de la ciudadanía para garantizar sus derechos, se dediquen a pegar a la gente, cuyo único delito ha sido participar en un referéndum, se hace imposible que amemos a España. Podrán vencer, pero jamás convencer. Hoy día 1 de octubre, se abre una nueva etapa.

                                

No sé donde nos podrá llevar. A corto plazo, probablemente, no cambiará nada. Pero, no sé puede estar en un Estado que manda la policía para reprimir a los que piensan diferente. El gobierno de la Generalitat, también es prisionero de sus propias contradicciones. La política ha fracasado. Por eso la policía ha podido campar a sus anchas. La democracia ha fracasado. Ser demócrata, no es votar cada cuatro años. Es algo más. Desgraciadamente, habrá que empezar a recomponer los descosidos que el 1-O ha abierto.







dimecres, 13 de setembre del 2017

Votar como sinónimo de delito

La Fiscalía General, ha consumado una Causa General contra el Independentismo. Su Fiscal, nombrado a dedo por el Gobierno del PP, se ha lanzado contra los Alcaldes de Cataluña, que tengan la intención de poner urnas el 1-O. 712 alcaldes tendrán que declarar, en sede judicial, para que informen. El Estado, ha pasado de la burla del anterior referéndum del 9-N (2015), se le ridiculizo e ignoro a los cerca de dos millones de personas que acudieron a las urnas.



Ahora, no quieren que vuelva a pasar. Eso significa que mintieron de manera descarada, mentir es un verbo que se les da muy bien al gobierno del PP, y ahora, no quieren repetir lo sucedido en el 2015. La judicialización de la política. La palabra política ha quedado descartada de su agenda. Lo que les interesa, es que la división de poderes, se haga porosa e invisible.

Se amenaza a todo el mundo, no importa si se es funcionario o no, autoridad o no. El TC, está ejerciendo de juez y parte, algo insólito en democracia. Su origen era la constitucionalidad de las leyes. Pero el PP con mayoría absoluta, elaboro un bodrio jurídico-político que coloca al TC como un nuevo TOP (Tribunal de Orden Público).

                          
Palacio de las Salesas
(Sede del TOP 1963-1977)

El desafío entre el Gobierno central y la Generalitat no puede elucidarse en el TC. La resolución del conflicto no es inhabilitar a la mayoría parlamentaria del Parlament de Cataluña. ¿Qué interlocutores espera el Gobierno central  de los representantes de Cataluña?

Prohibiciones, cierres de webs, amenaza a los rotativos, y todo en aras de la Unidad de España. Hay una deslegitimación que no podrá imponerse por la fuerza. Pueden vencer, pero jamás convencer. Seguramente, al gobierno le importe un pimiento no convencer. En Cataluña, el PP tiene una representación del 8,5%, un poco superior a la CUP (8,2%).


Nos esperan días de sobresalto. Nada es imposible, ni la suspensión de la Autonomía, Art.155.1 de la CE; ni la inhabilitación exprés de todos los cargos institucionales del Parlament. En la STC 49/1988, se establace el carácter extraordinario de dicha medida.  Lo que parece evidente, es que el famoso oasis catalán se ha acabado. También se acabado el famoso Estado de las Autonomías. Todo ello, supone el adiós definitivo, al menos en Cataluña, de la Transición.


PD: La unidad de España ha posibilitado la unanimidad de todos los partidos políticos. Derecha e izquierda se dan la mano para conjurar el desafío que la sociedad catalana ha puesto encima de la mesa.