dimarts, 30 de juliol del 2019

La izquierda gaseosa

El show de la investidura de Pedro Sánchez ha finalizado con un sonoro fracaso, dado la imposibilidad del acuerdo entre Podemos y el PSOE. La izquierda, una vez más logra el más difícil todavía: no ponerse de acuerdo.

Los desplantes y pequeñas humillaciones del PSOE frente a Podemos ha hecho que su líder, Pablo Iglesias, que también tiene un ego desmesurado, hayan fracasado y decepcionado a los votantes de izquierda- sea lo que sea-.


Ahora queda una travesía hasta septiembre. Si no hay acuerdo, y el PSOE ya ha comunicado vía urbe et orbi que la colaboración con Podemos es inviable. ¿Con quién quiere pactar el PSOE? La respuesta es con Cs, pero Alberto Rivera, ha dicho por activa y por pasiva que quiere ser el líder de la derecha. Rivera, también tiene un ego descomunal, pero su talante insufrible también ha hecho todo lo posible para romper todos los puentes para una posible alianza. ¿Es posible una alianza entre PSOE y el PP? Ambos conforman un bloque para eliminar el pluralismo político, intentando volver al bipartidismo. Sin embargo, esa alianza siempre sería postelectoral.

Nuestra clase política no tiene cultura de pactos. Siempre han gobernado por mayorías absolutas o partidos como PNB y CiU que eran partidos domesticados. Ahora, el mayor problema español se encuentra en Cataluña. El País Vasco, se ha convertido en el nuevo oasis, después de la desaparición de ETA, a pesar de la añoranza de los partidos de derecha.

¿Qué pasará en Cataluña después de la sentencia contra los procesados independentistas? Esa es la cuestión de fondo. El TS tiene ante sí un papel histórico. Algunos dirigentes del PSOE, antes de acceder al gobierno, se habían pronunciado, afirmando que no había delito de rebelión, seguramente, muchos de ellos, querrían haberse cosido la boca. Desde que accedieron al gobierno, después de la moción de censura el 1 de junio de 2018, el gobierno de Pedro Sánchez, no ha hecho nada con respecto a la valoración que la Fiscalía del Estado, ha seguido la misma línea iniciada por el PP.

Pedro Sánchez tiene miedo de los calificativos de la derecha extremada, el propio Rivera lo califica de antemano, jefe de la banda: El problema es que la banda no se ha puesto de acuerdo para repartirse el botín”. Miedo del qué dirán ha sido uno de los motivos por los cuales no se han llegado a acuerdos. ¡Imaginemos lo que dirían si hubiese pactos entre Podemos y ERC!


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