dilluns, 13 de maig del 2013

Espías que algo queda


En Cataluña se está convirtiendo en el país de las maravillas. El gobierno catalán decidió, malinterpretando la manifestación del 11 de septiembre pasado, que había que dar una vuelta de tuerca en sus aspiraciones de autogobierno. Convoco elecciones anticipadas, y para  su sorpresa los resultados no fueron la mayoría absoluta con la que soñaron. En España o vences por mayoría absoluta o eres incapaz de gobernar en minoría. La aritmética parlamentaria sumaba más votos nacionalistas a la causa del soberanismo.

El Parlament ha hecho dos declaraciones en la dirección de los nacionalistas. El TC en un recientísimo Auto ha anulado los efectos –simbólicos- de una de las declaraciones. La palabra secesión se ha empezado a visualizar de forma borrosa en Madrid. Desde el gobierno catalán, siguen su rumbo hacia el simbólico 2014 como horizonte donde se debe realizar una consulta a la ciudadanía sobre el “derecho a decidir”. En Cataluña los únicos desubicados son el PSC. El resto lo tienen claro, de momento. Se crean “estructuras de estado”, expresión difusa donde las haya.

 


La apariencia de realidad es suficiente para convertirla en real. Cataluña quiere proyectar su deseo de autogobierno y para ello crea diferentes entes, iba a decir entes de razón, pero de momento utilizo esa expresión tal como la utilizan –ambiguamente el propio gobierno de la Generalitat. Se hacen pasos para la creación de una oficina de exteriores para difundir el derecho de los catalanes a decidir su futuro. Así, antes de empezar, aparecen noticias sorprendentes. El CNI ha decidido la expulsión del ciudadano Nureddin Ziani. La expulsión según ha explicado no se debe a la conexión con CiU y ser portavoz del soberanismo en el ámbito de la inmigración marroquí –dudo mucho que los marroquíes estén interesados en este asunto-, sino por ser espía del Dirección General de Estudios y Documentación (DGED), o sea, del servicio secreto marroquí.

Lo extraño del caso es el momento oportuno para tramitar su expulsión.  “Así, según el CNI, la nueva vida de Ziani desde marzo de 2012 a la que no tiene nada que reprochar. Antes hubo otra en la que fue “un colaborador muy relevante” de la DGED hasta el punto de poner “en riesgo la seguridad del Estado” español.” (El País, 12-5-2013). ¿Por qué no se le expulso antes del 2012? No hay una respuesta convincente. ¿Es posible que desde Rabat hayan dado la orden para que le expulsen? En la actual situación catalana, la expulsión de Ziani próximo a CiU habrá sentado como una amenaza. Antes de crear un Estado propio ya tenemos un conflicto “internacional” en los que se ven envueltos espías. ¿Ziani podía trabajar para una futura estructura de Estado a imagen y semejanza del CNI?

Si lo que quieren es que nos olvidemos de la crisis y sus irresponsables que son protegidos y amparados por las leyes, que se olviden. Supongo que estos hechos que son anecdóticos podrían ir en aumento. Dice el CNI que Ziani pudo poner “en riesgo la seguridad del Estado” español”, ¿qué significa esta afirmación?; si así fuese el CNI debería haber actuado, de lo contrario habría cometido un delito por falta de omisión. El director del CNI debería dar explicaciones en el Congreso de los Diputados para salvaguardar a la propia institución de toda clase de especulaciones innecesarias.

En definitiva, primer conflicto  entre el gobierno catalán y el español a través de un asunto de espías que puede “enrarecer aún más las delicadas relaciones entre los dos” gobiernos. ¡Suena de fábula!

 

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