dimecres, 14 d’agost del 2019

Recomendaciones veraniegas: Lectura


Reseña:

Jo NesbØ, L’hereu, A tot vent 691, Proa, Barcelona, 2018, trad. Meritxell Salvany Balada.


El heredero [L'hereu] es una historia de penitencia. Una novela que se lee con interés creciente, lleno de suspense y giros sorprendentes, acción a raudales y un montón de cadáveres.

La historia es más o menos la siguiente: Sonny Lofthus, es el preso ideal, para cargar con las acciones de los demás. Acumula condenas a cambio de un chute. Todos quieren a Sonny, en la prisión de Staten. Sonny llora la perdida de su padre, policía que se encontró muerto con una nota de suicidio, desde ese momento, Sonny, ha caído en la pendiente de la autodestrucción. Sin embargo, un día, un recluso le cuenta que su padre no se suicido. A partir de ese momento, Sonny emprende el camino que le llevará  a la reivindicación de su padre y la venganza contra los posibles causantes de su desgracia. Dejo los detalles, para los lectores.

Policías, corruptos, traficantes de droga, inversores inmobiliarios, trabajadores sociales, penitenciarios, todos aparecen en una novela en que las diferentes tramas se van urdiendo para configurar un vasto tapiz de la sociedad contemporánea.

Nadie sale indemne de la mirada escrutadora de NesbØ. No hay moralina, simplemente nos describe sucesos, hechos, valores, motivos. Padres e hijos completan una cadena que va más allá de nosotros y configura una red de conexiones. Los pecados de los padres acaban pesando sobre los hombros de los hijos.

Si quieren acción está es su novela, si lo que quieren es un retrato de la sociedad contemporánea, está es su novela, si lo que quieren es policías que se debaten entre el deber y sus propias limitaciones, está en su novela, si lo que quieren es pasar un rato leyendo una historia, está es su novela.

NesbØ, está llegando a una destreza envidiable en el arte narrativo. Las acciones de la novela negra permiten diseccionar la sociedad, mirar en el lado oscuro de nuestras sociedades, para mirarnos en un espejo que refleja la complejidad de la existencia humana.

diumenge, 11 d’agost del 2019

Llardones: al estiu





Open Arms: salvando vidas

El Mediterráneo- el Mare Nostrum- se ha convertido en un mar de calamidades, unas humanas y otras medioam-bientales. La UE, no hace nada ni en un caso ni en el otro. Vayamos a las calamidades humanas.



La UE “regala” millones a terceros países, para impedir la llegada de migrantes. “La Unión Europea ha invertido 4.000 millones de euros desde 2015 en proyectos para "proteger y asistir" a los migrantes.” Turquía se lleva 6000 millones de € para “proteger el flanco oriental”. Mientras que Libia se lleva 280 millones.


Este problema no puede ser resuelto por un solo país, sino que debería ser asumido por la UE en su conjunto. La cuestión inmediata es ¿qué se hace mientras cientos de emigrantes intentan llegar a las costas de Italia? 

La ONG “Open Arms” lleva acabo una operación permanente para salvar vida, y sin embargo, países como Italia o España, tratan de legislar contra la posibilidad ayudar a personas que naufragan en el Mediterráneo, en lo que va de año han perdido la vida 667 personas según la ACNUR. En el año 2018 la cifra alcanzó los 2000 personas muertas al intentar atravesar el Mediterráneo.

En el libro de Z.Bauman, Retrotopía, se puede leer lo  siguiente: “En The New York Times del 14 de enero, Roger Cohen nos recuerda que, entre 1880 y 1924, Estados Unidos recibió 4 millones de inmigrantes italianos. Cita entonces unas palabras de Leon Wieseltier, de la Brookings Institution: «Fue así como tuvimos a Enrico Fermi, Frank Sinatra, Joe DiMaggio, Antonin Scalia…, y Al Capone. ¿Quién en su sano juicio insinuaría que la inmigración italiana no fue una verdadera bendición para nuestro país?»” (Z.Bauman, Retrotopía, ed. Paidós, Barcelona, 2017, tra. Albino Santos Mosquera)

Los países del Sur, se olvidan con mucha facilidad que nosotros eramos migrantes, y que ahora, debido a la globalización, somos países de acogida –mejor, dicho, tratamos de poner todos los medios a nuestra disposición para evitarla-. 

Open Arms con sus operaciones de salvamento ¿ayuda al problema o lo hace más difícil? Existe una palabra para explicar lo que hace, se denomina iatrogenia*. La palabra no es muy amable, el diccionario de María Moliner, nos dice que la iatrogenia significa “Daño causado por un examen o tratamiento médico en un paciente”. ¿Podemos aplicar este concepto a las operaciones de salvamento? ¿Es posible que al intentar hacer un bien, acabe siendo perjudicial a los posibles beneficiarios? ¿Sería más beneficio que no hubieran salvamentos?, ¿Podemos dejar morir a cientos de personas por nuestra inacción? ¿Deberían la Marina de los países mediterráneos impedir que se acerquen las embarcaciones a aguas territoriales?

¿Es posible que las acciones de Open Arms sean contraproducentes? ¿No ponen énfasis en la inoperancia de los Estados, y como consecuencia reaccionen –los Estados- como lo hacen? La migración intentará llegar a Europa, con o sin ayuda, la cuestión es ¿si los “salvamentos humanitarios” ayudan o aceleran este proceso? Se han salvado cientos de vidas, gracias a las acciones de Open Arms y demás organizaciones, a pesar de los países que firman protocolos de toda clase pero que acaban convirtiéndose en papel mojado. No estoy sugiriendo que no se haga nada, sino que tal vez esas acciones humanitarias, tengan un coste de más restricciones en los países que son el destino de estos migrantes.

Los hechos han demostrado que lo países – en los países democráticos nuestros representantes, son el reflejo de nuestras sociedades-, no tienen conciencia, los “otros”, pueden ahogarse, porque no es “nuestro problema”. Si esos migrantes llegasen en avión podrían pasar por turistas, pero todos los que se han embarcado, no van de gratis, han tenido que pagar a mafias para conseguir su rincón en esas embarcaciones frágiles, tripuladas por bandidos que no dudan en deshacerse del pasaje a la menor contingencia que pueda perjudicarlos.

Deberíamos ser conscientes que la migración seguirá siendo un problema a escala global. Los que intentan atravesar en embarcaciones son los más desfavorecidos. La UE cuenta con cerca de 508 millones de habitantes, las desigualdades entre países en enorme, entre los países del antiguo telón de acero y los países occidentales. En 2017 había casi 22 millones de personas que eran ciudadanos de terceros países de la UE. En España la cifra de migrantes ronda el 9,45%, es decir, hay cerca de  4.464.997 migrantes.

La percepción de que lo migrantes nos invaden ha sido uno de los cuentos que la derecha extremada ha utilizado para generar miedo y rechazo. 


Fuente: Eurostat


El miedo seguirá siendo  el mejor lubricante para la derecha extremada y demás partidos políticos que siguen esa estela peligrosa, que obtiene réditos fáciles sin tener que dar soluciones realistas. La migración es un problema global, y debería intentarse resolverse globalmente, tanto en origen como en  destino. Mientras tanto, Open Arms seguirá intentando salvar vidas en un mar que engulle a los más pobres.

PD: Aparece hoy (12/8/19), en el Ara.cat, un artículo de Vice Fisas, titulado, Geopolítica dels nàufrags a la Mediterrànea, que reflexiona con datos estadísticos y un análisis demoledor sobre las buenas intenciones.



* Para una revisión del concepto de iatrogenia, nada mejor que leer el libro de Nassim Nicholas Taleb, Antifrágil. Las cosas que se benefician del desorden, Actualidad, Colección Booket, Barcelona 2016, trad.Genís Sánchez Barberán y Albino Santos Mosquera. Cap.7

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