Carles Puigdemont ha sido demonizado por el gobierno del PP y todas sus fuerzas auxiliares. EL gobierno del PP ha decido que no puede ser candidato a la Presidencia de la Generalitat. Este veto, es simplemente, una cuestión de testosterona. Pero para hacerlo más creíble, utilizan a la judicatura para que apuntale ese flanco.
El TC que por cierto, ¿cómo puede ser juez y parte en este conflicto? ¿Quién controla al TC? El propio TS también ha entrado en esa vorágine de despropósitos jurídicos. Se ha decretado la muerte política de un ciudadano que puede pasearse por Europa sin ningún impedimento, pero que si entra en territorio español, será detenido inmediatamente, por un ramillete de delitos todos ellos a cuál más grave y más descabellado.
El President del Parlament, el Sr. Torrent, está atado de pies y manos, por un lado, la intromisión intolerable del TC y TS en el quehacer del Parlament, reescribiendo el Reglamento de la Cámara y el Estatut de Catalunya. El President del Parlament, no puede obviar el resultado de las elecciones del 21-D. En ellas, la mayoría independentista, tenía y tiene en Puigdemont, al candidato que reúne los votos para salir elegido en primera votación.
El gobierno del PP, no quiere que Puigdemont vuelva a presidir el Govern de la Generalitat. La Generalitat fue suspendida por una interpretación alucinante del art.155, en el que no había nada escrito, pero que el Gobierno del PP ha escrito para la ocasión. Destituyendo al Govern legítimo de Cataluña, su Parlament, encarcelando a la mesa del Parlament, y al Govern. El aval constante del TC ha sido un arma formidable para generar la ilusión de legalidad.
Roger Torrent
La vuelta de Puigdemont, a la Generalitat, es lo que los votantes han querido, y eso, el Gobierno central no está dispuesto a aceptar. Para ello ha dispuesto a unos rehenes que cumplen ya condena, antes que se halla juzgado el caso. Quieren la humillación y la derrota personal de los actores principales. No les importa que se salten todas las normas, o que las reinterpreten de manera indecente.
¿Qué hacen aún Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart en prisión preventiva? Nada menos que un Magistrado del TS, los mantiene por si acaso generan con su salida de prisión violencia. Este mantenimiento en prisión es prevaricación. Pero nadie parece importarle.