dimarts, 3 d’abril del 2012

100 días (II)

Cien días de tregua es la temporalidad que se da a los gobiernos entrantes para empezar a ver que quieren hacer. El gobierno del Rajoy ha tratado de ocultarnos sus intenciones. Hemos tenido que esperar a las autonómicas andaluzas –triunfo pírrico de J.Arenas- para saber inmediatamente los recortes generalizados en todos los Departamentos. Sabemos que el ejecutivo tiene como prioridad no a los ciudadanos, sino la financiación de la deuda. Vivimos y trabajamos para los bancos. ¡Alto. Algunos ni siquiera tendrán que pagar lo que muchos estamos pagando!



Se recorta en todo, porque la situación, nos dicen, es desesperada, mientras si inmutarse regalan a los delincuentes de cuello blanco una amnistía fiscal. Piensa regalar el 90% de la recaudación a los defraudadores. Una vez más si que hay lucha de clases. Unos pagan –las clases que nos controlan con los rendimientos del trabajo- y otros, pueden evadir la fiscalidad a través de múltiples canales. ¡Qué no nos vengan con los mantras de siempre!

Cien días y las cosas se han puesto insoportables. ¡Y lo que nos queda! La crisis afecta a todos los países, pero el ritmo de destrucción del Estado del bienestar es muy diverso. Repito, todo este esfuerzo –inútil- de recorte es simplemente para decirle a los mercados que somos sumisos y confiables. En vez de reunirse nuestros gobernantes y establecer un ritmo acorde con las necesidades de cada sociedad, ¿por qué esa prisa en reducir el déficit? Si el BCE puede “regalar” un billón de euros a la banca, ¿por qué no invertirlo directamente en reactivar la economía? ¿por qué no nacionalizar la banca que está es situación de riesgo?. Por cierto, ¿cuándo dimitirá el gobernador del BE?

Reforma laboral ha sido la estrella del gobierno de Rajoy. En plena recesión, con los niveles de desempleo más altos de la OCDE, sin perspectivas de reactivación económica debido a la falta de inversión, producto a su vez, de la absoluta opacidad de los bancos a otorgar créditos, el gobierno ha creído que con la Reforma laboral Real Decreto-ley 3/2012, de 10 de febrero, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral. Las posibilidades para agravar la situación de precariedad se hacen más profundas. Incluso, en el ámbito público hay medidas para la precariedad. Se habla de empresariado de manera ambivalente. Invertir en proyectos empresariales resulta cada vez más difícil. Los márgenes de benefici0 son pequeños, y probablemente, resulta más rentable el juego especulativo. Así que ciertamente, el gobierno de turno, cualquier gobierno, debería facilitar las posibilidades administrativas para poner en marcha proyectos. Los bancos deberían prestar dinero, el problema es que no quieren prestarlo, sale más a cuento comprar dinero al 1% del BCE y comprar Letras del Tesoro a un interés mucho más alto. El beneficio es seguro y no hay que hacer nada. Mientras no se les obligue a los bancos a realizar su cometido, es decir, dar prestamos, el problema de la reactivación va para largo.


 
Los empresarios tienen una dimensión social, lo quieren o no. No vale simplemente el beneficio puro y duro. Para eso están los fondos de inversión. Pero si se quiere crear una empresa, aparece inmediatamente la otra cara de la moneda: los trabajadores. Sin trabajadores tampoco puede haber empresas. Si las condiciones de trabajo son cada vez más precarias, si el futuro mediato está en entredicho, ¿de qué sirve toda esa palabrería del management? La propia dinámica del modelo del mercado laboral tiende de forma perversa a hacer circular a los trabajadores. Si no se crean bases de confianza, si cada uno cree que el otro actúa de mala fe, la relación se hace insoportable. No vivimos en China. Tal vez algunos empresarios les gustaríamos que todos cobrásemos como los chinos -250 € al mes-.Pero en España eso no es posible. No tenemos los salarios más altos de Europa. Es verdad siempre hay otros más desesperados que nosotros. Polonia, Rumania, Hungría, Eslovaquia son lugares atractivos para invertir. ¿Qué pasa entonces aquí?

El gobierno quiere abaratar los despidos. Lo que hace falta no son despidos, sino contrataciones. Pero nuestra estructura productiva está completamente desequilibrada. ¡Adiós al ladrillo y hola al infierno! Nuestra industria turística está en la cuerda floja. Sin perspectivas de futuro, navegamos a la deriva. Con la reforma se pretende que los marineros se lancen al agua para tapar los agujeros del casco de la nave. Mientras los “oficiales” seguirán en sus puestos.

La reforma no producirá empleos porque el BOE no lo hace. Pero el BOE podría hacer cosas que los gobiernos si pueden. Dar explicaciones sobre nuestra situación, explicar porque es tan urgente reducir el déficit cuando se podría hacer gradualmente; concertarse con los demás países para establecer medidas contra el blanqueo de capitales. Parar inversiones –AVE- que no sirven para nada, excepto para recoger votos. Establecer armonizaciones fiscales en todos los países de la zona euro. Establecer programas de actuación a medio y largo plazo para reestructurar nuestro sistema productivo. Promover una reforma educativa consensuada para que se pueda aplicar en la próxima década. Invertir en I+D. Los gobiernos no pueden decirnos que todo lo que tiene que ver con el bienestar de los ciudadanos pasa a segundo plano para darle a los bancos lo que previamente han evaporado. Se requiere un mensaje de futuro y de esperanza, pero desgraciadamente, nuestros gobernantes han entrado en una espiral de pánico y nos están contagiando. Los únicos que no pierden “oportunidades” son los mercados. Tienen a su favor el miedo de los gobiernos y por extensión de la ciudadanía.

dilluns, 2 d’abril del 2012

100 días (I)


El gobierno acaba de cumplir 100 días en el cargo. El tiempo pasa volando, y el gobierno acumula decepciones. El cambio, el eslogan del PSOE se hace del PP sin el menor asomo de duda. El cambio de gobierno nos hace ver los límites de los gobernantes. Se dice que el PSOE y el PP son lo mismo. No es verdad. Se aparecen mucho, ambos tienen dimensión imperial. Más allá de la retórica, ambos son centralistas. Les cuesta creer que Cataluña y Euskadi quieran algo más que autonomía. Las medidas del PP son según ellos, las únicas medidas que se pueden tomar en tiempos de crisis. Esa es la retórica de la ideología popular. Wert y Gallardón nos amenizan con exabruptos ideológicos de gran calado. El primero para indicarnos que la enseñanza sólo valen los valores que ellos consideran adecuados. Nada menos que una materia residual como “Ética para la ciudadanía” que se da en tercero de la ESO, ha sido uno de los blancos de ataque del PP y sus medios de comunicación afines. Al parecer en esa materia los profesores que la daban intentaban “lavar el cerebro” a esos pobres jóvenes que se veían inmediatamente influidos por la verborrea del profesor. El Sr. Wert al parecer no tiene ni idea de lo que son esas clases. Al Sr. Wert lo han asesorado estupendamente los servicios ideológicos de la derecha que mezcla alegremente la moral cristiana con los valores más conservadores de la sociedad española.



No insistiré en derroche de mala fe de los medios afines de la derecha más extrema sobre una materia como la que se ha hecho escarnio. Los valores democráticos son vistos por esos “luchadores por la libertad” -¡cuánto les gusta esa imagen!- como peligros inminentes de desintegración de los valores de la derecha más extrema. En él preámbulo de la materia se inicia con la siguiente declaración: La Unión Europea incluye como objetivo de los sistemas educativos velar por que se promueva realmente, entre la comunidad escolar, el aprendizaje de los valores democráticos y de la participación democrática con el fin de preparar a las personas para la ciudadanía activa, en sintonía con la Recomendación (2002)12 del Consejo de Ministros del Consejo de Europa. Por otra parte, la Constitución española en su artículo 1.1 se refiere a los valores en que se debe sustentar la convivencia social que son la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político y, en el artículo 14, establece la igualdad de todos ante la ley y rechaza cualquier discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.(Real Decreto 1631/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria)

Mientras que la extrema derecha, en España se ha incluido –iba a decir que afortunadamente- en el PP, la materia ha sido desde el principio objeto de recurso, el PP ha conseguido la utilización de la vía judicial cuando en el Parlamento – estatal u autonómico- ha perdido en las votaciones, recurrirlo a través de las instancia jurídicas. Dicha utilización es un fraude de ley. Ahora, con el cambio de gobierno, adiós a la “Ética para la Ciudadanía”. El episcopado español está de enhorabuena, sus súplicas han sido atendidas. ¡Suerte que vivimos en un Estado aconfesional!



El otro ministro más llamativo es Ruiz Gallardo. Desde su atalaya en la Alcaldía de Madrid ha sido la cara “amable” de la derecha. Error. Desde que ha sido nombrado para ministro de Justicia, su actividad se ha desplegado para abortar el aborto. Al Sr. Gallardón no le gusta la actual Ley sobre dicho tema. ¿Qué quiere? En sus declaraciones destila “superioridad moral” sobre la necesidad de tutelar a las mujeres. Eliminar la ley de plazos es el objetivo, así los explica el artículo de Gabriela Cañas “Aborto, no” que aparece en El País (2/4/2012). Suscribo las ideas que la articulista subraya. Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo.En definitiva, el TC ha dictaminado que la interrupción del embarazo es plenamente constitucional. El problema es que el Sr. Gallardón y todos aquellos que suspiran por los valores confesionales, pretenden retrotraernos a épocas pasadas. ¿Acaso tiene sentido, pensar, que desaparezca las leyes que despenalizan el aborto? ¿Alguien se acuerda cuando muchas mujeres españolas tenían que cruzar la frontera para abortar? Según Gallardón, quien aborta es porque se le obliga, como dice hay una “presión estructural” que les convierte en abortistas irredentas. Gallardón es la punta del iceberg confesional que intenta, siempre que puede, imponer a los demás sus propios valores. ¡Nadie está obligado a interrumpir el embarazo! Sin embargo, quien por las causas que cada mujer determine como necesarias tiene la facultad de decidir si lo interrumpe o no. Esta libertad es la que querrían eliminar la derecha moral.

diumenge, 1 d’abril del 2012

¡No acosen a los ricos!


El gobierno en su lucha contra los males de la crisis ha establecido una amnistía fiscal, para aflorar hasta 25.000 millones de euros defraudados a Hacienda. El Gobierno perdonaría los impuestos y las multas y recaudaría solo el 10% de ese capital blanqueado, 2.500 millones. ¡Los del PP si saben cuidar a sus amigos! Los recortes del gobierno resultar ser lo que falta por aflorar de esa economía que no paga a Hacienda. Se decía que Hacienda somos todos, falso. Unos más que otros. Los asalariados somos los que cargamos con todo el peso de la crisis. El perdón fiscal es absolutamente injusto y nos obliga a preguntarnos ¿por qué tengo que ser el único que contribuye a las cargas del Estado? Mientras exista esta diferenciación entre riquísimos y los demás, los gobiernos parecen más interesados por cuidar de esos ciudadanos delincuentes, que no rompen cristales, pero que dejan a la intemperie a cientos de ciudadanos al no pagar los impuestos que ayudarían a la sanidad, educación y los recortes sociales.



Rajoy dijo, cuando el anterior gobierno de Zapatero quiso hacer los mismo, que era una “ocurrencia”. Es más la campeona de moralidad política, la Sra. Cospedal dijo: “Es impresentable que se dé una amnistía fiscal a aquellos que hayan defraudado a Hacienda”. Ahora, lo que pretenden hacer es correcto, simplemente, porque lo hacen ellos. Con la amnistía fiscal, el Estado abandona el 90% de lo defraudado a los bolsillos de los delincuentes fiscales. ¡Cómo se puede pedir ajustes desmedidos, cuando se perdonan aquello a lo que están obligados! El gobierno es duro con las clases más desfavorecidas, pero resulta ser muy flexibles con los poderosos. Decía Marx que el Estado (burgués) no es más que "una comisión administradora de los negocios comunes de toda la clase burguesa”. El tiempo de Marx es muy diferentes al mundo actual. Sin embargo, hay un sentimiento que desde la caída del Muro de Berlín (1989) el capitalismo financiero –global- parece haber cerrado el contrato social –implícito- que nació después de la Segunda Guerra Mundial (1945) y que permitió una voz y salida (A.Hirschman) a la clase trabajadora, por temor que esa clase se escorase hacia la destrucción del capitalismo. Eliminado el enemigo –comunismo- el capitalismo global parece que no tiene inconveniente en destruir lo construido en aras de una hegemonía absoluta global.

dissabte, 31 de març del 2012

29-3-2012 en Sabadell

Los ecos de las manifestaciones siguen ocupando espacios estelares en la prensa. Los ecos, desgraciadamente, se los llevan los actos vandálicos. En el mundo del espectáculo en el que vivimos, nada mejor que llamar la atención a esos actos delictivos, que la manifestación de cientos de miles de personas protagonizaron contra los recortes del Estado del bienestar.

A título de ejemplo, quisiera describir la participación de una manifestación en Sabadell. El lugar de encuentro era junto al Corte Inglés. Mucha gente, pensaba que todas los sindicatos se reunirían allí. Pero no, fue la primera sorpresa desagradable. El espacio lo ocupaba la CGT. Había mucha gente que no era de este sindicato. Nos dijeron que CCOO y UGT estaban en otros puntos de reunión. A medida que la gente se reunía se empezaron a corear consignas, tan gastadas, que parecía poco prometedor. Se descalificaron a los demás sindicatos, al parecer CGT veía como “enemigo objetivo”, no a los recortes del gobierno, sino a los sindicatos mayoritarios.



Se empezó a movilizar la manifestación en dirección a plaza de Catalunya. Consignas caducas, “el pueblo unido...”, pensaba que ese pueblo, al menos muchos de ellos, han votado al PP, no estaban en esa manifestación. Había trabajadores de la enseñanza, camisetas amarillas, trabajadores, en general eran jóvenes. Subimos por Ronda Zamenhof, en obras, las consignas eran poco imaginativas, mientras íbamos subiendo la Ronda, pensaba que podemos hacer el día después de esa manifestación. El gobierno central y autonómico, nos dicen que hacer manifestaciones es inútil, que solamente hay que aceptar los recortes, por nuestro bien. A la altura de la plaza Granados, un grupo de encapuchados había empezado a hacer pintadas en bancos y cajas de ahorro. ¿Podía decirles que pararan? Giramos hacia Avinguda de l’Onze de Setembre y Via Massagué. Esos grupos seguían pintándolo todo a su paso. Los de la CGT no parecían muy preocupados por lo que sucedía en la periferia de la manifestación. Se los veía muy organizados. Eran muy jóvenes. Pretendía hacer cerrar algún bar o tiendas. Se lanzó pintura en el edificio donde está la sede del PP. No había señales de su existencia. Al pasar junto a la Iglesia de la Concepción, “milagrosamente” se pasó despreocupadamente. En ese momento, hablé con otros trabajadores que llevaban pegatinas del CCOO y les pregunté donde estaba la manifestación, miraban el río de gente que llevaba CGT con envidia y desconcierto. Se giro por el Carrer de les Valls, y allí un grupo intentó violentamente entrar en el Condis. Llevaban palos e intentaban que cerraran. La riada de gente seguía su curso. En ese punto fui directamente al Ayuntamiento. No había nadie. ¿Dónde se habían metido? Desconcertado estuve sentado unos minutos, antes de decidirme a desandar lo recorrido.





¿Eso era todo? Desunión sindical, visto el recital de la CGT es claro que los sindicatos mayoritarios deben intentar desmarcarse de un sindicato más preocupado que cierren los pequeños negocios, agobiados por la crisis, que por denunciar a los gobiernos, exhibiendo un matonismo fuera de lugar y que sólo hace daño al movimiento sindical. ¿Qué tenía que haber hecho? ¿Denunciar a los vándalos? ¿A qué instancia? ¿Habrían ido a evitar las pintadas, y lo que es peor, hubieran evitado el miedo de los pequeños negocios? Con “sindicatos” como CGT no es necesario la CEOE, ellos mismo son el peor enemigo para la reivindicación de los derechos laborales que están siendo destruidos. En sociedades avanzadas, no es posible la maximalismo. La experiencia demuestra que los avances son graduales, es verdad que estamos en una espiral de desmantelamiento de derechos, los sindicatos mayoritarios tienen el triste papel de negociar en condiciones precarias. Sin embargo, si lo que quieren es destruirlos, y al parecer esa es la última intención, estaremos abocada a que la CGT de turno ocupe su lugar, y en esa situación lo visto en Barcelona, por ejemplo, puede ser un recordatorio de lo que puede suceder si no existen cauces de diálogo entre los diferentes agentes sociales.

divendres, 30 de març del 2012

El Estado enseña músculo

Hace una semana la policía francesa abatió a Mohamed Merah, autor, de los asesinatos del colegio judío (4) y la muerte de 3 militares de origen magrebí. La muerte del asesino confeso, según se ha dicho, a manos de la policía de un tiro en la cabeza, después de más de un día atrincherado en su viviendo, ha conmocionado Francia. Se ha hablado que con su muerte la democracia podría dormir más tranquila, y disparates similares.



Resulta llamativo que un solo individuo pueda generar la histeria gubernamental. Se habla de guerra contra el enemigo, cuando al parecer actuaba solo. Desafortunadamente, la posibilidad de que alguien empuñe una pistola no es algo imposible. Lo llamativo es que se pretenda insinuar que el Estado quede desnudo ante desalmados como Merah.

Temo que se haya hecho espectáculo para beneficio de Zarkozy. El despliegue de medios, sólo era un hombre, superaba cualquier medida. El Estado se ha exhibido ante las cámaras televisivas. La muerte anunciada de un asesino ha permitido demostrar que el Estado existe, aunque sólo sea para aplastar a un asesino.

dilluns, 19 de març del 2012

Dolor en Toulouse


La muerte se esconde en cualquier parte, pero cuando se mata a niños que van a la escuela y que su único delito es ser judío, entonces la muerte se disfraza de fanatismo. El resultado del odio ha sido la muerte de tres niños y su profesor. Como la casualidad juega con nosotros, dos de los niños eran hijos del profesor y la otra una niña que era hija del director del centro Ozar Hatora de Toulouse. Al parecer el arma asesina ya había sido utilizado en dos atentados ocurridos en las inmediaciones de Toulouse asesinaron a un militar y posteriormente a otros dos más, todos ellos de origen magrebí. ¿Estamos delante de un asesino racista?


 
El asesinato de niños resulta imposible de comprender. Que lo sean porque son judíos, la historia reciente de Europa ha sido prodiga en actos de barbarie sin parangón en la historia de la humanidad. ¿Qué pensaran los padres de los otros niños de ese colegio para judíos? Francia, como cualquier país moderno, no está exento que cualquier fanático pueda asesinar. ¿Quién puede asesinar impunemente a los niños?

Sus muertes nos recuerda la locura humana, aunque pueda ser revestida de excusas ideológicas. El siglo XX demostró sobradamente que el fanatismo y las ideologías conducen a desastres que nos deshumanizan. No sentir compasión por sus familiares ni amigos ante el absurdo de unos hechos que no tienen explicación, nos encaminaría otra vez hacia la barbarie. ¿Acaso no estamos ya vacunados después que Primo Levi, J.Améry, J.Semprún, Evgenia Ginzburg, A.Solzhenitsin, y tantos otros, nos hayan explicado en que acaba el odio y el fanatismo?

diumenge, 18 de març del 2012

El desierto de lo real


No me siento con ganas de escribir sobre lo de siempre, Siria y sus muertes anunciadas, la EU donde lecciones de todo, excepto de humildad, donde los poderosos se han dejado de manías para lanzarse a la yugular de ciudadano que aún no sabe lo que está pasando, excepto, que si siguen las cosas por este camino, puede verse en problemas de exclusión social.





Adiós al Estado del Bienestar en nombre de la economía financiera. Los países europeos deben hacerse el harakiri para contentar a la banca y los inversores. No importa que el BCE “regale” hasta ahora un billón de euros a la banca. No importa que se recorten prestaciones sanitarias, ni recortes en sanidad, ni en las prestaciones por desempleo, ¡Todos a la calle! ¡Adiós al Estado providencia! ¡Bienvenidos al desierto de lo real!