diumenge, 15 de gener del 2012

S & P






¡Manos arriba, esto es un atraco!


Standars & Poor’s acaba de decirnos que la deuda soberana de Francia y otros países no es de fiar. ¡Alabado sea Standars & Poors por ofrecernos certidumbres en medio de la incertidumbre que generan los Estados! ¿Qué nos digan que fiabilidad tienen nuestros gobernantes? ¿Qué nos digan cómo acabar con la crisis?¿Qué nos digan cómo los países “basura” podrán devolver los prestamos que antes nos han anunciado que no podrán devolver? ¿Qué nos digan, en fin, qué quieren?

diumenge, 8 de gener del 2012

"Riña de gatos" (y perros)


Acabo de leer “Riña de gatos. Madrid 1936” de Eduardo Mendoza, premio Planeta 2010. Eudardo Mendoza es un escritor excelente, lo demostró con “La verdad sobre el caso Savolta” (1975), especialmente notable fue su obra “La ciudad de los prodigios” (1986), o bien, “El asombroso viaje de Pomponio Flato” (2008). Premios y reconocimientos que Mendoza merece sobradamente.


La imaginación y la memoria me juega malas pasadas porque de manera inconsciente esta novela que quisiera comentar “Riña de gatos” me hace saltar a otra novela de Muñoz Molina que la sitúa en la misma época. Mendoza juega a un tono ligero. Una comedia llena de enredos e intrigas y un sabor castizo que quiere ser eso, una comedia, donde los personajes son ligeros en medio de un ambiente sobrecargado de ideologías.


La novela tiene una trama detectivesca. La posible existencia de un cuadro desconocido de Velázquez es el motor de toda la trama. Y la entrañable figura de Anthony Whitelands el protagonista, a su pesar, de un entramado de conspiraciones entre miembros de Falange, militares golpistas, miembros del lumpenproletariado y una familia de la nobleza madrileña. Ingredientes más que suficientes para hilvanar una historia amena y entretenida. Si el trasfondo es el Madrid de 1936, la realidad que se deja traslucir es sólo un telón para las correrías de los personajes.

En esta historia hay amor y desamor, envidias y rivalidades, sacrifico y mezquindades, es decir, como la vida misma. Por ello, la novela se deja leer fácilmente. No en vano, el Premio Planeta, es el vehículo que hace posible que miles de lectores se acerquen a la lectura.




Si la construcción de la trama está hecha con acierto, hay excelentes digresiones sobre la historia del arte, y los personajes, reales e imaginarios que aparecen están resueltos con acierto, el final, parece demasiado precipitado, como si su autor quisiera dejarlos, abandonarlos a su suerte. Una suerte que permite entender una de las constantes del escritor. Hay un auténtico afán de deshacerse de cualquier trascendencia, de adquirir cualquier perfil de importancia, Eduardo Mendoza no quiere ser un escritor de referencia –Muñoz Molina-, lo suyo es una literatura que se sabe efímera, que no quiere ser un clásico –como lo será “La noche de los tiempos” de Muñoz Molina-, es un escritor anticlásico, si es que esta etiqueta tiene algún significado.


En tiempos como los nuestros, la actitud de Mendoza es digna de tener en cuenta. A medida que iba leyendo y sonriendo, ante las peripecias de “Vitelas” como le llama uno de los personajes que aparecen en la novela,uno no deja de pensar en la otra novela “La noche de los tiempos”, donde los personajes son trágicos como lo serán los destinos de todos los españoles que vivieron aquellos dramáticos hechos. La utilización de un extranjero “un inglés” le permite a Mendoza, tomar distancias sobre lo que se cernía en la España del 36. El personaje está fascinado por Velázquez y la cultura del siglo de Oro, pero no tiene convicciones ideológicas, su causa es la pintura, el arte. Y está desafección ideológica, le permite ver lo que aparece como un desatino, y una locura. En la distancia esa locura tuvo que ver con las ideologías y también con las circunstancias concretas y precisas de una España que quería ser moderna, pero estaba prisionera de sus tradiciones que acabaron por estallar de manera trágica en julio del 36. La República fue asaltada por aquellos que habían jurado lealtad, el resto es nuestra historia reciente. Una historia que aún escuece, por ello, “Riña de gatos” es un bálsamo, puede parecer poca cosa, pero en tiempos donde la crispación se hace virtud, la novela ayuda a contrarrestar esa bilis que aún circula cuando se habla de la España del 36.

dijous, 5 de gener del 2012

Trabajo infantil



En este día conviene recordar aquellos que son injustamente olvidados, los niños, por los que debieran protegerlos, sus familias, la sociedad y el Estado.

 


"Se calcula que en todo el mundo hay 158 millones de niños y niñas de entre 5 y 14 años que trabajan, lo que equivale a 1 de cada 6 niños y niñas. Millones de niños y niñas trabajan en condiciones de peligro.

■En África subsahariana, aproximadamente 1 de cada 3 niños y niñas trabajan, lo que representa una cifra de 69 millones de menores de edad.

■En Asia meridional hay otros 44 millones niños y niñas que trabajan.

■Las estimaciones más recientes de este indicador se exponen en la Tabla 9 (Protección Infantil) de la publicación anual de UNICEF Estado Mundial de la Infancia.

Los niños y niñas que viven en los hogares más pobres y en zonas rurales tienen más probabilidades de ser víctimas del trabajo infantil. Por lo general, el trabajo doméstico recae en su mayor parte en las niñas. Millones de niñas que trabajan como empleadas domésticas están expuestas a la explotación y el maltrato.

El trabajo suele interferir con la educación de los niños y niñas. Velar por que todos los niños y niñas vayan a la escuela y reciban una educación de calidad son las claves para prevenir el trabajo infantil."













dimarts, 27 de desembre del 2011

Las torres del 11-S


Escribir sobre “La torre elevada. Al-Qaeda y los orígenes del 11-S” de Lawrence Wright, ganadora del Premio Pulitzer y editada en Debolsillo, resulta tarea casi imposible. El libro es un ejercicio brillante de lo que Timothy Garton Ash denominó “historia del presente”. Es un ejercicio de periodismo, literatura e historia que de la mano experta de Wright se lee como si una novela de Le Carre se tratase. Pero aquí la ficción es superada por la realidad de unos hechos que hacen del 11-S un antes y un después. El siglo XXI empieza con el ataque a las Torres Gemelas. Desde otra perspectiva, Don Delillo en su “El hombre del salto” col.Austral, narra desde la literatura, fragmentos de lo que sucedió con el derrumbamiento de las Torres. Algo parecido fue el intento de Luis Mateo Díaz y “La piedra en el corazón” Galaxia Gutemberg-Círculo de Lectores. Barcelona, 2006, donde se habla del 11-M en Madrid.





El libro “La torre elevada” debería ser de lectura obligada en el FBI y la CIA. Ambas organizaciones –interior y exterior- protagonizaron un juego de despropósitos que posibilitó la catástrofe del 11-S. La lectura del libro se funda en las conversaciones de los protagonistas en esta historia de humillación y exaltación de EE.UU. Los personajes que aparecen en el libro son eslabones de una cadena que acaba como todo pudimos ver por televisión el 11 de septiembre del 2001.


La historia de esta tragedia empieza muy atrás en el tiempo. El libro con agilidad y amenidad desarrolla el “dramatis personae” de esta historia que jamás debiera haber ocurrido. Pero la historia tiene nombres propios: Sayyid Qutb, Ayman al-Zawahiri, Osama bin Laden, Arabia Saudí, Afganistán, Pakistán, Ocupación soviética en Afganistán, al-Qaeda (la base), Abdullah Azzam, Abu Hafs, Abu Ubaydagh, Abu Hayer, el doctor Fadl y Wa’el Yulaidan, junto con Bin Laden, se reunieron el 11 de agosto de 1988 para debatir el futuro de la yihad. La fundación de al-Qaeda se realizó el 20 de agosto.


Cuando las tropas soviéticas se retiraron de Afganistán (15/2/1989), en el ideario imaginario de Bin Laden, se fraguó la ilusión que fueron ellos –los yihadistas- los que expulsaron a los apóstatas de territorio afgano. La pugna entre al-Zawahiri y Bin Laden generó al-Qaeda. Al-Zawahiri necesitaba el dinero que tenía Bin Laden y esté necesitaba a los yihadistas.


                                                                        Bin Laden y Zawahiri


El libro narra de manera magistral el recorrido vital de al-Zawahiri. Este médico egipcio que logró reclutar a “médicos, ingenieros y soldados. Estaban acostumbrados a trabajar en secreto. Muchos de ellos habían estado en la cárcel y ya habían pagado un elevado precio por sus ideas. Ellos serían lo que se convertirían en los jefes de al-Qaeda” (pág.165).


Bin Laden regresó a Arabia Saudí, y posteriormente se retiró al Sudán. El gobierno sudanés quería el dinero de Bin Laden y este ofreció generosamente su dinero. El libro narra el cambio de percepción de Bin Laden durante su estancia en Arabia Saudí y posteriormente en el Sudán. Bin Laden sentenció lo que parece una premoción: “Esas imponentes torres simbólicas que hablan de libertad, derechos humanos y humanidad” (pág.222). Hablaba de las torres gemelas. Lo que acabará odiando son estos logros de occidente y que en su visión eran incompatibles con el verdadero creyente musulmán. Hay que recordar que la familia Bin Laden se dedicaba a la construcción. El propio Bin Laden también se dedicó a la construcción. El libro reconstruye la vida privada de Bin Laden de forma ecuánime y medida.


Esas torres eran una llamada irresistible para los terroristas. Así, el 26 de febrero de 1993, Ramzi Yusef entró en el aparcamiento del World Trade Center al volante de una furgoneta repleta de explosivos. Salió del edificio para contemplar su derrumbamiento. La explosión no logro su objetivo pero destruyó seis pisos. Murieron 6 personas y resultaron heridas 1042 personas. Cuando el director del FBI en Nueva York fue a ver lo sucedido y comprobó los daños comentó a un ingeniero: “Este edificio se mantendrá siempre en pie” (pág.225). El autor del atentado salió tranquilamente hacia Pakistán. La mente de Yusef se pobló de objetivos grandiosos y espectaculares. Él es, a juicio de Wright, el que posibilitó e hizo verosímil los atentados del 11-S. Yusef había aprendido a fabricar bombas en un campamento de al-Qaeda en Pakistán. Posteriormente, en una operación encubierta fue detenido y trasladado a EE.UU.


Incomprensiblemente, Zawahiri apareció en EE.UU un mes después del atentado de Yusef. Estuvo en California recaudando dinero en diferentes mezquitas. La razones aducidas eran recaudar fondos para los niños heridos por bombas sembradas por los soviéticos. Nadie conocía en EE.UU su papel en el entramado de al-Qaeda.


Los capítulos dedicados al entramado de las diferentes agencias de seguridad norteamericanas y sus responsables son unas de las secciones más apasionantes del libro. También sus querellas particulares las que hicieron posible que los terroristas acabaran realizando sus ataques.



Una anécdota cruel: El responsable del FBI en Nueva York, John O’Neill, intentó por todos los medios conseguir los expedientes que la CIA guardaba –no se sabe para qué-, y que hubiesen posibilitado investigar en EE.UU los miembros que subieron a los aviones suicidas. Durante más de un año la CIA sabía de la existencia de las células de al-Qaeda, mientras que el FBI carecía de esa información. O’Neill se labró enemigos de la misma manera que acumulaba amantes. O’Neill acabó dimitiendo del FBI y se incorporó el 11-S al World Trade Center como jefe de seguridad en edificio. Murió tratando de ayudar a las víctimas del atentado.       
                                             

diumenge, 25 de desembre del 2011

¡ Feliz Navidad !

                                                             Feliz Navidad y mejor 2012


diumenge, 18 de desembre del 2011

De la fregona al bossón de Higgs.


El inventor, Manuel Jalón Corominas, ingeniero aeronáutico, fue el creador de la fregona. Ha muerto a los 86 años en la ciudad de Zaragoza. La fregona puede parecer poca cosa, pero fue un salto –iba a decir, cuántico, pero parecerá una exageración- extraordinario para liberar a las mujeres del trabajo poco agradecido de fregar los suelos. Recuerdo a mi madre limpiando el suelo con una bayeta y el cubo de agua a mano. El trabajo era tedioso, y dejaba la espalda hecha polvo. La invención de la fregona supuso un salto “evolutivo” en el trabajo doméstico. Limpiar el suelo con fregona elevó la estatura social de la mujer a una dimensión desconocida. Sólo por este hecho, Manuel Jalón Corominas debería ser recordado con admiración y simpatía por todos nosotros.


El bosón de Higgs es hablar de partícula elementalísimas que está en el límite de la imaginación humana. Algunos pretenden decirnos que Abre Las Puertas A Una Nueva Perspectiva De La Realidad. No soy físico. Desde Demócrito de Adbera que en el siglo IV a.C afirmó que la realidad se componía de átomos y vacío, el proceso por explicar lo que nos rodea ha ido cada vez más hacia regiones invisibles. Lo interesante es que la partícula “bosón de Higgs” confirma las teorías sobre partículas subatómicas.


Algunos pueden pensar que nos estamos acercando a la explicación última de la realidad. Sin embargo, hablar de realidad suena demasiado metafísico. Es como decirnos que con este experimento podremos comprender mejor la realidad. Una realidad que está ahí para poder conquistarla. La idea de una realidad que está fuera de nosotros y que gracias a la ciencias nos encontramos cada vez más cerca de colonizar es un sueño de la metafísica. Si el experimento sobre la dichosa partícula –sea lo que sea-, alcanza el objetivo, lo único –que no es poco- que nos permitirá es seguir planteándose nuevas cuestiones, ampliar nuevos horizontes para explicarnos con lo que sabemos, y hacernos una idea –teoría- de cómo funcionan las cosas. Deberíamos dejar la cuestión de la realidad y plantearnos cómo hacer que estos descubrimientos mejoren nuestras vidas.