Hoy los mercados financieros y las bolsas han caído gracias a la pasividad de las autoridades europeas y a los “emprendedores” que buscan beneficios en la especulación. Mientras Europa siga el hilo –más bien madeja- de los mercados nada sólido nos espera. Si cada país espera el derrumbe del vecino, poco cabe esperar. Los mercados se han lanzado a la caza de más por menos. “La prima de riesgo española ha superado hoy por primera vez en la era euro los 330 puntos básicos y la italiana se ha situado por encima de los 300.” (El País, 11-7-2011). Los inversores quieren simplemente ganancias fáciles a costa de dejar maltrecha las economías nacionales.
El BCE debería asumir el coste de la deuda, porque sale más barato que dejar que los movimientos especulativos hagan subir de manera artificial los costes que para los Estados supone la emisión de deuda en los mercados. Los posibles rescates financieros de Grecia, por ejemplo, van a salir más caro que si su hubiese comprado la deuda el BCE. ¿Por qué razón se deja a los mercados que determinen los beneficios que pretenden obtener a expensas de los ciudadanos de esos países que quedan en manos de interés ajenos? La única respuesta es la falta de liderazgo político. Cada país intenta que no le toquen. Italia aparece en el nuevo escenario. ¿No tendrá nada que ver con el hecho de querer imponer un impuesto a las transacciones financieras? Mientras Alemania y Francia vayan por libre, la Unión Europea está condenada a ir a la deriva. Seguramente las dos grandes potencias esperan que se vayan hundiendo las demás, pero si eso fuese posible, ¿ acaso esperan escapar del desastre? ¡Por cierto, que dimitan los (ir)responsables del BCE! ¡ Dimisión ya de José Manuel Durao Barroso, Jean-Claude Trichet, Jean-Claude Juncke y Catherine Ashton! Si seguimos así, no tiene sentido ninguna elección que valga. Deberíamos pensar en votar a las agencias de calificación que al parecer son las que toman las decisiones por los gobiernos. Al menos sabríamos a qué atenernos. ¡Olvidemos a Rubalcaba o Rajoy! ¡Y unámonos alegremente a Standard & Poor's y Moody's S&P, Fitch, Japan Credit Ratings, R&I, A.M. Best, porqué ellos nos llevaran a la ruina!