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dilluns, 10 de juliol del 2023

Reseña: La tiranía del mérito (V)

 La ética meritocrática 




Sandel afirma contundente lo siguiente: “el problema es que es dudoso que una meritocracia, ni siquiera una perfecta, pueda ser satisfactoria ni moral ni políticamente” (pág.36).  


El lado oscuro de la meritocracia se cierne sobre la idea del ascenso social gracias al talento y al esfuerzo. La desproporción entre los ganadores y perdedores es tal que hay que plantearse realmente si ese talento que es producto del azar, permite alzarse frente al resto de los posibles competidores. ¿Qué sucede a quien no tiene esas dotes naturales excepcionales, o que por mala suerte, carece de facultades maravillosas? Siempre habrá gente mejor que uno, es una de las lecciones que vas aprendiendo a lo largo de la vida. La meritocracia premia a personas que en la lotería natural de la vida salen con ventajas que el trabajo y la suerte se encargarán de reforzar. Esto puede provocar soberbia entre los ganadores, y resentimiento falta de autoestima en los perdedores.  Creer que alguien se merece los triunfos es algo que puede parecernos natural, pero se esconde un prejuicio sordo: los que están abajo es porque en el fondo se merecen el lugar donde están.  


Esta tendencia a suponer que los de arriba están bendecidos supone cortar amarras con el destino de los menos afortunados. Los lazos de solidaridad se disuelven en la euforia de  pensar que tu destino es ser grande. En palabras de Sandel: “Deja escaso margen a la solidaridad que puede surgir cuando reflexionamos sobre la naturaleza azarosa de nuestras aptitudes y fortunas. Eso es lo que hace que el mérito sea una especie de tiranía o  de gobierno injusto.” (pág.37-8)

 

dissabte, 19 de maig del 2018

Quim Torra, President de la Generalitat

Después de una eternidad de enredos y obstáculos, la Generalitat ya tiene nuevo President de la mano de Quim Torras como 131 President de la Generalitat. Que sea el 131 President molesta a Cs que consideran que ¿de dónde sacan esa continuidad histórica? Cs busca desesperadamente romper la institución, aunque Inés Arrimadas se esfuerza por llegar a gobernarla. Supongo que para Cs, la historia empezaría de cero. 


La elección de Quim Torra, ha sido un ejercicio de despropósitos en la medida que anteriormente se han tenido que descartar a Carles Puigdemont, Jordi Sánchez y Jordi Turull. La negativa a ser nombrados, es exclusiva del Magistrado del TS Pablo Llarena. Llarena ha suplantado la voluntad del Parlament de Catalunya que es quien tiene la potestad de nombrar President. Ninguno de los nombrados y vetados, ha sido condenado ni inhabilitado por sentencia, así que la obstinación de Llarena sólo se explica por la animadversión del Juez-Instructor Llarena contra los encausados. El gobierno ha mantenido que no pueda ser Carles Puigdemont, el legítimo President de la Generalitat.

Con estos antecedentes, en la lista de Junts per Catalunya, en el número once, aparece Quim Torra. El President Puigdemont, nombro a Torra, e inmediatamente, una tormenta mediática se ha puesto en marcha. La escuadra de “alféreces provisionales*” ha empezado su labor patriotera. Se han sacado todos los dosieres, y han aparecido unos tuits que se han calificado de xenófobos por esa prensa con aspiraciones de “alféreces provisionales*”.


Los mencionados tuits son fechados entre 2011 y el 2014. Estos tuits son lamentables, pero mucha gente también lo piensa. Seguramente, los que dijeron: ¡A POR ELLOS!, también expresaban lo que estaba diciendo Torras, cuando no era cargo público.

Ahora Torra tendrá que aguantar el chaparrón. Es lo que tiene meterse en las redes sociales. Dejan huella. Las expresiones son desafortunadas y estúpidas. Generalizar te expone a ser injusto. Mucha gente tiene la sensación que Cataluña es la gallina de los huevos de oro, pero que se le trata peor que un apestado. Habría que hablar de este tema. No a través de tuits, sino explicar que significa que el gobierno de la nación no sea capaz, de redistribuir la riqueza que se genera en Cataluña, que siempre sea deficitaria. Se habla de generalidades cuando se dice que tiene que haber una redistribución entre todas las Autonomías. Sin embargo, si Cataluña pide que no se le trate injustamente, aparecen una serie de Autonomías que se sienten agraviadas. En cambio, no se sienten agraviadas por el Concierto vasco o navarro. Cataluña supone casi el 20% del PIB. ¿Cuánto produce Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón, y un largo etcétera? 



Decir verdades incomodas es exponerse a ser insolidarios, pero ¿qué sucede con aquellas Autonomías que aportan más que reciben? No vale hablar de solidaridad, después de 30 años de Autonomías, algunas de ellas, siguen eternamente subsidiarias. De eso sí se debería hablar. Aunque duela. ¿Tiene sentido que Andalucía, tenga literalmente de gratis la enseñanza universitaria, mientras que Cataluña sea la más cara? 

Se ha hablado mucho sobre las consecuencias catastróficas que el Procés podía tener en la economía. Sin embargo, no ha sido así. Sí hubo empresas que se han ido a Valencia o Madrid, pero sólo se ha ido la sede social. No se han trasladado empresas a Extremadura, las dos Castillas, ni Andalucía. ¿Por qué las empresas no van a esas Comunidades? No será porque no se les prometa todo lo prometible. ¿Qué sucede entonces? Es de eso que debería hablarse. 

Para acabar, hablar de tuits desafortunados, y no hablar de la cacería del movimiento independentista, de criminalizar a unos y poner una cortina de silencio en otros, por ejemplo, Jiménez Losantos, es simplemente hacer demagogia. Si Mariano Rajoy, no fue capaz  el 11 de marzo de 2004, salir al paso sobre la autoría del atentado, en un silencio cómplice que le inhabilita para ejercer un cargo público, pedir a un ciudadano que hacía tuits –desafortunados-, para que se haga el harakiri, es pedir demasiado.

(*) La expresión es de Manuel Sacristán Luzón (1925-1985)

dimecres, 12 d’octubre del 2011

PER (dóname)


Las declaraciones de Durán Lleida han levantado una gran polvareda fruto de la precampaña electoral. Todos los políticos de todos los colores han dicho frases memorables. Unas son mentiras arriesgadas, otras fruto de la ignorancia y otras con ánimo de dar razones a su electorado. En estas últimas habría que colocar la frase sobre el PER: “No hay derecho. Nuestro payés no puede recoger la fruta porque no hay dinero, mientras que en otros sitios de España, con lo que hacemos nosotros, reciben el PER para pasar toda la jornada en el bar de su pueblo”.



Desde el inicio de la democracia, las CC.AA más deprimidas de España, han utilizado mecanismos para resolver un problema estructural del campo español. La utilización de trabajadores del campo que no que son propietarios en zonas latifundistas hace que la creación de empleo sea siempre precaria y además temporal. Así se creó mecanismos como el PER. Andalucía, Extremadura han establecido dicho mecanismo. Desde el PP se dijeron barbaridades que, ahora, deben resultarles incomodas.

La cuestión es de fondo, ¿qué ha pasado en Andalucía y Extremadura en estos últimos treinta años? La respuesta es que si bien ambas Comunidades han aumentado su riqueza y bienestar siguen en conjunto a la cola de las CCAA. La pregunta que se plantea Durán Lleida es ¿por qué trabajando 35 jornadas se cobra el subsidio durante seis meses? En Cataluña como en el resto de Comunidades un trabajador del sector servicios con 35 días trabajados no cobra paro. En tiempos de crisis, cuando desde Cataluña se hacen recortes en Sanidad y Educación, como en las demás CC.AA, cuando se plantean estas cuestiones resulta que muchos trabajadores del sector industrial o de servicios piensan que es un agravio comparativo que unos reciban el PER y los otros nada.




Los problemas de solidaridad han sido hasta ahora mecánicos, el Estado establecía mecanismos más o menos afortunados, que redistribuían la riqueza. Ahora, con la crisis, la solidaridad se hace visible los costes que suponen sufragarlas. Un mecanismo redistributivo sería la Renta Básica. Cuando se habla de inyectar miles de millones de euros, los gobiernos y los mercados parecen que están de acuerdo, pero si alguien plantea la RB se le tilda de utópico como un auténtico insulto. Si seguimos navegando en la crisis los problemas de solidaridad se harán cada vez más agudos y valdría la pena pensar en cómo establecer mecanismos para que todos los ciudadanos puedan estar a cubierto de los desmanes de la economía.