Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Memoria. Mostrar tots els missatges
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Memoria. Mostrar tots els missatges

dijous, 7 de setembre del 2023

Reseña/Ressenya: Volver a dónde (IV)

Reseña/Ressenya 





64

“Me he sentado en el balcón y he llamado a mi madre. (…) Los recuerdos de mi madre están inscritos en un idioma perdido y fragmentario que ya no entiende nadie más que yo: es ese núcleo de su vida, cuando ella era muy joven, antes de que mi hermana naciera, cuando tuvo su propia casa, por primera vez en su vida (…). Ha vivido confinada siempre en el círculo de la familia inmediata, hermanos, cuñadas, tíos, sus primos que emigraron a Barcelona, los que mandaban por Navidad paquetes con regalos, una botella de champán, un kilo de café molido, un salchichón de Vic, regalos alimenticios como de la época del hambre. (…) Sentado en el balcón, en la noche cálida de julio, me doy cuenta de que ahora mismo estoy habitando en la memoria de mi madre, en la casa de la infancia en la que se confunden mi memoria y la suya, en la que solo vivimos ella y yo” (pág.95-97) 


66

14 de abril.

En esta contemplación estética que ni un parado, ni un enfermo, ni un sanitario puede permitirse, hay también una raíz política, una confirmación de que el mundo no puede seguir basando su prosperidad, poca o mucha, en un sistema económico que destruye la naturaleza y envenena el aire. Yo quiero que pare esto, que acaben los muertos, que los enfermos se curen y la gente pueda volver a ganarse la vida –pero también quiero que haya silencio y sosiego en las ciudades, y que la vida conserve algo de esta fraternidad que nos exalta a todos cuando salimos al balcón cada tarde a las ocho.” (pág.100-101) 


divendres, 21 d’abril del 2023

Reseña: Los abusos de la memoria

 Reseña: 

Tzvetan Todorov. Los abusos de la memoria. Trad. Miguel Salazar Barroso, Colección, Contextos. Ed.Paidós, Barcelona, 2013.  




En la sinopsis se puede leer lo siguiente:

"Es una reflexión abierta a todos los públicos. En nuestra época, los occidentales, y más concretamente los europeos, parecen obsesionados por el culto a la memoria. Sin embargo, Todorov afirma que, aunque hay que procurar que el recuerdo se mantenga vivo, la sacralización de la memoria es algo discutible. Debemos permanecer alerta para que nada pueda apartarnos del presente, y también para que el futuro no se nos escape de las manos.”

Al inicio de la obra se abre con una cita de Le Goff que resume exactamente el parecer del autor:

"La memoria intenta preservar el pasado sólo para que le sea útil al presente y a los tiempos venideros. Procuremos que la memoria colectiva sirva para la liberación de los hombres y no para su sometimiento."

JACQUES LE GOFF


La historia está hecha de olvido y recuerdo. Los monumentos nos recuerdan hechos y gestas. Recordar el pasado permite que este no se repita. Sin embargo, la glorificación del pasado puede llevarnos a la parálisis y la inacción. El pasado debería espolearnos ante el presente y dirigirnos hacia el futuro. Se viven tiempos confusos que parecen querer que el pasado se instaure en el presente. Algunos echan en cara que se quiere pasar página del pasado. Pero, ¿cómo vivir en la nostalgia eterna? 

Todorov nos hable de dos tipos de memoria: la memoria literal y la memoria ejemplar. A la primera, el pasado se congela, no sirve para compararla con otros hechos, por ejemplo, el holocausto-, según este tipo de memoria literal, le hecho es único e irrepetible. No existe posibilidad de compararlo con otro hecho semejante. El segundo, “permite utilizar la lección del pasado para actuar en el presente”  (Todorov). 

En Occidente, la idea del pasado va unida también a las víctimas. Ser víctima se ha convertido en una epidemia. Ser víctima de victimas  permite acceder a un universo simbólico, pero no solo, también material, en su caso. Todos se sienten víctimas del “Otro”. Por esta vía, no parece muy prometedora la posibilidad de levantar el duelo –la pérdida-. Se hace crónica y cualquier crítica se considera una afrente a las víctimas originarias (esclavitud, judío, comunista, mujer, homosexual, etc.).

La memoria debe permanecer como recordatorio que el mal acecha. La guerra de la ex Yugoslavia o la actual guerra en Ucrania son guerra que podemos rastrear en el pasado, pero, quienes hoy han dado las órdenes son dirigentes del presente que utilizan el pasado para sus propios planes y autojustificaciones. ¿Qué haremos con esos dirigentes cuando acabe la guerra? Una de las características de los gobernantes, es que nadie se responsabiliza por nada. Es la propia Comunidad internacional que debería sancionar a quienes cometen crímenes contra la humanidad. El problema es siempre el mismo, el TPI de la Haya, no lo reconoce ni EEUU, ni China, ni por supuesto Rusia. Como dice Todorov al finalizar este breve ensayo, “lejos de seguir siendo prisioneros del pasado, lo habremos puesto al servicio del presente, como memoria –y el olvido- se han de poner al servicio de la justicia”.


dimecres, 16 de juny del 2021

Reseña: Días y libros de Emilio Lledó (II)

 


II

 El autor de estos misceláneos textos, nos introduce en la intención y justificación del presente volumen. Nada mejor que dejar que hable el autor, un autor vivo, tiene el interés de expresar intenciones que son comprensibles para los lectores de su tiempo. Imposible en los casos que nos separan un abismo, por ejemplo, Homero, y sin embargo, seguimos leyéndolo, a pesar que su intención nos es desconocida y no sabemos nada de los intereses que le movieron a escribir sus obras, que milagrosamente nos han llegado desde la noche de los tiempos.

El texto se abre con “palabras para esta edición” (pág. 11). Nos dice al principio: “Hay algo en este libro de historia personal, de historia de mi juventud.(…) [En estos textos] se reflejan mis años de estudiante en Heidelberg entre 1953 y 1962. Una pequeña memoria de lecturas que entonces hice y que son testimonio de mis intereses.”

Nos sigue confesando: “Evocaba casi sin querer la época en la que huía de mi país, intentando respirar otros aires y, sobre todo, buscando otra universidad. (…) Pero lo que encontré en la Universidad de Heidelberg tenía la marca de esos dos conceptos esenciales que caracterizaron el pensamiento de Humboldt: soledad y libertad. Soledad que no era aislamiento de la sociedad sino la posibilidad de un encuentro inmediato con la cultura y con las humanidades. Y ese encuentro trajo a aquel estudiante muchos de los libros que aquí se reseñan, y muchos de los “días” que se llenaron con la luz de un entusiasmo juvenil que la relectura de estas páginas me ha traído de nuevo” (pág.11)

Lledó habla de uno de los conceptos esenciales de su quehacer filosófico, la memoria. “(…), los ecos de esas lecturas, de esos días de mi juventud, confluían en los momentos presentes, en el río de mi propia memoria. Y ese río por el que circulaba mi vida me permitía bañarme otra vez en él. El famoso fragmento de Heráclito [frag.91*] no coincidía con esta experiencia: el agua que fluía en ese cauce era, en el fondo, siempre la misma”. (pág.11)

Evoca autores que han hablado con mejor tino sobre cuestiones que nos tienen “confundidos y trivializados”, temas como la identidad, la ideología, tales autores aparecen en la galería que Lledó reseña con pulcritud y empatía.

En fecha tan lejano como 1914, escribía Russel lo siguiente: “para nosotros, para quienes la seguridad se ha convertido en monotonía, para quienes el primitivo salvajismo de la naturaleza está tan remoto que se ha vuelto un simple aderezo agradable para nuestra ordenada rutina”. Dos años después se iniciaba un ciclo de guerras devastadoras en Europa. ¿Podemos aprender la historia? ¿Podemos evitar los errores y horrores que han aplastado al hombre corriente?

Lledó evoca a I.Kant en su libro “Sobre la paz perpetua” (1795), para recordarnos lo siguiente:

“(…) Estos hábiles políticos se ufanan en poseer una ciencia práctica; pero lo que dominan es la técnica de los negocios y […] están dispuestos a no olvidar su propio provecho y a sacrificar al pueblo y, si es posible, al mundo entero.” 

Como dice Lledó: “Después de dos siglos, las palabras de Kant siguen tan vivas como cuando se escribieron. Su actualidad nos permite, sin embargo, adivinar uno de los problemas esenciales de la historia humana en la que, junto a la miseria, la ignorancia y la  violencia, se lucha además por afirmar los ideales del progreso y la inteligencia. También por sostener “la lucha por la racionalidad”, por “el lugar de la memoria” en el que el espacio construido por los arquitectos de la cultura nos permite atisbar el “perdido concepto de la armonía interior, del equilibrio, de la alegría […] “. (pág.12)

Acaba el texto agradeciendo a los editores “que me acercaron, con él, a mi propia vida”. (pág.13)

III

En esta tercera entrega trato de resumir el texto de Mauricio Jalón que es el editor de este libro y que nos habla de la figura de Emilio Lledó, en Lledó: Creación y medida.


Reseña:

Emilio Lledó, Días y libros, Edición de Mauricio Jalón. Austral, Barcelona, 2018. 

* De Tales a Demòcrit. El pensament presocràtic. Fragments i testimonis. Quadrivium, 4.Edició i traducció de Joan Ferrer Gràcia. edicions de la ela geminada, Girona, 2011.


dijous, 22 de juny del 2017

Reseñas: Montserrat Roig, L'Agulla Daurada

La siguiente reseña trata del libro de Montserrat Roig, L’Agulla Daurada, ed.62,Barcelona, 1985.

El libro de Montserrat Roig, es un libro de viajes. Nos habla de San Petersburgo (Leningrado), y su resistencia numantina en la Segunda Guerra Mundial. Nos habla de la Rusia soviética de los 80. De sus impresiones y vivencias.



El libro combina presente y pasado. Aparecen las glorias de la antigua ciudad, el poeta Pushkin, y escritor F.Dostoiesvki, junto a esas glorias inmortales, aparece su geografía, con sus calles y sus ríos que atraviesan la ciudad, el Neva, el Fontanka y el Moika, sus afluentes. Al lado de su geografía también cobra vida sus monumentos, el título de la obra hace referencia a uno de sus edificios más emblemáticos y sus historias.

La ciudad resistió desde septiembre de 1941 hasta enero de 1944. Casi novecientos días de sufrimiento y muerte, el recuento sigue siendo difícil de evaluar, pero probablemente se acerca al millón y medio. Junto a los muertos, los vivos que tuvieron que vivir el infierno.

El libro relata historia de vivos y muertos. La memoria de los vivos da vida a los caídos en ese terrible sitio al que fue sometida por el ejército nazi. Sólo un relato como ejemplo del infierno que aparece en el libro de Alexander Adamovich y Daniil Granin,“El llibre del bloqueig” (El libro del bloqueo) El relato lo explica una maestra, Maria Vasilievn Markova:

-Ya habían formado el grupo de niños que había de irse a la Gran Tierra. Había uno que tenía un aspecto lamentable y que estaba en un rincón sin decir nada.
-Igor, ¿qué te pasa alguna cosa?, le pregunté,
-No, es que mamá me ha echado de casa, me ha dicho que no piensa darme más pan.
- Vamos a verla, dije.
- Pero el niño se negaba. Tuve que remolcarlo hasta la calle de Chejov y subimos hasta un quinto piso. El niño se escondía detrás mío. En la habitación había mucha porquería. Encima de un catre, había un esperpento. Al ver a su hijo, el ser extraño se asió a la manta como su fuesen garras y empezó a gritar con ojos de loca:
-¡Igor! Ya te he dicho que no te daré ni un trozo de pan. ¡Vete de aquí, Fuera!
“La habitación olía. Había montañas de basura. El aire era enrarecido. Intente convencer a la mujer, le dije que tuviera paciencia, que Igor se iría al cabo de unos días, pero ella gritaba:
-¡Que se vaya ahora mismo! ¡No le daré nada! Usted aún puede andar, pero yo no me puedo levantar. Estoy en la cama, tengo hambre!
“Di una ración de pan a Igor, pero no lo pude convencer de que dejara a su madre y que viniese conmigo. Me acompañó hasta la puerta y me dijo:
-Jo tengo la culpa, que este así. Perdí la cartilla de racionamiento. No la juzgue, por favor”.
“ Igor se quedo al lado de su madre. Al cabo de unos días supe que el niño había muerto. En aquella época, hasta una madre con buenos sentimientos podía convertirse en una fiera. Me la encontré al cabo de unos años. Había cambiado tanto que apenas si la pude reconocer. Tenía todo el aspecto de una persona llena de salud. Pero se me acercó y me dijo:
-¿Qué hice, Dios míos?
-A santo de qué recordarlos ahora?”, es todo lo que supe decir.
“Pasaron unas semanas y alguno me hizo saber que la mujer no pudo soportar los recuerdos: se había suicidado” (traducción es mía, pàg.196-7)


Así que esta narración habla de nosotros, por eso, L’agulla Daurada (La Aguja Dorada), es una tamiz donde se entrecruzan la experiencias de la autora, y de los personajes que aparecen en este libro de viajes, un libro donde el destino es nuestra conciencia.