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dijous, 11 de novembre del 2021

Marx crítico de la Monarquía


George Grosz


El texto de Marx, a propósito de la crítica a Hegel de su visión del Estado, plantea probablemente, una de las críticas más aceradas de cuantas se ha podido decir acerca de la monarquía. Marx desvela la mistificación del Estado y desnuda la presunta legitimidad de la monarquía:

   “ La soberanía, la dignidad del monarca, sería fruto del nacimiento. El cuerpo del monarca determinaría su dignidad. En la más alta cúspide del Estado decidiría, por tanto, en vez de la razón la simple physis. El nacimiento determinaría la cualidad del monarca, a la manera como determina la calidad del ganado*. pág.346) ” 



*Carlos Marx. Escrito de Juventud. Trad. Wenceslao Roces, FCE, México, 1982. Crítica de la filosofía del Derecho de Hegel.

dimarts, 25 d’agost del 2015

Psicopolítica (I)

La dictadura del capital

La tesis de Marx sobre la caída del capitalismo como resultado de las propias contradicciones del sistema, es decir, las fuerzas productivas y las relaciones de producción (materialismo histórico)y el advenimiento de la sociedad comunista, no se han cumplido. Para Han, "no es posible superar , esta contradicción". El capitalismo ha realizado el milagro de mutar en "neoliberalismo o capitalismo financiero".

"El neoliberalismo, como una nueva forma de mutación del capitalismo, convierte al trabajador en empresario." ¡Es el capitalismo quien lleva a cabo la desaparición de las clases! El nuevo capitalismo "elimina la clase trabajadora", convirtiéndola en empresario. Pues, "hoy cada uno es un trabajador que se explota a sí mismo en su propia empresa".

Han crítica a A.Negri y su visión idealizada de la sociedad -multitude-, pues, "ya no es posible sostener la distinción entre proletariado y burguesía". Han denuncia la ilusión que el neoliberalismo ha inoculado a la sociedad, según la cual "cada uno, en cuanto proyecto libre de sí mismo, es capaz de una autoproducción ilimitada (...). Han llega a afirmar que "todos estamos dominados por una dictadura del capital". Esta afirmación puede parecer una obviedad, si uno se ha tomado en serio lo que había dicho Marx. Para Han, Marx no puede sernos útil, en la medida que los diagnósticos se centraban en un capitalismo de producción, y hoy, ese capitalismo ha mutado en capitalismo financiero-patrimonial (T.Piketty).



Todos somos empresarios de nuestra propia vida. En el marco de este nuevo capitalismo, como en la película, el fracaso no es una opción. Así que si el individuo fracasa, se le hace responsable a él mismo, ya no valen excusas que vayan dirigidas al otro, es decir, a la sociedad. Del nosotros de la sociedad sólida (Z.Bauman) se ha pasado a su eclipse (sociedad líquida), sólo hay átomos individuales -empresarios de la propia vida-. ¿A quién se acude cuando la responsabilidad se ha centrado exclusivamente en el propio individuo? Si en la sociedad industrial (sólida) el proletariado podía canalizar su irá contra la burguesía, ahora, no hay un enemigo externo, sino interno, el propio sujeto, como dice Han, "esta autoagresividad no convierte al explotado en revolucionario, sino en depresivo".

Han denuncia que todos somos funcionarios del capital. "El capitalismo genera sus propias necesidades, que nosotros de forma errónea, percibimos como propias". El capital se ha convertido en el nuevo tótem de la sociedad postmoderna. En frase dramática Han asegura que la política "se convierte en un esclavo del capital".




¡Somos libres! Nietzsche, pensaba que para ello, deberíamos haber asumido la muerte de Dios, pero al decir de Han, hemos sustituido a Dios por el Capital. Para Han, los individuos tienen una deuda que pagar, antes con Dios ahora al parecer con el Capital. ¡Visto lo que se ha visto...!

diumenge, 25 de maig del 2014

Conclusiones (I)

 1.- El tema central es el eclipse del “otro” que a través del concepto griego atopos, quiere expresa lo que nos dice Platón en el Banquete. El amante desea aquello que no es, quiere enajenarse, porque el otro, da sentido a la vida. Sin embargo, para Byung-Chul Han, la sociedad del rendimiento hace desaparecer al otro en beneficio de un yo narcisista, que nuestra sociedad capitalista cultiva y explota.

2.- Ese yo narcisista busca la positividad, concepto clave en Han, lo igual, el éxito y el consumo son los ejes de coordenadas en los que se mueve ese yo. Allí donde no hay Eros, no puede haber reconocimiento del otro. Ese yo narcisista se ve abocado a la depresión, enfermedad metáfora de nuestro tiempo. El peso del yo hace derrumbarse bajo el peso de sí mismo.

3.- En la sociedad del rendimiento la palabra mágica es poder. EN la etapa sólida (Z.Bauman) la palabra era deber. Para Han el poder se expresa mediante “la motivación, la iniciativa y el proyecto” son más eficaces que el modelo disciplinar. El hombre que surge de esta sociedad es el emprendedor.




4.- El nuevo titán de los tiempos actuales es el empresario de su propia vida. Le han hecho creer que es libre. Por eso, sólo acepta la palabra tú puedes. Al decir de Han, está risueña palabra esconde una auténtica emboscada psíquica. ¿Por qué como dice, Han, “no es posible ninguna resistencia contra sí mismo”. Ahora el fracaso va asociado al propio individuo. Si fracaso no puede trasladar la responsabilidad ni a la sociedad, ni el Estado, ni mucho menos al sistema económico. El resultado es la depresión. Es decir, que “no puedo”, y eso, se ha convertido en anatema para nuestra sociedad.

5.- Para Han frente al poder, contrapone el no poder poder, que expresa otro de los términos fundamentales del texto: la negatividad. . Esta negatividad significa un rechazo a la lógica del rendimiento, de la positividad. El Eros desbarata la estrategia de la positividad en la que se ha instalado nuestra sociedad. El Eros reconoce la alteridad, “la atopía del otro”, que escapa al control del poder.

6.- El no poder poder se expresa en la reivindicación del otro, de la “distancia original” que relaciona a los seres humanos y que M.Buber, citado por Han, expresa melancólicamente: “principio de ser humano y constituye la condición trascendental de posibilidad de la alteridad”.



7.- La sociedad del rendimiento ha logrado hacer desaparecer al otro, borrado esa distancia original, y afirmando la necesidad de que todo este cifrado a la “fórmula de disfrute”. Huir de lo desagradable –negatividad - es el principio al que hay que atenerse en estos asuntos. 

8.- Han recuerda a Hegel en su dialéctica del amo y el esclavo que se resuelve en el nosotros. En la sociedad del rendimiento ese proceso falta la dimensión “negativa”.  En Hegel la superación implicaba el reconocimiento del “otro”, pero al decir de Han, ahora la reconciliación es imposible porque ha desaparecido el “otro”.