1.- A la sociedad actual, Han, la denomina “sociedad
del rendimiento”. La palabra mágica que domina es “poder”. Z.Bauman hablaba de sociedad
líquida –capitalismo financiero y patrimonial- y sociedad sólida –capitalismo
de bienes y consumo-. En la fase sólida o “disciplinar” (M.Foucault) la palabra
adecuada era “deber”. Ahora, en la sociedad del rendimiento, el poder se
expresa mediante “la motivación, la iniciativa y el proyecto” son más eficaces
que el modelo disciplinar. El hombre que surge esta sociedad es el emprendedor.
Éste “como empresario de sí mismo” actúa a la vez como empresario y trabajador
en una fusión inquietante y preocupante.
2.- Han vierte una crítica acerada
a las tesis de M.Foucault. Éste había elaborado una metafísica del poder de
raíz nietzscheana, que ha ejercido una influencia muy importante en diversos
autores. Sin embargo, la debilidad de sus tesis es que solo pueden aplicarse a
la fase sólida, pero no a la líquida, que es el reproche de Han. La muerte
prematura de Foucault no ha permitido los posibles análisis que podría haber
realizado. Si en la fase sólida se podía hablar de explotación, ahora, que el
emprendedor es su propio empresario y trabajador, ¿cómo queda la explotación?
Han argumenta que la tesis de Foucault no es capaz de ver la ”violencia de la
libertad” que el sistema neoliberal crea en el emprendedor.
3.- En la actualidad, hay una
palabra talismán que es “tú puedes”. Al decir de Han, está risueña palabra
esconde una auténtica emboscada psíquica. ¿Por qué como dice, Han, “no es
posible ninguna resistencia contra sí mismo”. Eso significa que quien fracasa,
ya no podrá traspasar la responsabilidad a los otros, sino que tendrá aceptar
una cruda realidad, el fracaso lleva consigo la “culpa”. El fracasado en el
capitalismo financiero y patrimonial de la etapa líquida, tiene “excusa y
expiación”. Así, el nuevo canto de sirena del capitalismo líquido, consiste en
cargar toda la responsabilidad al individuo, átomo de una sociedad, que como el
mundo leibniziano, son mundo cerrados que en virtud de la “armonía
preestablecida” –capitalismo líquido-, imaginan que somos una comunidad. Si
fracaso no puede trasladar la responsabilidad ni a la sociedad, ni el Estado,
ni mucho menos al sistema económico. El resultado es la depresión. Es decir,
que “no puedo”, y eso, se ha convertido en anatema para nuestra sociedad que se
llena la boca de “sí se puede”.
4.- Para Han, el Eros, es un
realidad que no puede ser reciclada por el sistema económico basado en el “rendimiento”.
Es el “no poder poder”. La negatividad, otro concepto clave de Han. Esta negatividad
significa un rechazo a la lógica del rendimiento, de la positividad. El Eros
desbarata la estrategia de la positividad en la que se ha instalado nuestra
sociedad. El Eros reconoce la alteridad, “la atopía del otro”, que escapa al
control del poder. De esa nueva manera de entender el poder. Se desdibuja los “aparatos
de poder” externos y se refuerzas los mecanismos psicológicos internos.
5.- Para Han, el amor se “positiva
hoy como sexualidad”. En frase apretada dirá: “El sexo es rendimiento”. Ya
veremos que la exaltación del sexo como rendimiento se expresa en la
pornografía. El amor –Eros- desparece del escenario para dar cabida a la
exaltación del cuerpo, que se convierte en mercancía. Es decir, la sexualidad
se expresa desde la nueva positividad en consumo.
6.- El “otro” desaparece en esta
nueva Sodoma para poder exhibirse mejor. Han cita a M.Buber para indicar la
consecuencia de esta desaparición del otro –“distancia originaria”-, es el “principio
de ser humano y constituye la condición trascendental de posibilidad de la
alteridad” (M.Buber).
7.- Si la nueva lógica del rendimiento
se aplica al amor, su consecuencia, según Han, es que el amor se convierte en
sexualidad y ésta en “fórmula de disfrute”. Lo esencial es que todo sea soft,
es decir, sensaciones agradables, como dice Han “una emoción y una excitación
sin consecuencias”. Huir de lo desagradable –negatividad - es el principio al
que hay que atenerse en estos asuntos. Nada de enamorarse, nada de sentimientos
intensos, de pasión. Que todo sea soft, se expresa en otra palabra talismán: “precioso”.
Este adjetivo se ha convertido en sustantivo y expresa la positividad con que
el sistema se empeña en instaurar, con la colaboración activa de todos
nosotros.
8.- Eros se bate en retirada. Nuestra
sociedad busca activamente el consumo y rechaza cualquier veleidad hacia el “otro”,
al atopos, al amado y aquello que buscamos y no encontramos, la negatividad. La
negatividad se deja consumir. Por eso se expulsa de nuestro imaginario colectivo.
La derivada de todo ello, en al decir de Han, “una sociedad que se vuelve cada
vez más narcisista”. Han apostilla: “El capitalismo elimina por doquier la
alteridad para someterlo todo al consumo”.
Bibliografía:
Byung-Chul Han.- La agonía del Eros. col Pensamiento Herder, ed.Herder, Barcelona, 2012.