La noticia del día en el plano político, es el mantenimiento del art.155 para Cataluña. Hay nuevo gobierno, pero desde la Moncloa no les gusta que haya Consellers, que están en prisión preventiva o exiliados forzosos, en el lenguaje de guerra, son fugitivos de la justicia, habría que decir, exclusivamente, de la justicia española. En Bélgica y Alemania las cosas se ve e manera muy diferente.
Impedir que haya “presos preventivos” en el ejecutivo catalán, es la obsesión de Rajoy. Los mencionados “presos preventivos”, siguen teniendo intactas todos los derechos políticos. No están inhabilitados. Y, sin embargo, el ejecutivo central, y el Magistrado Llarena, están empeñados en que estos ciudadanos, no puedan ejercer sus derechos. ¡Ellos también se saltan la legalidad!
¿Qué deberá hacer el nuevo President, Quim Torra? Con el art.155, el President, no puede convocar nuevas elecciones. El Art.155, convierte la Autonomía de Cataluña es papel mojado. Sus instituciones, en cascaras vacías de poder. He aquí el nuevo paisaje catalán. Los que clamaban contra el oasis catalán, estarán de enhorabuena.
¿Debe Quim Torra cambiar a los Consellers proscritos por el ejecutivo y Llarena? El Art.155 es una caja de pandora de la que el gobierno de Rajoy, puede utilizar con absoluta impunidad. El propio PSOE avala la política gubernamental. Gobierno y “oposición” se funden en la defensa de la unidad de España. Pedro Sánchez, maniobra en el vacío, pues, el electorado del PP y de Cs no cambiará a socialista. Hacerse la foto, acosta del independentismo sale gratis. Pero, ¿qué pasa con el PSC? El PSC está poniendo las bases para ser un partido residual en Cataluña. Es una decisión histórica, pues, durante estos últimos treinta años, ha sido una referencia indiscutible. Con su política actual, lo único que hace es aplanar el terreno para que Cs se haga con una parte de su electorado. ¡Ellos sabrán porque!
Quim Torra, se deberá plantear que puede hacer en está nueva situación. Mantener a los Consellers repudiados por Madrid, o cambiarlo por unos nuevos, que cumplan con los deseos de Moncloa. La decisión no es fácil. El gobierno central con el art.155 imagina que la Autonomía catalana, sigue existiendo, aunque sea nominalmente, pero de facto, los representantes de la ciudadanía catalana, su Parlament, tienen menos poder que cualquier cabo de la guardia civil. Seguiremos atentos a la pantalla.
