1.- Han dialoga con Platón al
hablarnos de Eros. Pues, Eros transporta al alma para “ una procreación en la
belleza” (Platón, Banquete, 206b). En el dialogo entre Sócrates y Diotima, ésta
le dice a Sócrates [acerca de Eros] “Impulso creador, (...) Pero no puede
procrear en lo feo, sino sólo en lo bello. (...) Por esta razón, cuando lo que
tiene impulso creador se acerca a lo bello, se vuelve propicio y se derrama
contento, procrea y engendra (...) (206c). Sin embargo, con el eclipse de Eros,
transfigurado en sexualidad, el Eros pierde esa universalidad de lo bello.
2.- El alma platónica tiene una
triple función: deseo, valentía y razón. Eros gobierna el alma y “dirige cada
parte a su propia experiencia del placer”. Han afirma que el deseo es en la
actualidad quien nos gobierna. Afirma que la política carece de “valentía” y
esta alejada de Eros, se transforma en “mero trabajo”. Según Han, la sociedad
del rendimiento lleva acabo una “despolitización de la sociedad” y esto es así,
por “la sustitución de Eros por la sexualidad y la pornografía”. Una sociedad
donde todos somos átomos individuales, la valentía se esfuma de nuestro
carácter. El “nosotros” desaparece del horizonte colectivo. Nos hemos vuelto
temerosos de nuestra propia sombra.
3.- Como el “nosotros” ha
desaparecido, la “falta de tacto” y “el encuentro con el otro” se hace expresión
de un miedo hacia los demás. Han afirma que “la pornografía incrementa la dosis
narcisista del yo”. Como no somos capaces de de buscar al otro, nos refugiamos
en la realidad virtual, donde el “otro” no es real, es visible, al precio de no
saber quien es realmente. Han afirma que
el antídoto contra el narcisismo está
en el amor, esa experiencia atópica de la que hablaba Han. La experiencia
amorosa supone “una perforación en el orden de lo habitual y de lo igual”.
Cualquiera que haya visto los clips pornos que invaden Internet, comprobará que
la expresión de lo “habitual y de lo igual” no es mera retórica. Vista una,
vista las demás. ¿Por qué hay tanta gente, adicta a esas páginas? Porque el
deseo de lo habitual e igual se instala en nosotros, dejándonos hipnotizados
ante esas imágenes que muestran, pero no explican.
4.- Han reivindica el amor como lo
hacían los surrealistas. Dice Han que “con toda seguridad no habrá una política
del amor”, sin embargo, Han afirma la necesidad de la utopía al decirnos: “El
Eros se manifiesta como aspiración revolucionaria a una forma de vida y
sociedad completamente diferente”. Eros lleva en su seno el futuro. Autores
como Paz, Marcuse, Axelos, Morin, habían hablado del amor como potencial
revolucionario que en la etapa sólida del capitalismo trataba de reprimir, ahora,
en la nueva fase, etapa líquida (Z.Bauman) trata de desactivar, no a través de
la represión, sino por un exceso de sexualidad sin contenido. Decía Rimbaud que
“hay que reinventar el amor”, Han dice lo mismo.
Bibliografía:
Byung-Chul Han.- La agonía del Eros. col Pensamiento Herder, ed.Herder, Barcelona, 2012.
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