diumenge, 2 de juny del 2013

Pitada real

 
 
Los príncipes están de pega. La inauguración de la temporada del Liceo era un marco ideal para dejarse ver. Pero las cosas no fueron como esperaban. A la entrada del palco de autoridades los Príncipes fueron recibidos con abucheos y una pitada considerable. Nadie se lo esperaba. Pero los tiempos están cambiando. La instituciones caen en el descrédito rápidamente. La Monarquía española incluida. ¿Por qué silbaban? El Liceo ya no es el santuario exclusivo de la burguesía catalana. Es un espacio más abierto, y por lo tanto, hay diferentes sensibilidades, incluida la independentista. En la fotografía se ve al Príncipe Felipe intentando hacer buena cara al mal tiempo. ¿Qué debía estar pensando? Sin embargo, la Princesa Leticia se la ve con cara de incredulidad y una cara cercana a la crispación. Debe pensar que todos los platos rotos de la Casa Real se los tiene que cargar "su" Felipe.
 
En las sociedades democráticas, deberíamos acostumbrarnos a aceptar la crítica. Los silbidos fueron expresión de muchas cosas, ¿es posible que estuviera orquestada? Puede ser, no lo sé, pero por la amplitud de la protesta no era sólo un pequeño grupo. Hubo más adhesiones, algunas seguramente, se sumaron a una acción simbólica que nadie esperaban, otras reflejaban el malestar por muchas cosas. Hemos pasado del palio a las adhesiones "norcoreanas" (Muñoz Molina) de los partidos políticos y la creencia que deben ser aplaudidos. Pero la sociedad española está siendo acosada por políticas que nadie ha escogido y que los responsables económicos y políticos trasladan el peso de la crisis a los bolsillos de la ciudadanía.
 
El aparato del PP/gobierno ha lanzado las consabidas descalificaciones. Espero de un momento a otro, que la Delegada del Gobierno, interrogue a todos los asistentes para averiguar a los silbantes, y aplicarles las medidas administrativas correspondientes. ¿Qué esperan toda esas autoridades? ¿Qué les aplaudan?


 

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