dimecres, 6 de febrer del 2019

Desfachatez eclesiástica


Las declaraciones del arzobispo de Tarragona son una muestra más de la insania de  una Institución intocable. Los abusos sexuales, y especialmente a menores, son un crimen que tiene el añadido de la persona que los ejecuta, un sacerdote, una autoridad. Cientos de casos se acumulan. En toda la órbita católica, el número de casos es astronómico, y sin embargo, parece que nada se hace para impedirlos. La Iglesia como Institución debería velar por sus feligreses, antes que por las personas que ejercen el sacerdocio. El daño devastador que provoca el abuso es muy difícil de valorar y el sufrimiento en la psique de la persona agredida es inconmensurable. Los hechos que se denuncian, siempre son con años de retraso. Las víctimas tiene que sobreponerse a la incomprensión de la familia que no puede admitir ni aceptar que el sacerdote sea el responsable del abuso. ¡Cómo aceptar que el sacerdote, y lo que representa, pueda hacer eso! Se niega y la víctima tiene que asumir en silencio su sentimiento de culpa.

El artículo 1395 del Código Canónico, dice:
 § 2.    El clérigo que cometa de otro modo un delito contra el sexto mandamiento del Decálogo, cuando este delito haya sido cometido con violencia o amenazas, o públicamente o con un menor que no haya cumplido dieciséis años de edad, debe ser castigado con penas justas, sin excluir la expulsión del estado clerical cuando el caso lo requiera.[La cursiva es mía]

Las Penas:

1312  § 1.    Las sanciones penales en la Iglesia son:
1 penas medicinales o censuras, que se indican en los  cc. 1331-1333;

2 penas expiatorias, de las que se trata en el  c. 1336.

1336
§ 1. Además de otras que pudiera establecer la ley, las penas expiatorias, susceptibles de afectar al delincuente perpetuamente o por un tiempo determinado o indeterminado, son las siguientes:
  • 1 la prohibición o mandato de residir en un determinado lugar o territorio;
  • 2 la privación de la potestad, oficio, cargo, derecho, privilegio, facultad, gracia, título o distintivo, aun meramente honorífico;
  • 3 la prohibición de ejercer los actos que se enumeran en el n. 2, o la prohibición de ejercerlos en un determinado lugar o fuera de un lugar determinado; pero estas prohibiciones nunca son bajo pena de nulidad;
  • 4 el traslado penal a otro oficio;
  • 5 la expulsión del estado clerical.
Curiosamente, para la jerarquía eclesiástica es más grave, casarse o convivir con una mujer que abusar de un menor. ¡Doctores tiene la Iglesia! El castigo se cumple en el -ámbito interno de la Iglesia. El CP no les afecta, gracias al Concordato entre el Estado y el Vaticano (1953)  y posteriormente ratificado en 1979. ¡Hasta cuándo la abolición del Concordato!




¿La cara espejo del alma?


Legado de  Pablo Bosch. Anónimo  (1450)

El cuadro legado por Pablo Bosch al Museo del Prado, nos ofrece una imagen insólita. El martirio de San Vicente. La escena parece de un grupo de tranquilos pescadores, pero en realidad, los verdugos tratan de ahogar al santo. Lo extraordinario del cuadro es la imagen que ofrecen sus rostros. Unas caras angelicales en medio de una acción demoníaca. En el cuadro, la aureola del santo es la única señal que marca la diferencia entre el santo y sus verdugos. Nada delata en sus caras, ni odio, ni ensañamiento, desprecio. Unas caras inocentes, también pueden ser heraldos del mal.

Juan de Juanes (1507-1579)

El lienzo de Juan de Juanes, es en el momento de la conducción de San Esteban al suplicio. En este cuadro sí hay unos rostros que quieren expresar ese odio y animadversión contra el santo. Las expresiones son un buen ejemplo de lo que quiere expresar el pintor. En medio de estas figuras con las bocas abiertas y los ojos  enloquecidos, aparecen dos figuras cuyas caras son el contraste de la santidad. El santo se reconoce con la aureola, aquí esbozada, suficiente para comprender que es él el centro de esas miradas airadas. En el centro de la imagen, otra cara es la de Saulo o san Pablo antes de su conversión. Su mirada es serena, como si estuviese sopesando que Esteban gozarán en la otra vida de una vida de bienaventuranzas.

¿La cara es el reflejo del alma? Si en el primer cuadro, no hay señales de maldad en esas caras, son  las acciones que realizan -ahogarlo con una piedra al cuello-, sin gesticulaciones ni alardes fisiognómicos, el segundo, es un ejemplo de lo contrario, la maldad se expresa en las caras, el alma sórdida de los verdugos, tiene su correlato externo en la cara. Hoy, a pesar de múltiples esfuerzos por detectar la maldad, no hay manera de determinarla a priori. Ninguna cara nos dice nada de sus intenciones. No vivimos en el experimento del Minority Report, tampoco en la obsesión por detectar malvados o supuestos genes asesinos.

Precisamente porque no podemos detectar el mal, sólo a posteriori, es posible imaginar que esa cara que vemos tenía en sus rasgos la semilla de la maldad humana. Así, al delincuente, se le hace pasar por las fotografías que hemos visto en las películas policíacas. Nuestras mentes son muy hábiles para reconstruir perfiles imaginarios sobre lo que corresponda. Estas líneas, tienen que ver con la lectura de Sánchez Ferlosio, Ensayos 1*,  (pág.70-71), en el que plantea la cuestión de la predestinación. Cuestión crucial en los albores de la modernidad y que supuso en enfrentamiento entre la Reforma y Contrarreforma, a propósito de la salvación.

Dice Sánchez Ferlosio: "Acaso un día se venga a descubrir que las "facciones de criminal nato" son el producto preciso de una manera especial de dirigir los focos y apuntar la cámara que por instinto aprenden los fotógrafos de la policía" (pág.71). La afirmación del autor no deja de ser inquietante y nos transportaría a un mundo orwelliano, lleno de posibilidades insospechadas hasta ahora.

* Rafael Sánchez Ferlosio, Altos estudios eclesiásticos. Ensayos 1, Debolsillo, Barcelona, 2018.

dilluns, 4 de febrer del 2019

Venezuela: horas amargas


Venezuela. Un país rico en petróleo que se debate entre el caudillaje y el mesianismo tecnológico. Un país que está al borde de un colapso total por la falta de medida de unos y otros. Maduro es un dictador que pretende mantenerse en el poder al precio que haga falta. Una oposición cada vez más aguerrida y desacomplejada que con el respaldo simbólico de Occidente –democracia y liberalismo-, actúa como si realmente tuviese el poder. No lo tiene. De momento las Fuerzas Armadas, apoyan a Maduro, habrá que ver hasta cuándo. Estas Fuerzas Armadas fueron las que sostuvieron a Hugo Chávez, el anterior caudillo de Venezuela. Un golpe de estado, militar, le permitió subir al poder. Así, que, las Fuerzas Armadas, se han caracterizado por tener el control efectivo del país.


Venezuela es un país rico, pero se debate en la pobreza. Todos los indicadores son alarmantes. La vida cotidiana de la gente, es de una precariedad humillante. Escasez en todos los servicios. Una situación que ha obligado a muchos venezolanos a marchar del país. Esta escalada de la tensión que se vive en Venezuela, y padece la sociedad, especialmente, los más pobres, parece no importar lo más mínimo a nadie. ¡Tienen petróleo! Venezuela es el país que posee las mayores reservadas del mundo, por delante de Arabia Saudí. Así que no es de extrañar que EEUU haya puesto su mirada en dicho país. La democracia se desconecta de la igualdad y exalta los valores del neoliberalismo más despiadado, esa es la nueva receta del “nuevo orden mundial”.  España que vende armas al gobierno de Maduro, tendría que optar por una estrategia de contención. Buscar una mesa de negociación, buscar soluciones pacificas en vez de alentar una revuelta social, tiene que recordar que en Venezuela hay más de ciento setenta mil personas con pasaporte español, amén de importantes ámbitos financieros e industriales. Un enfrentamiento social, sería un drama  para esas personas y un peligro para sus vidas y haciendas.


La retórica de Maduro poco podrá hacer contra ese conglomerado de países que quieren que el opositor Juan Guaidó gobierne el país. ¿Gobernará para todos los venezolanos o sólo para los de siempre?

diumenge, 3 de febrer del 2019

La realidad es contradictoria


Las portadas de los periódicos de la caverna, son un excelente ejemplo, de histeria:






¿De qué se quejan nuestros patrióticos periodistas? ¡Qué el furgón sea nuevo! ¿A eso lo denominan VIP? Si por ellos fueran ¿cómo deberían ir? Son tan patrioteros que ya están condenados antes de empezar, y esos que se llenan la boquita de Constitución. Su bilis es preconstitucional.

Otros ejemplo de portada:




The Time, periódico que debe leer J.M.Aznar, recuerden que el propietario es R. Murdoch, y ambos son amigos del alma. En The Time habla de Inquisición al próximo juicio contra los independentistas. Supongo que son maneras de mirar las cosas. The Time acierta a expresar el adjetivo inquisición, con lo que está sucediendo en España. Un último apunte de la inquisición que nos espera. Poder ver a Vox como acusación particular en el juicio al anterior Govern de la Generalitat, es un desatino y una burla de proporciones difíciles de calibrar. ¡Me gusta ese calificativo que The Times nos regala: Spanish Inquisition.


PD: ¡Espero que J.M.Aznar, nuestro patriota de cabecera, se haya dado de baja de The Times, después de haber enviado una carta a la dirección. Espero verlo en la sección de cartas al Director ¡

Recomendaciones musicales




dissabte, 2 de febrer del 2019

Joan Fuster: Xenofòbia

Transcribo un texto de Joan Fuster, Diccionari per a ociosos (1964): Xenofobia



“ (…). En qualsevol cas, l’estranger és un punt de referència polèmic, probablement imprescindible, per a un patriotisme agressiu. (…) Tota xenofòbia contesta a una altra xenofòbia, ja que tots som “estrangers” per a algú. I de l’estranger, en fem un enemic: cada estranger és un enemic potencial. Només la moderna expansió del turisme comença a derogar aquest principi de vella prosàpia sentimental: ara el forester se’ns presenta com a client. No sé si el turisme acabarà esmussant la xenofòbia: ho dubto. (…) L’antiga xenofòbia, l’autèntica xenofòbia, l’odi a l’estranger, tanmateix, perdura i perdurarà per molt de temps encara. Ni que sigui mentre els Estats tinguin escoles obertes. (pàgs. 179-180)

[En cualquier caso, el extranjero es un punto de referencia polémico, probablemente imprescindible, para un patriotismo agresivo. (…) Toda xenofobia contesta a otra xenofobia, ya que todos somos “extranjeros” para alguien. Y del extranjero, hacemos un enemigo: cada extranjero es un enemigo potencial. Solamente la moderna expansión del turismo comienza a derogar este principio de vieja prosapia sentimental: ahora el extranjero se nos presenta como cliente. No sé si el turismo acabara rebajando la xenofobia: lo dudo. (…) La antigua xenofobia, la auténtica, el odio al extranjero, sin embargo, perdura y perdurará por mucho tiempo todavía. Ni que sea mientras los Estados tengan escuelas abiertas.]

[Joan Fuster, Obres Completes/6 Assaigs,2. Clàssics Catalans del Segle XX. Edicions 62, 2ed. Barcelona, 1992]


Secuelas del traslado (I)

[Suspendido el guardia civil que ha grabado un vídeo desde
 una furgoneta haciendo burla del traslado de los presos]



Es una buena señal que se haya suspendido al guardia civil que grabó dentro del furgón que conducía a una parte del anterior Govern de la Generalitat a Madrid. Se supone que estos servidores públicos, cuando están de servicio, se han de limitar a realizar su trabajo con profesionalidad, y abstenerse de emitir juicios. Fuera de servicio, pueden realizar lo que ellos crean oportuno. Siempre he pensado que la Guardia Civil, es un cuerpo del pasado que con el advenimiento de la democracia, se tendría que haber fusionado con la Policía Nacional. Desgraciadamente, no ha sido así. Recuerden que la Guardia Civil fue instrumentalizada para el Golpe de Estado del 23-F de 1981, obra de militares. ¡Eso sí fue un golpe de Estado!. El texto de Javier Cercas, [Anatomía de un instante, ed.Círculo de Lectores, Barcelona, 2009], nos da una magnífico ejemplo de lo que se denomina historia del presente, al recordarnos a todos nosotros lo que sucedió en aquellas fechas remotas de 1981. Si bien el golpe fracaso, sus efectos, estuvieron en sintonía con algunas de las ideas de los golpistas.