diumenge, 24 de desembre del 2017

Elecciones anormales del 21-D (I)


I

Las elecciones del 21-D se han celebrado sin violencia. No ha habido despliegue de “policía expedicionaria”, ni Piolines en el puerto*. ¿Normalidad? No. Solo aparentemente. Con cuatro personas significadas en el Procés, el Vicipresident Junqueras y un Conseller, Joaquim Forn y los presidentes de dos entidades soberanistas, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart en prisión preventiva y sin fianza, más el President Puigdemont, y los Consellers Toni Comín, Clara Ponsatí, Meritxell Serret y Lluís Puig en el exilio forzado y forzoso en Bruselas, más la aplicación del art.155 de la CE, de la mano e interpretación del gobierno del PP, nada era normal.

Sin embargo, los ciudadanos, incluido la famosa mayoría silenciosa ha votado, un 81,94% de participación. Ha repartido los votos en bloques. Una realidad polarizada entre independentistas y unionistas. Las etiquetas valen solo como signos de una realidad más compleja, pero valen para situarnos en el nuevo contexto de la sociedad catalana. Del oasis catalán, denigrado por muchos, al ahora polvorín catalán. Bloques que han generado apelaciones a las emociones y sentimientos. Se han vilipendiado ambos. Por todas partes. Por acción u omisión.



¿Qué ha decido la ciudadanía en el 21-D? Ha dado a C’s un voto unionista. Una rechazo a la deriva independentista. C’s ha ganado en votos y escaños. Su victoria es histórica. Pero no se debe olvidar que su victoria ha supuesto el hundimiento del PP catalán, y ha restado votos al PSC. Así que los partidos del 155, no son vasos comunicantes. Solamente, en próximas contiendas electorales, podremos confirmar si C’s ha llegado a su techo electoral. La Sra. Arrimadas, ha sabido capitalizar el rechazo de la mitad del electorado catalán contra el Procés, no habrá posibilidad de afirmar que existe una mayoría silenciosa/da. ¡Todos han hablado!


La victoria de C’s, permite constatar que el tópico de una Cataluña en el que se manipula y se adoctrina es mentira. De lo contrario, ¿cómo explicar su triunfo? Cataluña siempre ha sido plural, “xarnega”, mestiza, infinitamente más que en cualquier lugar de España. La victoria de C’s, es una victoria amarga. A pesar de su victoria electoral, el C’s no podrá gobernar. La aritmética parlamentaria se lo impide. Cincuenta y siete escaños han obtenido el bloque unionista. Un 43,49% y 1.889.176 votantes han dado su respaldo a esta opción. 

(*) Al escribir estas notas, estaba en un error garrafal. Si estaban esas fuerzas expedicionarias. ¿Por qué seguían aquí?. 

dimarts, 19 de desembre del 2017

Las elecciones del art.155


El día 21-D estamos convocados a elecciones al Parlament de Catalunya. La cosa no pasaría de ahí, si no fuera porque esta convocatoria es producto de un auténtico golpe a las instituciones. Después de la proclamación y suspensión de la DIU, el gobierno central – en minoría parlamentaria- a través del art.155 de la CE, ha intervenido la Autonomía, destituido al gobierno legítimo, y posteriormente, ha utilizado la Fiscalía para encausar y meter en prisión al gobierno de la Generalitat, junto a los representantes de Òmnium Cultural y la ANC.

Estos representantes llevan dos meses en prisión preventiva, sin posibilidad de fianza. Se les acusa de delitos gravísimos, que en Bélgica, por ejemplo, no serían delitos. Una parte del gobierno de Cataluña, incluido su President, Carles Puigdemont, junto con Toni Comín, Clara Ponsatí, Meritxell Serret y Lluís Puig están libremente en Bélgica, pero sabiendo que en el momento de volver al territorio gobernado por el PP, serán detenidos y encarcelados.  Mientras, el Vicepresidente Oriol Junqueras y Joaquim Fons, siguen en prisión preventiva, sin posibilidad de fianza.

Dadas estas circunstancias, las elecciones el 21-D tienen todos los ingredientes para ser “históricas”. En una democracia esto que está sucediendo en Cataluña con el visto bueno del resto de España es una anomalía de primer orden. Se hace difícil entender el silencio cómplice de buena parte de esa ciudadanía. Excepto, que el delito atroz que se les imputa, es nada menos que romper la unidad de España.

Viendo lo que está sucediendo, muchos hemos llegado a la conclusión que no queremos estar en un Estado que utiliza todos los medios, legales, alegales e ilegales para destruir una Autonomía como la catalana. La Operación Cataluña, donde nada menos que un ministro del Interior, el Sr. Fernández Díaz y un Fiscal Anticorrupción de Cataluña, así como una trama de Comisarios y excomisarios, junto que la inestimable ayuda de libelistas de acreditado abolengo derechista, conspiraron contra partidos y personas que daban apoyo al independentismo. De toda esa trama la Fiscalía General del Estado no ha querido saber nada.

Una Autonomía la catalana intervenida, unos representantes legítimos en prisión o en un exilio forzado, unos contrincantes políticos que no tienen el menor atisbo de sentirse afectados porque sus oponentes estén en prisión, unos medios de comunicación que utiliza la mentira como forma de propaganda, y sobre todo un odio que trasladan a los “otros” sin ningún miramiento.

En estas elecciones, el bloque del Art. 155 sólo ofrece lo único que pueden ofrecer, desmantelar la Autonomía catalana y sus competencias. El TC, algún día deberá pronunciarse sobre la aplicación de dicho artículo. Es evidente, que el gobierno central (PP) está centrifugando las competencias propias de la Generalitat. Así que el bloque del art.155, PSC, Cs y PP, quieren ser los nuevos gestores de una autonomía vaciada de contenido y sentido.

La ciudadanía tendrá que escoger. O bien bloque del art.155 o bien deberá optar por aquellos partidos que querían la independencia. Si, quedan otros que se llaman asimismo de izquierdas, pero que no soy capaz de entender sus señas de identidad.




(Porcentaje de votos de los partidos según la media de encuestas)

Los partidos del Art.155, saben que estas elecciones, son un test para las generales. Lo que suceda aquí, no tiene la menor importancia allí. El PP posiblemente acabe en 5ª posición, lo cual nos demuestra que para ellos, Cataluña es una tierra extranjera. Eso sí, sus candidatos, serán recompensados en Madrid. Las encuestas son un arma arrojadiza contra el adversario. Son poco fiables. Algunas interesadas o descaradamente mentirosas. Fragmentación y división política en torno al Art.155.

He dicho antes que no entiendo a los presuntos partidos de izquierda. Descarto al PSC que ya no sé que es. Admitiendo que Catalunya en Comú En Comú Podem, sólo los nombres ya confunden al elector, tienen la llave de la gobernabilidad. Sin embargo, no sabemos lo que quieren. Quieren la paz mundial. Quieren el Estado Palestino. Quieren un mundo verde. Un mundo sin armas. Quieren humo. Los resultados dependerán de la participación, y está será probablemente muy alta. Hay militancia para participar. Los del 1-O volverán, no querrán olvidar lo sucedido ese día en los colegios electorales. Los que no participaron, también querrán participar, ahora sí, con el visto buenos de la autoridad competente.

Los resultados, son ajustados. Se descarta, en principio, una victoria del bloque del 155. Quien sale peor parado es el PP. Entre otras razones, porque Cs recoge ese voto. Tampoco sale mal parado el PSC, pero con el hándicap que no volverá en mucho tiempo, a tener responsabilidades de gobierno. Tanto el PSOE como el PSC se sienten comodísimos en la oposición.  Hay una incógnita que no es menor, ¿los encuestados dicen realmente lo que piensan? En los últimos tiempos, la noche electoral, se recogen sorpresas desagradables debido a las expectativas del voto en las encuestas.  

Cuatro personas significadas del movimiento independentista en prisión provisional, incluido el Vicepresident; el President de la Generalitat y cuatro Consellers en el exilio forzoso, una Autonomía zombí, y unas elecciones que no arreglarán nada, excepto profundizar en las heridas abiertas por el Gobierno central, son el panorama que nos aguarda a los electores. 

divendres, 15 de desembre del 2017

Cataluña (1909 y 2017)

En el vol. II de las OC de José Ortega y Gasset, que abarca desde 1916 a 1930, a través de los textos de El Espectador (I-VI), sólo dos veces menciona Cataluña. Una de ellas está fuera de El Espectador. En comparación Castilla aparece 22 veces, España 90, Madrid 26, y Barcelona dos veces. ¿Qué conclusión podríamos sacar?

Permítanme copiar los dos fragmentos en que aparece Cataluña. Son por lo demás muy instructivos.

(…). Chabacanería es la realidad española en la hora presente. Y podemos aseverar que el achabacamiento no consiste en otra cosa que en haberse apartado de cuanto significa trascendencia de lo momentáneo, de cuanto rebosa los linderos del individuo o de una colectividad instintiva. El triunfo de Cataluña sobre el resto del país indica precisamente el triunfo de la fórmula más aguda del achabacamiento: (…), hemos visto sólo en ese movimiento la misérrima sordidez de un paisaje mercantil que nada puede enseñarnos, antes bien, favorece la desorientación nacional: durante dos años el problema catalán* ha servido de pantalla que interceptaba nuestras miradas y nuestras esperanzas, dirigidas, como flechas, hacia Europa. (pág.47) [ Renan, Abril, 1909].


El segundo texto, data de 1917 aparece en El Espectador II, en el artículo Genio de la guerra y la guerra alemana. El texto que cita a Cataluña, es brevísimo.  “(…). En los comienzos del siglo XIX se ensayó la idea de nación. La colectividad nacional y su territorio parecían delimitar la esfera del poder Estado. Pero pronto se vio que no era ésta una idea suficientemente clara. ¿Qué es nación? ¿Es la raza? La antropología y la etnografía contestan que ellas no saben bien qué es una raza. ¿Es la lengua?. Tampoco. Raza y lengua son realidades mudadizas, flúidas, que padecen constantemente interferencias. Entre nosotros, el caso de Cataluña pone de relieve la imprecisión de estos caracteres. (pág.344-5)

En el primer texto, Cataluña aparece como problema y obstáculo. En el segundo, la dificultad de determinar qué es Cataluña, en relación con la idea de nación y Estado. Si hacemos un zoom histórico, y nos trasladamos a finales de 2017, el tiempo parece congelado. Cataluña sigue siendo un problema, un obstáculo para el radiante porvenir que nos espera y en segundo lugar, en la coyuntura actual, el concepto de nación es llevado al TC como si fuera la marca de Caín. ¡No sé si reír o llorar!



Nota: 
(*) Los problemas a los que se refiere hacen referencia a la agitación social y los problemas anticlericales. El triunfo de Solidaridad Catalana (1907) desato en Madrid no poco revuelo. En este contexto, aparecerá la Semana Trágica.

¿Se puede estar prevaricando, sin saberlo?


dimarts, 12 de desembre del 2017

La AN ve delito silbar al rey


La Audiencia Nacional (AN) es una anomalía de nuestro sistema judicial. El art.24.2 establece una prioridad que en la práctica no se cumple en determinados delitos. La AN tenía una misión básica: los delitos de terrorismo de ETA. Por decirlo así, había trabajo de sobras para que cumpliera su función. Ahora, la AN tiene encomendada un sinfín de competencias. La propia AN se erige en un Tribunal especial que centrifuga todo lo que encuentra a su paso. Nadie ha pensado en rebajar su peso excesivo en el sistema judicial.



En los tiempos que vivimos, la AN ha utilizado de su poder para encausar al gobierno de la Generalitat. ¿Qué sentido tiene entonces el TSJC?

La democracia española no pasa por su mejor momento. Hoy se juzgaba nada menos que a un ciudadano que se le acusa de organizar la pitada al himno (nacional) en la final de Copa del Rey del 2015.  ¿Cómo se puede organizar? ¿Quedaba con los otros cooperadores necesarios?, ¿Distribuían panfletos con el ritmo adecuado de la pitada?  ¿Por qué molesta tanto a la Fiscalía General del Estado?, ¿No vivimos en un Estado de Derecho? ¿Acaso no se puede manifestar la desaprobación a las instituciones? Acaso, ¿piensan también encausar a los miles de personas que secundaron la pitada?

Se le acusa, nada menos, que de injurias al rey y ultraje a España. Son delitos que rayan en lo absurdo. ¿Cómo se puede injuriar a través de los silbidos?, ¿cómo se puede ultrajar a una entidad jurídica como España? Desde esta óptica descabellada, se identifica el silbar con un acto criminal. Supongo que aclamarlos y exaltarlo, nunca será suficiente para esas entidades que deben representarnos. ¿Qué quieren, súbditos o ciudadanos?. La AN quiere que todos seamos súbditos. 

PD: Libertad para Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.