dimarts, 5 de desembre del 2017

Llarena deja el amarillo para el 21-D


"No ocurre lo mismo respecto a alguno de los investigados que hoy se contemplan, concretamente respecto de D. Oriol Junqueras i Vies, D. Joaquim Forn, D. Jordi Sánchez Picanyol y D.Jordi Cuixart Navarro, cuyas aportaciones están directamente vinculadas a una explosión violenta que, de reiterarse, no deja margen de corrección o de satisfacción a quienes se vean alcanzados por ella." (Auto del 4/12)

El Sr. Magistrado, introduce una nueva figura penal: "explosión de violencia" latente. Él sabrá que pretende decir. Lo que parece claro es que el engendro jurídico no tiene más viso de verosimilitud que atribuirles intenciones que desagradan al Magistrado. Se somete a figura delictiva aspirar a la independencia. El Magistrado Llarena, les impone un castigo por ser la avanzadilla de la independencia. Todas las tesis del Ministerio Fiscal, son aceptadas. 



Las únicas imágenes de violencia fueron las perpetradas por las "fuerzas expedicionarias" de la policía nacional y guardia civil, el 1-O. Desde el gobierno central, utilizando todos los recursos a su alcance y son muchísimos, intenta reconducir el "relato" de los hechos del 1-O. Según sus voceros, no hubo ni violencia ni hubo destrozos en las escuelas, ni nadie sufrio un infarto por culpa de la actuación violenta de las "fuerzas expedicionarias", ni nadie perdió un ojo por culpa de las pelotas de goma que fueron utilizadas contra los votantes del 1-O,  ni nadie sufrió agresiones por parte de unos "servidores públicos" venidos desde fuera de Cataluña, para impedir que se pudiera votar.

Según nuestro gobierno central, lo que hubo fue todo lo contrario. El problema es que la gente que vivió el 1-O no lo va olvidar fácilmente. La imágenes se difundieron por todas partes. Pero, los responsables de que la ciudadanía votara, es decir, sus gobernantes que en sus programas electorales habían anunciado dicho referéndum, lo llevaron acabo. Y la respuesta del gobierno central, que debía haber dimitido después del fracaso total y absoluto del 1-O, ha utilizado su arma favorita para hacer política: Utilizar la Fiscalía y con ella la Judicatura para resarcirse de su fracaso político.



El art.155 hace posible que un Presidente de Gobierno pueda usurpar la función constitucional del President de la Generalitat. Ahora la "semilla de la violencia" es la figura retórica que permite castigar a los más significados del Procés Independentista. La causa penal, no son sobre sujeto indeterminados, sino sobre personas, y han de poder ser demostrada en juicio. La figura del art.24.2, la presunción de inocencia, queda vaciada de contenido, en la medida que ser independentista, es sin más, sinónimo de "provocador de explosiones violentas". 

Cuerpo del delito


Sólo en un Estado de Excepción como el que vivimos, en virtud del art.155, es posible que " D. Oriol Junqueras i Vies, D. Joaquim Forn, D. Jordi Sánchez Picanyol y D.Jordi Cuixart Navarro", sigan en prisión preventiva. Si algo queda claro es que no ha habido "explosión de violencia", pero la violencia del estado es evidente y palpable. 


divendres, 1 de desembre del 2017

Reseñas: Isabel Allende y Jaume Cabré

Isabel Allende, Más allá del invierno, Ed. Círculo de Lectores, 2017 

La nueva novela de Isabel Allende, confirma la sospecha que sus libros son de encargo. Nada que decir al respecto. Son libros que se dejan leer. Allende es una formidable escritora, y lo que viene haciendo desde hace un tiempo, debe ser relativamente fácil para ella. Su historia es inverosímil, pero como decía se deja leer. La narración va de menos a más, lo que no es poco.




Casi como en una obra de teatro, tres personajes rememoran sus vidas, cada una de ellas, llenas de contradicciones. Lo más interesante de la novela es precisamente la historia de sus vidas, marcadas por el dolor y la muerte. Con mucho, lo mejor de la novela. El nudo o desenlace es donde está lo inverosímil.

Reseña:

Jaume Cabré, La teranyina, Col. A tot vent, 207, Ed. Proa, 1984


El libro es una combinación de elementos que de la mano de Jaume Cabré, se convierte en una obra excelente. En el trasfondo de la industrialización, de la Semana trágica, de las luchas obreras, y las ambiciones desmedidas de los personajes centrales, se construye esta “teranyina” –telaraña-, dónde los de siempre acaban en el pozo del olvido. La caracterización de los personajes, los Rigau, son como uno podía imaginarse a los burgueses de la época. Sus ambiciones, sus juegos siniestros, sus traiciones, son descritas con mano firme. 



La novela se lee como una novela policiaca. Pero es mucho más. Su desenlace si es verosímil. Uno puede fácilmente imaginar que siempre pagan los de siempre. El chivo expiatorio que cumple su función sin ser consciente del papel que le han asignado. En este libro se proyecta la sombra de Cabré, como el escritor más formidable de su generación.