dilluns, 10 de juliol del 2017

Reseña: Empar Moliner y su pasión por correr

Reseña: Empar Moliner, De què fuges, qui et persegueix? Ed.Columna. 

Este fragmento vital, sería un capítulo dentro de unas hipotéticas memorias. Una instantánea, en un momento y lugar concreto de la autora. Nos hace partícipes de su pasión por correr, y lo que ello significa.


Seguramente, el libro no es apto para aquellos que no están interesados en correr, no se habría publicado hace unas décadas, la propia Moliner es consciente de ello. Si no perteneces a ese gremio –en el que me incluyo-, de corredores, lo que se dice, suena remoto, extraño y exótico. Pero, para aquellos que han descubierto las virtudes del correr, el texto es un bálsamo. Saber que no estás sólo, en unas sendas, sean por polígonos industriales o caminos de bosques, te hace sentir, que después de todo, no eres el único bicho raro.


Más allá de lo dicho, el texto narra su experiencia maratoniana en Nueva York. Con su habitual gracia nos explica el antes, el durante y después de la carrera. Correr significa calzarse unas zapatillas, no cualquiera, y empezar a acumular kilómetros te lleva a una dimensión “desconocida”, y el texto de Moliner, invita a descubrirla.

dilluns, 3 de juliol del 2017

16000 visitantes en el blog


Como no tengo a sueldo una oficina de monos mecanógrafos, supongo que estos 16000 visitantes que han navegado por las procelosas aguas de este blog, quisiera agradecerles su humor y paciencia por acompañarme.

J.L.Borges y la filosofía



"La historia de la filosofía suele increíblemente entorpecer la especulación filosófica. Ese entorpecimiento es inevitable, si recordamos que la filosofía no es otra cosa que la imperfecta discusión (cuando no el monólogo solitario) de algunos centenares, o millares, de hombres perplejos, distantes en el tiempo y en el idioma: Berkeley, Spinoza, Guillermo de Occam, Schopenhauer, Parménides, Renouvier... (...)". (J.L:Borges, Miscelania, pág.739. A propósito del libro de Joad (1936))

dijous, 29 de juny del 2017

Albert Camus: La servidumbre absurda


"Pero precisamente, ya no hay padre, ya no hay reglas. Uno es libre y entonces hay que arreglárselas lo mejor posible, y como por encima de todo no desean la libertad, ni sus sentencias, rezan para que les golpeen en los dedos, inventan reglas terribles, corren a levantar hogueras para reemplazar a las iglesias.(...). Pero sólo creen en el pecado, jamás en la gracia.


(...). Cuando todos seamos culpables, entonces viviremos en democracia. (...). La muerte es solitaria mientras que la servidumbre es colectiva. (...) Reunidos todos, al fin, pero de rodillas y con la cabeza agacha. (A.Camus, La caída, LB, Alianza)