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dimarts, 19 de gener del 2021
dilluns, 28 de desembre del 2020
dimarts, 15 de setembre del 2020
La buena conciencia se limpia en Venus
¿Por qué importa más que se haya descubierto en Venus un compuesto, la fosfina -La fosfina és un gas tòxic que put com un peix molt (però molt) podrit i que a la Terra la produeixen bacteris que descomponen matèria orgànica en absència d'oxigen (Ara.cat 14/09/2020)[La fosfina es un gas tóxico que huele como un pez muy (pero muy) podrido y que en la Tierra la producen bacterias que descomponen materia orgánica en ausencia de oxígeno], la existencia de tal compuesto es solo una parte de la ecuación, se requiere además, descubrir su origen, y según los expertos, esto no podrá ocurrir, hasta que podamos investigar Venus; qué lo que sucede en la remota isla de Lesbos, donde se retiene a cientos de miles de personas en un campo de concentración –refugiados- desde hace años, sin esperanza ni futuro?
¿Somos conscientes que como ciudadanos de la UE, lo que sucede en dicha isla, es también nuestra responsabilidad? Se imaginan a ciudadanos de la UE, encerrados en esos campos de eternos refugiados sin ningún derecho, en Siria, Irak, Irán, Israel*? ¿Se imaginan lo que diría la famosa “Comunidad internacional”?. Lo cierto es que sí, hay unos ciudadanos buenos y otros sospechosos. ¿Adivinen quienes son lo buenos y quienes los sospechosos? En efecto, la respuesta es tan infantil que da miedo, la respuesta es que lo buenos siempre somos nosotros. ¿Alguien tiene dudas que si esa situación fuese la de los buenos ciudadanos europeos –occidentales- encerrados en esos lugares, no habría intervenido esas coaliciones internacionales para liberarnos de las garras del mal?
* Lo que sucede con el pueblo Palestino, no tiene nombre. La ocupación de Israel de Palestina es un ejemplo de lo anterior, y eso desde su propio nacimiento, en 1948.
divendres, 24 d’agost del 2018
dimarts, 4 de juliol del 2017
divendres, 2 de desembre del 2016
dissabte, 5 de març del 2011
Desde el balneario...
dissabte, 9 d’octubre del 2010
Premios nobles
El premio nobel de la paz que se concede en Noruega se le ha otorgado este año el premio al activista pro derechos humanos Liu Xiaobo. El gobierno chino ha desplegado sus largos brazos propagandísticos para minimizar el impacto. Llama la atención el silencio vergonzante de los paladines de los derechos humanos. Sólo cuando el gobierno estadounidense se ha felicitado por el galardón, lo demás países han podido respirar tranquilos. España ha hecho el papelón que le corresponde dada su situación. El gobierno español ha intentado que China compre deuda española, y ha debido pensar que no era un buen momento para criticar la política dictatorial china, y a su vez, pedir apoyo financiero. China es el paraíso del capitalismo. La razón es bien sencilla, allí gobierna una dictadura que controla todos los resortes de la vida política y económica. Resulta llamativo que un estado que ha logrado convertirse en la segunda potencia del mundo, sea incapaz de resistir la crítica que desde sectores sociales lanzan contra las políticas del gobierno chino. Su intolerancia expresa su condición totalitaria. Su control de los medios, su capacidad para reprimir cualquier atisbo de descontento, y un régimen penal desorbitado, hacen de China un gigante que es incapaz de gestionar la crítica. La inexistencia de oposición -Lius Xiaobo cumple condena de 11 años por su activismo político- hace extraordinariamente difícil la creación de una oposición al régimen. Los beneficios económicos, la mano de obra barata y dócil, hacen de China el paraíso de la globalización. Histerismo gubernamental chino y nervios en las cancillerías de los países que dan lecciones de democracia y derechos humanos. Es evidente que si importa el tamaño. Somos serviciales con los gigantes y mezquinos con los pequeños. Cuba, Corea del Norte o Irán, deben de ver con envidia como los chinos pueden saltarse los derechos humanos, mientras que ellos deben soportar las airadas descalificaciones de los mismos que ahora están mudos. A todo esto, muy probablemente, Liu Xiaobo, aún no sepa que ha recibido el premio nobel de la paz.