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divendres, 30 de setembre del 2016
dissabte, 24 de setembre del 2016
Psicopolítica (XI)
3.- Quantified Self(*)
“La creencia en la
mensurabilidad y cuantificabilidad de la vida domina toda la era digital. El
Quantified Self rinde homenaje a esta creencia”. Sin embargo, “la mera multitud
de datos que se acumulan no responde a la pregunta:¿quién soy yo?. El Quantified
Self es también una técnica dadaísta que descompone el yo en datos hasta
vaciarlo de sentido”. No hay narrativa, y sí acumulación de datos, pero estos
no son capaces de decirnos quienes somos.
La acumulación de datos
no hace posible el Self Knowledge, es decir, “el autoconocimiento por medio de
los número”. Según Han se necesita la narración que “lleve al encuentro con uno
mismo o al autoconocimiento”.
De la antigua “publicatio sui” (Tertuliano),
algo así como un diario personal que buscaba la verdad, nos encontramos con el
dataísmo que “vacía el Self Tracking de toda ética y verdad y lo convierte en una mera técnica de autocontrol (…). En nuevo Self Tracking conlleva dentro
de sí el panóptico digital. El Big Data tiene en cada uno de nosotros la terminal
que necesita.
4.- El registro total
de la vida
En nuestra ignorancia
delante del ordenador, “todo paso en la red es observado y registrado”. Somos
animales digitales que dejan huellas que el Big Data rastrea sin dificultad,
gracias a nuestra colaboración activa.
Mientras “el panóptico
benthamiano carece un sistema de anotación eficiente” (…), “el Big Data no
olvida nada”. Todos esos datos y huellas son procesados para convertir nuestro
mundo en un “mundo feliz”. Al decir de Han, sí ese mundo se convirtiera en realidad, seria “el fin de la libertad”.
5.- El inconsciente
digital
Según Han, el Big Data
se convierte en un ”Deus ex Machina”, capaz de “leer” nuestros deseos más
profundos. Así, en palabras de Han, “el Big Data haría del ello un yo susceptible de ser explotado
psicopolíticamente”. Han se pertrecha de Freud cuando le parece adecuado a sus
intereses. Si en la novela de Orwell, 1984, sólo se aspiraba al
adoctrinamiento, ahora, ya en pensable que se pudiera explorar/explotar
nuestros deseos más inaccesibles. El “retorno de lo reprimido” (S.Freud) al
alcance del Big Data. Como afirma Han de manera ominosa: “La psicopolítica
digital sería entonces capaz de apoderarse del comportamiento de las masas a un
nivel que escapa a la conciencia”.
*Byung-Chul Han. Psicopolítica. Pensamiento Herder. Ed.Herder, Barcelona, 2014.
dijous, 22 de setembre del 2016
Psicopolítica (XI)
Cap.11. Big Data
Este capítulo es el más extenso de cuantos componen el libro*.
1.- El huevo de Colón
El título viene a
cuento pues “Bentham compara su panóptico con el huevo de Colón”. Frente al
panóptico benthamiano, Han, se pregunta si ¿el Big Data es el nuevo “hito” en
el orden del control del cuerpo y de la mente? Han distingue entre óptica perspectivista, propia de la sociedad
disciplinaria y el panóptico digital que es “aperspectivista”. En el primero, la visibilidad no es total, “existen
ángulos muertos”, es decir, no es posible acceder a la psique del individuo,
mientras que en el segundo caso, se aspira a la transparencia absoluta, no hay
fondos oscuros que bucear, hay una visibilidad absoluta.
2.- El dataísmo
Han utiliza el texto de
Chris Anderson “The End of Theory” para poner en cuestión las afirmaciones de
Anderson: “(…) la revolución de los datos nos está proporcionando caminos
formidables para comprender el presente y el pasado”. Han denomina a esta tesis
“dataísmo”.
El dataísmo sustituye a
la estadística, que “según Voltaire, es objeto de curiosidad para quien quiere
leer la historia como ciudadano y como filósofo”. Para Voltarie la ilustración
se identificaba con la estadística. La característica del dataísmo es la “transparencia”.
Dice Han, “el imperativo de la segunda Ilustración es: se ha de convertir todo en datos e información”. Han denuncia al
dataísmo como ideología que no sabe que lo es, y que “conduce al totalitarismo digital”.
Dice Anderson: (…)
¿Quién sabe por qué la gente hace lo que hace? La cuestión es que lo hace y que
podemos seguirlo y medirlo con una fidelidad sin precedentes. Con suficientes
datos, los números hablan por sí mismos”.
Han establece un
paralelismo entre la primera ilustración, a través de la razón que acabo “convirtiéndose
en barbarie”, tal como la filosofía crítica denunció; la segunda ilustración,
el dataísmo, conlleva a una “barbarie de los datos”.
Han establece una
identificación sorprendente entre el dataísmo y el dadaísmo “digital”, al
drenar todo sentido al lenguaje, como exploró la corriente dadaísta. Los datos
no cuentan nada, “los datos colman el vacío de sentido”.
*Byung-Chul Han. Psicopolítica. Pensamiento Herder. Ed.Herder, Barcelona, 2014.
*Byung-Chul Han. Psicopolítica. Pensamiento Herder. Ed.Herder, Barcelona, 2014.
dissabte, 17 de setembre del 2016
dijous, 15 de setembre del 2016
dimecres, 14 de setembre del 2016
Psicopolítica (X)
10. La ludificación.
La sociedad del
rendimiento es también la sociedad de la “ludificación [lúdico]”.Se trata de
introducir “la emoción” del juego en el sistema productivo, para ser más
eficientes.
En este proceso la
maduración, la lentitud no se deja “ludificar”. Se trata de obtener “gratificaciones
y vivencias inmediatas de éxito”.
Han llega a la
conclusión que el homo laborans y el homo ludens, siguen la misma lógica, son
las dos caras de la misma moneda. Contrapone Marx y su “metafísica del trabajo”
a Robert Kurz y su “Manifiesto contra el trabajo”. Éste reprocha a la izquierda
política sus mixtificación del trabajo.
Piensa Kurz que se trata de “la liberación del
trabajo”. Si Marx veía en el comunismo el “reino de la libertad”, Han puede
afirmar que “[U]na libertad verdadera solo sería posible mediante una completa
liberación de la vida respecto del capital”. Así que la mística marxiana del “trabajador
libre”, se transmuta en la reivindicación de una nueva “forma de vida” que este
más allá de la lógica de la producción.
Han introduce el lujo
como contra valor, pero inmediatamente apostilla “hoy, el consumo acapara el
lujo”. Reivindicar lo “inservible”, es afirmar que “la verdadera felicidad se
debe a lo que se espacia, a lo dejado, a lo abundante, a lo vaciado de sentido,
a lo excedente, a lo superfluo”.
Han extrae mediante una
noticia producida en Grecia un contramodelo del actual. Dos niños se encuentran
con dinero y se dedican a jugar con él, convirtiéndolos en pedazos. Esos niños
habían “profanado” el dinero,y según Han, esta acción es una “praxis de la libertad”.
Han se deja seducir por
el Heidegger tardío. Contrapone Heidegger, a Hegel y Marx, y entrevé una
nueva interpretación “del mundo como juego”, a través de la “Serenidad” (Gelassenheit). Serenidad, podría
aparece como modelo de una “antropología de la fortaleza de ánimo” (José Luis
Villacañas), sin embargo, el término, Villacañas lo traduce como Abandono, “de las categorías de la vida
práctica, un abandono de la subjetividad
que implique una apertura a las decisiones del ser” (J.L.V. Historia de la
filosofía contemporánea,6, ed.Akal). Heidegger recrea un mundo de dioses, en
ausencia, dejándonos a los hombres a la intemperie. Han haciendo un esfuerzo,
introduce el concepto de “espacio del acontecimiento”, concepto límite, donde
la fiebre de la producción dejara paso a una “mirada” sin ese frenesí en la que
estamos inmersos.
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