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diumenge, 12 de gener del 2014
dissabte, 11 de gener del 2014
Indultos que son insultos
En el libro de Tomás y
Valiente –a orillas del Estado-, se lee
lo siguiente: Cesare Beccaría se manifestó, allá por 1765, muy poco partidario
del indulto. “A medida que las pena se hacen más suaves, la clemencia y el
perdón se hacen menos necesarios” decía.
El fragmento viene a cuento, dado el escandaloso
sistema de indulto del gobierno del PP. El indulto debería ser un arma de reinserción
y no el colofón a todo tipo de estafas, alzamiento de bienes, delitos
societarios, evasión fiscal, y demás delitos de cuello blanco. ¿Cuándo han
tenido que devolver lo sustraído? La respuesta: ¡ Nunca!
dimarts, 7 de gener del 2014
dilluns, 6 de gener del 2014
¡Hola ! ¿Hay alguien ahí?
La velocidad es una conquista
de nuestra época. ¿cree usted que es útil?
Esta pregunta se la hicieron
a J.L.Borges. Con su habitual laconismo dijo entre otras cosas lo siguiente: “
(...). Las velocidades, ahora, propenden a ser infinitas; el mundo,
infinitesimal. Las técnicas para lograr la velocidad son admirables como
medios; empobrecedoras como fines. Hay quienes creen haber circunnavegado el
planeta; en verdad, no han hecho otra cosa que pasar de un hotel a otro hotel
idéntico. Hay quienes creen hablar por teléfono; en verdad, no hacen otra cosa
que decir ¡hola! por teléfono. (...). Viajar, ahora, es una de las formas más
costosas de la inmovilidad.
Inventar o comprender una
máquina es meritorio; manejarla es indiferente. Un hombre puede ser maestro en
el arte de viajar en tranvía y ser harto menos complejo que un tranvía.”. ( 7 de septiembre de 1945)
Si lo que dice J.L.Borges –el
texto aparece en Miscelánea, ed.Debolsillo-, tenía buena parte de razón,
¿cuánto ha llovido desde ese lejano 1945? ¿No es para reflexionar sobre nuestro
delirio de la velocidad?
dissabte, 4 de gener del 2014
Economía contra ciudadanía
Llama la atención que con el
inicio del año, todos los servicios suben automáticamente. El precio de los
medios de transportes suben por encima de la inflación. Agua, gas, electricidad
suben como si quisieran emular el año nuevo que iniciamos. Este mecanismo
supone empobrecernos si cabe un poco más. Se anuncia, una de las pocas cosas
seguras, la congelación de los salarios del sector público. Nuestra sociedad se
empobrece, pero la bolsa aumenta sus beneficios. No hay nada más elocuente que
esta contradicción. La economía especulativa le va bien, mientras que la
microeconomía de los ciudadanos empeora. No hay conexión entre la sociedad
líquida y la sociedad sólida-sociedad del bienestar-.
En la obra de Don Delillo,
Cosmopolis, se afirman las siguientes
consideraciones que vienen a cuento sobre lo que estoy hablando. ¿Por qué
estamos cautivados por los mercados?. Una posible respuesta está expresada
"[por] una superficie común, una afinidad entre los movimientos
de los mercados y el mundo natural. -Una estética de la interacción. - (...) El
poder informático elimina la duda. Toda la duda surge de la experiencia del
pasado. Pero el pasado está desapareciendo. Antes conocíamos el pasado, pero no
el futuro. Esto está cambiando -dijo ella-. Necesitamos una nueva teoría del
tiempo" (pág.97)
Lo extraño de este proceso es
que el pasado no nos sirve, nos dicen los heraldos de la globalización. Lo
antaño no sirve de criterio para prever el porvenir. Esto explica, por ejemplo,
la falta absoluta de sensibilidad con respecto a las personas con experiencia
profesional. Si en la etapa sólida de nuestra sociedad -estado del bienestar-,
la experiencia era un mérito, ahora se ha convertido en un hándicap.
¿Por qué esa mutación en la
representación del tiempo? " (...) Cuando en realidad todos son fenómenos
del azar. Aplicas las matemáticas y otras disciplinas, si. Pero al final estas
tratando un sistema que no se puede controlar. (...) La gente en las sociedades
libres no han de tener miedo de la patología del estado. Creamos nuestro propio
delirio, nuestras propias convulsiones de masas, conducidas por una máquinas
pensantes sobre las cuales no tenemos ninguna autoridad definitiva. El delirio
casi nunca es perceptible. Es simplemente la manera como vivimos."
(pág.96).
Los cambios estructurales que
aparecen con la globalización, ponen en marcha extraordinarios procesos que no
podemos controlar, y sin embargo, los expertos, nos dicen que si se puede
prever con cierto margen de incertidumbre. Todo se ha transformado en
incertidumbre. La sociedad del riesgo, se ha ampliado a todos los órdenes de la
vida. Una ilusión para combatir esa incertidumbre es crearnos la falsa creencia
de que podemos construir complejísimos sistemas matemáticos que nos permitan
pronosticar el futuro con un alto grado de certeza. Esa es una de las causas del
desastre financiero del 2007.
Preguntas incomodas para ex asesinos
Los agraciados por la
Sentencia de Tribunal de Estrasburgo en el caso de la interpretación de la
doctrina Parot, han aparecido en una rueda de prensa, sin posibilidad de
preguntas. ¡ Menudo formato!. El conjunto de los expresos daban miedo. Asesinos
fríos y despiadados, ofreciéndose como el remedio para los problemas de
Euskadi. ¡Delirante!
Al finalizar su intervención,
como siempre insufrible, por cierto, en el comunicado no hay nada para las víctimas, un espontaneo - no se ha presentado ni como ciudadano,
ni como periodista, aunque según algunas fuentes era de intereconomía,-,les ha
planteado preguntas incomodas que no ha hecho más que demostrar el absurdo de esta
puesta en escena, para mayor gloria de los exmatones.
Más vídeos en Antena3
dimecres, 1 de gener del 2014
Reseña: Cosmopolis y los cantos de sirena
Cosmpolis. Don
Delillo. La butxaca.Ed.62. Barcelona.
Sinopsis:
La acción
transcurre en una limusina, la limusina expresa la quintaesencia del
capitalismo financiero. En un momento de la novela se desarrolla la siguiente
conversación:
"- ¿Cómo
sabremos que la era global se habrá acabado oficialmente?
-Cuando las
limusinas comiencen a desaparecer de las calles de Manhattan" (pág. 102).
La limusina es
esfera que le permite filtrar la realidad exterior. El protagonista es Eric
Parker, un genio de las finanzas que quiere un corte de pelo, y para ello
decide atravesar la ciudad de NY el mismo día en el que el Presidente
norteamericano la visita. Como de pasada nos dice: "¿Todavía hay gente que
dispara a los Presidentes? Pensaba que había objetivos más estimulantes-
dijo" (pág.28)
El colapso
circulatorio está servido, sin embargo, Eric sólo se atiene a su propia agenda,
y decide la aventura de atravesar la ciudad. Su limusina permite abstraerse del
mundo exterior que Eric cree que puede moldearse como si fuese plastilina.
Una batalla
campal acontece en Time Square, grupos de jóvenes que protestan contra el
capitalismo financiero, que Eric encomia, se enfrentan a la policía. Eric ve los disturbios como una
"performance" inútil, pero plástica. En un momento determinado se
afirma: " (...). Estas personas son una fantasía generada por el mercado.
Fuera del mercado no existen. No pueden ir a ningún lugar si quieren estar
fuera. El afuera no existe" (pág.101).
Sus asesores le
indican lo "volátil" de su juego especulativo contra el yen. Además,
sus asesores de seguridad, le advierten de un "peligro real" contra
su seguridad.
Desde su limusina
sus asesores, hay uno para cada necesidad, su mujer, las amantes que visita,
encuentran en esa burbuja-móvil el escenario ideal de un mundo de alta
tecnología.
La novela es un
ejercicio de posmodernidad. Dinero, poder, globalización, tecnología se
expresan en esa limusina-sarcófago. En
Time Square, los manifestantes, lanzan piedras, pintura, contra esa limusina
que expresa el poder del dinero. Eric confiese: " El dinero ha perdido su
cualidad narrativa, tal como la perdió la pintura en un tiempo. El dinero habla
con ellos. (...) La propiedad ya no es cuestión de poder, personalidad,
liderazgo (...). Porque ya no tiene peso ni forma. La única cosa que importa es
el precio que pagas" (pág.88).
Eric está solo.
¿De qué sirve una Blackberry si estas solo? Pero Eric no está solo. La nómina
de amigos/enemigos es amplia. Su guardaespaldas Torval, Elise Shifrin, su
esposa y poeta, Michael Chin, Didi Tancher, su amante, Jane Melman, su creadora
de realidades, Dr. Ingram que chequea diariamente a Eric, Benno Levin, que
quiere matarlo, André Petrescu, el "asesino de los pasteles", un
exhibicionista mediático, Anthony Adubato, el peluquero de Eric, y antiguo
amigo del padre de Eric, Ibrahim Hamadou, conductor de la limusina. A propósito
de su conductor: " La geografía no ha sido nunca mi fuerte y preguntando a
los taxistas de donde son originarios aprendo cosas. -Son originarios del
horror y la desesperación" (pág.24-5)
La narración
avanza hacia su propio origen y a su propia destrucción. Los manifestantes de Time Square anuncian el
rechazo a un sistema que margina cada vez a más personas. "Cuanto más
visionaria es la idea más gente deja atrás. Este es el motivo de la
manifestación. La visión de la tecnología y la riqueza. La fuerza del capital
cibernético que enviará a la gente a la cuneta a vomitar y a morir. ¿Cuál es el
defecto de la racionalidad humana? -Él dijo -¿Cuál? - Hace ver que no ve el
horror y la muerte al final de los esquemas que construye. Esto es una
manifestación contra el futuro. Quieren evitar que aplasten el presente"
(pág.101).
Eric hace parar
el vehículo para presenciar una fiesta rave. En ella, Eric parece buscar lo que
busca. En la fiesta Torval y Eric desarrollan la siguiente conversación:
"- Me parece que es la última droga que
ha salido. Se llama novo. Hace desaparecer el dolor. Fíjate que bien nos
sentimos.
- Son niños.
-Son niños.
Exactamente. ¿Qué dolor pueden sentir para necesitar tomar una pastilla? (...)
Pero,¿qué dolor sienten, si no tienen edad de comprar cerveza?
-Ahora hay
suficiente dolor para todos. -dijo Eric."
(pág.136)
Cuando salen de
la fiesta Eric matará a Torval. Lo mata con su arma personalizada. Eric va a
ninguna parte. De camino al garaje de la limusina presenciará un spot publicitario, donde se han reunido cientos de
personas desnudas. Hay un paralelismo entre Time Square y el spot. Llegaran a la peluquería de su antiguo amigo
de su padre, pero se irá antes de acabar con su corte de pelo. Al final del
estacionamiento para limusina le espera su némesis.
Benno Levi quiere
matarlo. Benno es Richard Sheets, un antiguo trabajador de Eric. Richard/Benno siente
que el sistema le ha fallado, le reprocha su éxito y su dinero. Eric le lazará
a bocajarro la siguiente afirmación: " (...) No estás en contra de los
ricos. Ninguno no está en contra de los ricos. Todos estamos a diez segundos de
ser rico. O esto pensaban todos" (pág.209)
Eric a medida que
avanza con su limusina ha ido perdiendo dinero a toneladas. Se afirma que:
"Esto también es propio del pensamiento capitalista -el impulso
destructivo-. La destrucción impuesta. Las industrias viejas han de ser
totalmente eliminadas con dureza. Los mercados nuevos han de ser reivindicar
tanto sí como no. Los mercados viejos han de ser reexplotados. Destruimos el
pasado, construimos el futuro" (pág.103-4). En la novela está llena de sugerencias más
agudas que cualquier libro de sociología. Don Delillo ha sabido captar el
mecanismo de un sistema que sólo se atiene a las cifras que salen del parquet
bursátil y que expresa una sociedad líquida (Z.Bauman).
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