En otro (des)orden de cosas, las declaraciones se hacen torrenciales. Al parecer nadie quiere callarse. El President Mas, en 8TV, en el programa de J.Cuní, hablo, Cuní también, pero eso es uno de sus encantos. Nos dijo que vienen tiempos difíciles y que está dispuesto a seguir recortando lo que haga falta por Cataluña, pero no por los catalanes. Los recortes en Sanidad y Educación se hacen crónicos. Hay una ideología que quiere el trasvase de lo público a lo privado, y nunca como ahora para llevarlo a cabo. La coartada de la crisis es perfecta. Recortes en lo social, en Educación, las aulas se masificaran para poder aupar a las privadas-concertadas. En Sabadell, por ejemplo, la concertada superará por primera vez a la pública en la preinscripción.
Los viernes hay ración de decretos-leyes. Nada de un proceso deliberativo en las Cámaras de nuestros representantes, Congreso y Senado. La mayoría absoluta- antes rodillo- del PP sigue su labor de recorte. No pueden hablar de los desaguisados en las Autonomías del PP, ni de Bankia. El Ministro de Educación, I.Wert habla sobre la asignatura de Ciudadanía. Estoy encantado de lo que dice, simplemente, porque desde la periferia catalana, no se le va hacer ni caso. Tampoco a la Consellera Rigau en Cataluña. Afortunadamente, en el aula cada profesor hará lo que tenga que hacer, por hablar en terminología kantiana. Si no fuera por eso, si sería verdaderamente preocupante. Hablaremos de lo cotidiano, el paro, la marginación, de los ricos y los desahucios, del problema de la vivienda, de la sexualidad. Los programas oficiales pueden poner lo que quieran. El profesorado hará lo que puede con el alumnado que tengamos. Una clase llena de alumnos, será el momento de explicar por qué estamos todos hacinados en las aulas. Allí podremos pedir la revolución. Unos tienen la TV para comparecer los viernes, otros, el pulpito para sacralizar lo que ellos quieren, los profesores tienen sus aulas. En las aulas podremos un poco de sentido común a unos políticos que están enfrascados en ser exclusivamente administradores del capital.