dissabte, 1 d’agost del 2009

La inflexión posmoderna: Una estética de la representación


La posmodernidad sería la última esperanza que nos queda ante ese fenómeno que adquiere carácter de ley inmutable de la naturaleza: la globalización. Si eso es así, ¿con qué armas contamos para hacerle frente? Y la respuesta que nos ofrece este último apartado del libro de Samaniego* nos deja sin demasiadas opciones.

1.- Habíamos caracterizado a la posmodernidad como la capacidad de hacer desafinar todos los metarrelatos que legitiman a nuestra sociedad líquida (Z.Bauman). Así que para empezar, la vida es vista como espectáculo. Queda descartado la intimidad. El reality show "Gran Hermano" nos ilustra sobre la idea de intimidad. Como en el "Show de Truman" todos están conectados para ver las peripecias que padece -por efecto del guión- el protagonista. La posmodernidad habría puesto de manifiesto que ese Show es el que estamos viviendo. Todos seríamos Truman Burbank viviendo esa realidad que nos parece real, pero que en el fondo es una pura "representación".





2.- ¿Quién hace el papel de Christof? Para la posmodernidad la propia dinámica de la globalización. No hay un consejo de administración que dirige la representación, sino una red difusa que se extiende y se capilariza en un poder que nos es ajeno (alienación) y a su vez nos tiene en nómina. La visión del poder no es vertical (sociedad sólida), sino horizontal (sociedad líquida).

3.- La posmodernidad es descreída, por ello reivindica desafinar en todas los órdenes de la vida. Es una forma de resistencia. ¿Cómo resistir? En el ámbito del arte, por ejemplo, se puede luchar a través de las "instalaciones". Este arte se caracteriza por ser "anamórfico" (es decir, es una forma de hacer ver al espectador aquello que nos interesa que vea). Lo característico de las "instalaciones" es su movilidad. Cualquiera podría ser un "instalador", por ejemplo, colocar en el Guggenheim de Bilbao un futbolín con figuras de barbies, y esperar que los curiosos se acercarán y jugarán, se habría creado una "obra artística total".




4.- La posmodernidad no cree en la utopía, cuestiona el presente, no le gusta y por ello quisiera integran arte y vida. OLYMPIC MAN MOVEMENT dels Joglars (1981) representaba una apuesta por integrar arte y vida en un mensaje "ambiguo". La posmodernidad hubiera rechazado esa apuesta. La posmodernidad al decir R.Hughes representa la "cultura de la queja".

5.- Si vivimos inmersos en el Show, entonces, no hay ni intención ni contexto que importen. En la etapa sólida (Z.Bauman) esos dos caracteres eran importantes. Pero ¿qué pasa ahora en la etapa líquida (Z.Bauman)? Ahora lo que conviene es el "corta y pega". La representación ha tomado forma de fotomontaje. No se requiere ser un genio, sino tener el programa adecuado para parecer un genio. Photoshop permite hacer maravillas con las fotografías digitales. El único auténtico problema es tener imaginación, pero en esto siempre se puede "copiar" y modificar con lo que la "autoría" queda borroso.

6.- Hal Foster ha podido hablar de una segunda posmodernidad denominándola "de resistencia". Ésta se opondría aquellas corrientes posmoderna de raíz neoconservadora, cuyo objetivo sería desafinar. Es decir, parodiarse a sí misma como forma de autodestruirse. En el mar proceloso del arte, dar gato por liebre parece un ejercicio que se ha realizado con extraordinario furor. Me imagino a ese artista que hace una "instalación" con sus barbies". ¿Nos toma el pelo? ¿No distinguimos entre arte y provocación?

7.- ¿Puede esta segunda posmodernidad vincularse a la modernidad? ¿Cómo expresarla? Este intento de sintetizar arte y vida ha sido puesto en cuestionamiento. Jameson propugna "intentar elaborar mapas cognitivos de esas misma reestructuración social producida por el capitalismo como sistema global".

8.- La posmodernidad quiere pero no puede, alberga el espíritu de resistencia pero no parece estar en condiciones -ante el avance del capitalismo global- de hacerle frente. Sin embargo, la sociedad posmoderna (sociedad líquida) deberá enfrentarse ante sus propias contradicciones. ¿Debemos rendir pleitesía a las fuerzas económicas como si fuesen leyes intemporales? ¿Se podrá seguir manteniendo la asimetría existente en el mundo globalizado? ¿Se podrá legitimar unos gobiernos -democráticos- que abdican de sus obligaciones sociales y políticas en aras de esas fuerzas "impersonales" de la economía?


* Alberto Ruiz de Samaniego, La inflexión posmoderna: los márgenes de la modernidad. Col.Hipecuakal, ed.Akal, Madrid, 2004.


dijous, 30 de juliol del 2009

asesinos en Palma

La banda de desalmados de ETA han vuelto a actuar (30-7-09) sobre las 14,15h, esta vez en Palma de Mallorca. Su objetivo celebrar los cincuenta años de ETA. Su celebración ha causado la muerte a dos guardias civiles. El atentado terrorista ha sido llevado a cabo mediante una bomba lapa. Las víctimas tenían entre 28 y 29 años. Desde aquí -se acaban los adjetivos para la condena de estos asesinato estériles, todos son estériles- acompañar en el dolor a las familias y compañeros de los dos jóvenes guardias civiles asesinados cuando realizaban su trabajo.

No sé si en alguna herriko taberna se habrá jaleado ese nuevo monumento a la infamia, si lo han hecho confirma su autismo ideológico y miseria moral. Seguramente los asesinos tendrán la misma edad o aún más jóvenes. Las comparaciones aquí son odiosas, pero ¿cómo se puede actuar con ese fanatismo? Los jóvenes asesinado dedicaban su carrera profesional y su vida al servicio de la sociedad, mientras que unos desalmados que se autodenominan salvapatrias han asesinado a dos servidores públicos. Por otro lado, las imágenes del atentado en Burgos, parecían más de Bagdad o Kabul.






Es hora de un esfuerzo interno y externo (ámbito internacional) para erradicar cualquier apoyo a esa banda de criminales. El ministro de asuntos exteriores debería tener instrucciones precisas del Parlamento para una ofensiva a gran escala para explicar que la banda asesina ETA no son ni separatistas ni luchadores por no se sabe qué, sino una banda terrorista, y como tal pueda ser perseguida y puesta a disposición judicial.

Lo que quiere ETA es sembrar dudas y discordia, pero la sociedad no puede permitirse que el desánimo le haga vacilar, es lo que quieren los terroristas, y además, se lo debemos a estos dos jóvenes guardia civiles que han dejado su vida, así como a todas las víctimas de ETA y del terrorismo.


dimecres, 29 de juliol del 2009

ETA.......otra vez

El verano se instala en España y la gente se toma un respiro para afrontar un retorno lleno de dudas y problemas, por más que los índices macroeconómicos pretendan animarnos. Pero en España hay algunos que no se toman vacaciones. Son los desalmados de ETA. El último atentado perpetrado en Burgos nos recuerda los únicos argumentos que saben: bombas y pistolas.

Los detalles del atentado, realizado con nocturnidad y alevosía, han dejado 54 herido (leves) y unos destrozos materiales importantísimos. Las fotos son elocuentes. Nuestra repulsa y condena para esos asesinos que solo aspiran a salir en las noticias. La sociedad debe volcarse en las víctimas y darles todo el apoyo moral y económico que sea necesario. La ciudad de Burgos se agrega a las ciudades y pueblos,que han tenido que soportar y padecer la furia asesina de ETA. Esto hace imposible que el terrorismo de ETA se pueda solucionar como algunos querrían en la CAV. Es un problema de todos porque todos somos potenciales víctimas de esos mal nacidos.







Los partidos políticos volverán momentanéamente a unirse contra del terror. El mensaje de ETA es simple: rendición o muerte. Un Estado de Derecho debe garantizar la libertad y la seguridad. Por ello debe desplegar todos los instrumentos legales para impedir que ETA y sus servicios auxilares puedan presentarse a ningún elección. ¿Qué pasa con los simpatizantes (sic)? Que se lo hagan mirar.

La lucha partidista está bien, pero en asuntos de terrorismo lo que cabe es la unidad. El mensaje de ETA es un recordatorio que la democracia tiene un cáncer y que debe ser extirpado. Y para ello todos deben ayudar en la desaparición y desligitimación de esos mensajes de "etnitización de lo nacional” (Slavoj Zizck) que el nacionalismo ha despositado durante las últimas décadas.

dilluns, 27 de juliol del 2009

verano..............lleno de tópicos

Tratar de comentar los acontecimientos que se suceden requiere establecer prioridades. Para empezar los asuntos en los que están involucrados menores, requiere máxima cautela. Es evidente que la alarma social por los casos de violación son extraordinariamente impactantes. Además la cobertura dada por los medios de comunicación en pleno verano ayuda a la reflexión. Voces airadas claman a los cielos sobre los tópicos de una juventud descarriada propiciada por una sociedad sin valores, etc.

Siempre es fácil y demagógico buscar culpables en todos los ordenes. ¿No existe una Ley Orgánica de Protección Jurídica del Menor? ¿Se puede legislar a golpe de noticias atroces? Nuestros legisladores tienden a buscar apoyos fáciles en la opinión pública. Los medios de comunicación hacen un papel ambiguo en estos asuntos. La noticia de un suceso es elevado a paradigma de lo que se nos viene encima. La cobertura enfermiza sobre los pormenores rayan en la obscenidad. ¡La audiencia lo pide¡ Vienen a decirnos los medios de comunicación. ¿No se genera un efecto dominó?

¿Qué hay que hacer en los casos en que los menores de 14 años realizan actos tan atroces como la violación? Las leyes españolas establecen la ininputabilidad de los menores. En el ámbito civil el art.1903 es una vía para el resarcimiento a las víctimas al decir: Los padres son responsables de los daños causados por los hijos que se encuentren bajo su guarda. ¿La vía penal es la más adecuada en casos excepcionales? ¿A quién responsabilizar de esos hechos trágicos? ¿A los padres, a los jóvenes, a la sociedad y sus medios de comunicación que transmiten mensajes contradictorios? Se da la paradoja que hoy los jóvenes están más informados que nunca, pero otro lado, parece que algunos son insensibles al dolor ajeno. Se debería establecer una reflexión serena sobre asuntos de la máxima complejidad como son estos casos.





¿Acaso la pena de muerte, por ejemplo en Estados Unidos, ha hecho disminuir los casos de delitos de asesinato? La respuesta es que no. En política penal lo excepción no puede convertirse en normal. Una cosas es el Estado de derecho y otra las opiniones de los actores inmediatos a esos sucesos. Podemos entender la desesperación y sufrimiento de los padres de las niñas violadas y su necesidad que se haga justicia. Afortunadamente, estos sucesos son noticia de primera plano en según que medios, porque son excepcionales. ¿Existe alguna relación en el hecho que estos actos se hayan realizado después de iniciado el período de vacaciones escolares?

En otro orden de cosas, el caso Gürtel sigue su peregrinaje jurídico-mediático. Veremos a dónde nos lleva. La verborrea de la alcaldesa de Valencia está llegando a cotas insufribles. ¿El rey debería devolver los regalos de los mandatarios de otros países? ¿Se puede equiparar esos regales de estado, o institucionales, a unos regalos de una "presunta trama corrupta"? La señora alcaldesa debe pensar santa Rita..... no se quita.

Diálogo social. Esta última semana los agentes sociales y el gobierno han representado un triste papel. En medio de la crisis más profunda que se recuerda en el orden económico -parece que de esta crisis nadie sabe sacar las consecuencias adecuadas-, los agentes sociales no han sabido o querido llegar a un acuerdo. La sociedad debería replantearse ¿por qué no se ha llegado a algún acuerdo sobre las relaciones laborales: jornada laboral, productividad, protección social, jubilaciones, etc,.?

En tiempos de sequía informativa nos acompañan un año más los fuegos que devoran nuestros arboles y campos, y, que para unos es su sustento y para nosotros el paisaje que embellece nuestra geografía. En Cataluña la muerte de cinco bomberos y un herido gravísimo es recordatorio de la destrucción que provoca los incendios. Hay medios y prevención -seguramente nunca es suficiente-, pero los incendios del verano son una pesadilla que reaparecen año tras año. Enfrentarse el fuego requiere de valor y servicio a los demás, los bomberos y las fuerzas auxiliares que los acompañan son todos ellos nuestros heroes en tiempos donde se critica la falta de valores. Pues ahí están ellos para desmentirlos.


En clave catalana, el conseller Saura nos ha dicho que no se presentará a la reelección. Vale. Al menos durante unos minutos han sido -como partido- los protagonistas. ¿Qué queda de una izquierda que quiere ser nacionalista, ecologista y no sé cuantas cosas más?




Por último, los franceses siempre han tenido olfato, pero oído musical nunca lo han tenido, o sino que se lo pregunten a Alberto Contador. Es natural que los franceses no se acostumbren al himno español, al fin y al cabo, Indurain, Pereiro, Contador (2) y Sastre han vencido en la vuelta francesa; no solamente no tienen oído, además no tienen memoria. Seguramente, el próximo año Contador volverá a subir al podio, ¿qué sorpresa nos prepararán nuestros vecinos?


divendres, 24 de juliol del 2009

La inflexión posmoderna: Perdiendo realidad......

En este capítulo, del libro de Alberto Ruiz de Samaniego, que venimos comentando, se centra en los análisis de Baudrillard y Jameson, que dan una visión más oscura de la posmodernidad.

1.- La realidad se ha tornado para estos autores una mera “representación”. Hablan y no paran de hablar de simulacros, de un lenguaje desarticulado, donde significado y significante se ha roto. Lo única referencia se centra en un proceso de autoreferencialidad. La realidad cae al nivel de las apariencias. La caverna platónica se hace realidad. Vivimos entre sombras (apariencias).

2.- Para estos autores, la realidad se ha convertido en puro espectáculo el cual no puede parar. La realidad es de hecho telerealidad. La caverna platónica genera ininterrumpidamente mediante los medios de comunicación una dosis de realidad que acaba por convertirse en pura ficción.

3.- En esta “redescripción” (R.Rorty) de la realidad se planteaban cuestiones interesantes. Por ejemplo, la necesidad de una “epistemología de la ficcionalidad”. Ésta permitiría dar significado a nociones como “universo virtual, estetización generalizada, acontecimiento, presencialidad, público o teatralidad”. Esta propuesta tiene su implicación política. Para Baudrillard, el sistema capitalista tiene como problema fundamental la paradoja entre productividad virtualmente ilimitada y la salida de los productos. Esta paradoja requiere la necesidad de innovación y expresión estética que conlleva el diseño y la publicidad.

4.- Con su habitual genio para expresiones sugerentes, Baudrillard llama “éxtasis de la comunicación” al mundo que nos rodea. La realidad se desmaterializa, al modo de D.Hume, la realidad es una película sin profundidad. Sentimos y lloramos, pero lo que nos impulsa a ello son emociones y sensaciones. La realidad se ha tornado en una sesión continua de clips sin orden ni concierto. Baudrillard no deja de afirmar que estamos a merced de los mass-media y no encuentra alternativas frente a la caverna platónica. 




5.- ¿Qué hacer entonces en la caverna? Según Baudrillard las sombras se convierten en “exacerbada ilusión, en puro humo apático y desesperanzado”. Por ello nuestros prisioneros adquieren manías de carácter patógeno. Por ejemplo, el “mal de archivo”. El prisionero adquiere manías mediante las cuales trata de forjarse una identidad, mediante la recolección de todo lo que adquiere uno en un viaje: sean los billetes del avión, o la llave-tarjeta de la habitación del hotel, o bien, de los folletos del plano de la ciudad,  etc. El prisionero se convierte en una especie de cleptómano para asegurarse su propia identidad. Además, para ayudarse en esa tarea de documentación de sí mismo ayuda la cámara digital o la máquina de vídeo. Cientos de foto digitales y horas de grabación. Suficientes para llenar cientos de megas en el disco duro de nuestro ordenador. La vivencia se duplica, vivimos en la medida que fotografiamos y grabamos. En lenguaje cartesiano habría que decir: fotografió y grabó, luego soy. En el lenguaje de Baudrillard vivimos en la era del “Grado Xerox” de nuestra realidad.  

6.- La sociedad líquida (Z.Bauman) siente una pasión hiperdesarrollada por factores visuales y espaciales. Desde la década de los cincuenta en Estados Unidos y por extensión a Europa, la extensión de los medios de comunicación de masas ha transformado la percepción de la realidad. Generaciones de ciudadanos han visto desde la infancia un potente artefacto que ocupaba el centro de la casa: la televisión. Vivimos rodeados de imágenes a todas horas. Pero las imágenes cansan, y para poder estar atentos a la pantalla, es necesario que esas imágenes sea cada vez más impactantes, más crueles o dolorosas. Algo así como la retransmisión en directo del ataque a las Torres Gemelas.

7.- Las imágenes que nos proporciona la televisión han calado en nuestro memoria de tal forma que hoy se hace difícil valorar su calado y significación. Mi experiencia personal aún recuerdo cuando el objeto más interactivo de la casa era la radio. Requiere atención para escuchar e imaginación para representar lo que decían. Pero con la llegada de la televisión, la imagen ocupaba toda la habitación. Un éxito en los programas son los collages televisivos hechos de retales de otros programas. Su éxito es su instantaneidad. La imagen agota prácticamente todo lo que se puede decir. En estos collages hay secciones para el disfrute de todos los posibles televidentes.

8.- En los collages televisivos una de las secciones con más adeptos son los accidentes. La posmodernidad expresa ese mundo desnortado mediante las catástrofes. Hemos tenido visiones dignas de los relatos de J.Ballard. Tsunamis catastróficos que invadían las tranquilas vacaciones de los turistas llevándose por delante todo cuanto había. Los momentos más dramáticos se vivían a golpe de vídeos digitales caseros. Su dramatismo y plasticidad llenó horas en las televisiones. O la destrucción de las Torres Gemelas. Ni los guionistas más desaforados habían pensado en ello. Es verdad que en la película de Independents Day, los alienígenas destruían el Empire State, pero, la realidad supera a la ficción. Las catástrofes aéreas nos recuerdan el tributo que hay que pagar por el progreso. En fin, las catástrofes personales de los accidentes de coche que causan cerca de dos mil muerte solo en España, es un recordatorio de la fragilidad que el ser humano vive en la sociedad del riesgo. (U.Beck). Los mass-media reproducen continuamente las imágenes de accidentes como fuente de espectáculo gratuito sin establecer algún mensaje para la posible reflexión.

9.- La posmodernidad avanza para poder ser actores-directores de nuestras propias hazañas. Los medios de reproducción y el software de reproducción y manipulación de vídeo y foto-digital permiten transformarnos en artistas. De ahí que el “estatuto de la autoría” se haya convertido en borroso. Las tecnologías de la manipulación permiten alterar y modificar las “obras originales”.La posmodernidad se expresa mediante la tecnología de la manipulación y la información. En un bucle reiterativo. La existencia de software que permite crean realidades virtuales hace que la clásica fotografía –que requería la mediación química- sea hoy un objeto obsoleto, frente a la capacidad de transformación que permite la foto-digital. Realidad y virtualidad se dan la mano. Retocar y alterar se hace hoy a golpe de clic en el ordenador.

10.- ¿Qué queda de la realidad-virtual? Para unos de los ideólogos de la posmodernidad, Jameson, asegura que queda la tecnología de la reproducción. Lo virtual-real desnaturaliza la realidad, la hace fantasmagórica. Esto le permite decir a Baudrillard que esa realidad desnaturalizada tienda a la “contagiosa diseminación”. Es decir, su extensión. La realidad virtual se transforma en una visión esquizofrénica, una ruptura en la cadena significante y el hundimiento del significado dentro de lo mecánico-reproductivo. O sea, que hacen Baudrillard y Jameson es realizar una "redescripción" de los fenómenos sociales en clave posmoderna. ¿Sirve como palanca de transformación? La respuesta es que no. 

divendres, 17 de juliol del 2009

La inflexión posmoderna: La condición posmoderna



1.- El siguiente apartado del libro de Alberto Ruiz de Samaniego, analiza el texto de J.F.Lyotard “La condición postmoderna”. Si tuviéramos que hacer caso a Lyotard este texto es “simplemente el peor de mis libros” (Lotta Poetica, 3 1/1, enero de 1987).

2.- ¿Por qué Ruiz de Samaniego sigue analizando el texto? La respuesta es propia de la posmodernidad. Se trata de desafinar. Si tuviéramos como paradigma una noción de racionalidad – el texto de referencia es el de J.Elster. Uvas amargas.-, tendríamos que dejarlo aquí. Lo interesante es que la posmodernidad denuncia a la modernidad desde un “metarrelato” que no quiere comprometerse con la verdad ni la realidad.

3.- La clave de este “narrativa” es desafinar. ¿Qué significa eso? Desafinar de deconstruir el orden de la racionalidad. Hay una nostalgia de la posmodernidad: denuncian que todos los discursos son añoranzas de legitimación en el orden político, económico, estético, etc. La racionalidad del mundo, en la etapa sólida (Z.Bauman), es denunciado como el causante de todos los males existentes. Por ello, se trata de desafinar en todos los ordenes para restaurar imaginariamente un nuevo estado de cosas.

4.- El texto de Lyotard es un “informe” sobre el estatuto epistemológico de las “ciencias naturales avanzadas” (sic). Para la posmodernidad las ideas regulativas de las ciencias es puesta en solfa. De ahí que muchos autores posmodernos se hayan lanzado a “desafinar” acerca de las ciencias. Autores como Lacan, Kristeva, Irigaray, Baudrillard, Lyotard , Virilio, etc., han jugado a deconstruir la ciencia. Momento culminante fue el caso Sokal, mediante la publicación de un texto en la revista americana Social Text 46/47 (1996): “Transgrediendo las fronteras: hacia una hermenéutica transformativa de la gravitación cuántica”. Su autor Alan D.Sokal, publicó posteriormente, junto a Jean Bricmont un libro titulado “Imposturas intelectuales”,donde denunciaba como la Revista Social Text se había tragado un texto que no tenía ni pies ni cabeza. Era una auténtica tomadura de pelo, disfrazado de jerga pseudocientífica muy del gusto de los autores posmodernos. Pero que para la Revista iba a demostrar la existencia de una nueva ciencia posmoderna.


5.- La posmodernidad afirmaba que la ciencia está legitimada por “metanarrativas” que pretenden dar sentido al hombre mediante la emancipación y el conocimiento. Sin embargo, la posmodernidad pone en cuestión estas “metanarrativas”. El modelo posmoderno asume la “metanarrativa” de la exploración. Lo inacabado se convierte en la punta de lanza de la “nueva” ciencia posmoderna. Se trata de destruir la universalidad de la ciencia, que se considera sin más que es el pecado original que hay que purgar. Hay que reivindicar lo local frente a lo universal.

6.- Si la sociedad industrial (etapa sólida) se identificaba con unas ciencias asentadas en principios que se había consolidado a los largo del siglo XIX-XX, la posmodernidad, quiere reivindicar una ciencia “nómada” conectada a las sociedades posindustriales (sociedad líquida). Se trata de pasar de un modelo nomológico a un modelo plurilógico.

7.- La nueva “ciencia” tiene que dar respuestas a los retos que supone el acto imprevisto (acontecimiento), lo étnico-grupal y el multiculturalismo. Saber y poder deben ser reinterpretados de forma diferente. Naturalmente, la posmodernidad de hecho tampoco sabe como puede ser esa “nueva forma”, pero impugna el modelo del conocimiento científico. Del hecho que la ciencia se encuentre con enigmas, no se puede concluir que ésta esté en bancarrota.


8.- Si el modelo de la etapa sólida aspiraba a la universalidad (consenso), ahora de lo que se trata es de dar rienda suelta la disensión (Lyotard), como motor inventivo. La imagen de lo sólido –muro de Berlín-, se desmorona ante una nueva etapa líquida –el martillo- que destroza lo anterior. Es preciso reivindicar el disenso frente al consenso. El disenso supone frente a la razón poner en su lugar un fondo irracional (libidinal) en la búsqueda de lo nuevo.

9.- El modelo sólido aspiraba a los metarrelatos que inaugura la Ilustración: emancipación, progreso, libertad. La fase líquida se asienta en una nueva sensibilidad. La estética se convierte en la cifra para resolver los problemas que nuestra sociedad tiene planteada. Lo estético posmoderno aborrece lo bello, lo bueno y la verdad. Y en su lugar pone lo sublime, lo innombrable. Lyotard asegura “queremos decir aquello que la lengua no sabe decir pero que, según suponemos, debe poder decir”. Lo significativo es que no saben porque deben reconstruir otro metarrelato. Decía R.Rorty, que el juego florido es válido para los discursos narrativos de orden filosófico, donde el filósofo puede explicarnos –redescribirnos-, lo que le parezca pertinente, por ejemplo, el lenguaje de un Derrida, Baudrillard, incluso, de un R.Rorty, pero que esas mismas afirmaciones en el orden público –político-, pueden llegar a ser escandalosos, cuando no obscenas.

10.- Desafinar es lo que proponen. Y este desafinar tiene consecuencias políticas –públicas-. Quiere una radicalidad que no tiene programa que se desliza hacía lo estético, es decir, un comportamiento que no sale más allá de la esfera particular, pero que no puede conectar con las personas de carne y huesos. Denuncia la alienación producida por el capitalismo financiero, pero en lugar de proponer medidas –Z-Bauman, por ejemplo-, se convierte en jeremiadas que buscan la buena conciencia de la posmodernidad. Le falta lo que proponía D.Innerarity en su Ética de la hospitalidad.


Jean Bricmont i Alan Sokal: Impostures intel·lectuals. Biblioteca Universal, 117.Ed. Empúries, Barcelona 1999.


dimarts, 14 de juliol del 2009

La inflexión posmoderna: Un sujeto sospechoso

Siguiendo el hilo del libro de Alberto Ruiz de Samaniego, La inflexión posmoderna: los márgenes de la modernidad. Le toca ahora el capítulo que lleva por título: Un sujeto sospechoso.

1.- La modernidad, en el plano filosófico, se asentaban en la filosofía de la subjetividad de Descartes, que en el plano del conocimiento, afirmaba que lon primero que conocemos, no es ni a Dios ni al mundo, sino al yo que identifica con el pensamiento. Esta idea de la subjetividad se hará cada vez más potente, a través de Kant y Hegel. El mundo podía ser explicado desde la Razón. Sin embargo, Marx, Nietzsche y Freud (filósofos de la sospecha) empiezan a cuestionar ese Sujeto Universal (Hegel). Para Marx, ese sujeto no se identifica con la humanidad sufriente –el proletariado-. En Nietzsche, lo que cuestiona es precisamente, la necesidad de un fundamento. ¿Podemos deshacernos de esa sed de trascendencia que nos lleva a buscar fundamentos y sentido, allí donde no los hay? Plantea la necesidad de una horizonte sin trascendencia. Pero para asumir ese reto, se requiere del “ultrahombre”, que se sabe finito y sabe que no hay final feliz. En fin, Freud afirmará que esa Razón luminosa no es más que fachada, que detrás de ella se esconde un mundo sumergido –el ello- de irracionalidad.

2.- De ese sujeto convertido en sospechoso, Pessoa ha decretado la imposibilidad del sujeto, convirtiéndose en el poeta posmoderno de referencia. De esas lecturas posmodernas, D.Hume se sentiría por fin entendido, un yo “insustancial”. ¿Sujeto sospechoso? La respuesta posmoderna es que no podemos construir una identidad a ese yo. Ese yo es un ser a la deriva.

3.- El yo es ilusión, un calidoscopio de mil facetas. Adiós al yo compacto de la filosofía de la subjetividad inaugurada por Descartes, y bienvenido al yo virtual. Ese yo virtual vive a la intemperie. La imagen del desierto –Las Vegas- vuelva a ser reiterativo.


4.- Ese sujeto caleidoscópico, esta hambriento de sensaciones, de vivencias inmediatas. Por eso, ese yo amplia su identidad a través de una nueva prótesis de la posmodernidad: la cámara digital. Vivir es captar a través del ojo protésico –la cámara- todo cuanto ocurre. La mediación entre el yo y la realidad viene determinada por la tecnología Zeiss.

5.- R.Barthes se ha configurado como el profeta de la posmodernidad. Su teoría del sufrimiento se ve confirmada por los realitys. Un yo que narra sus trastornos. Programas de telerealidad son expresión de la vida como “circoconfesión” (J.Derrida). Cualquier cualquiera explica delante de las pantallas su experiencia. Las biografías se convierten en espectáculo banal. Nada de trascendencia, simplemente, narraciones de fracasos, de errores, debilidades, estupidez.

6.- El éxito de esos programas de telerealidad son expresión de la posmodernidad. Es bien cierto que los personajes que pululan en esos Reality shows no son precisamente modelos de posmodernidad, pero son de la materia que está hecha la realidad. Una pareja que explica sus infidelidades delante de todos, o unos que explican su sexualidad, o bien aquellos que se reencuentran después de años de silencio por algo que ellos mismo se han olvidado. Nada de grandes relatos, ni de hecho heroicos, simplemente flash detrás de otro. La vida a ritmo de videoclip.

7.- Esos programas de telerealidad podría ser bautizado como “realismo psicótico”. Las barreras entre ficción y realidad se hacen invisibles. Los espectadores de esos realitys se sienten atrapados en historias inverosímiles, pero que son la materia de la vida que viven los protagonistas. Éstos se desdoblan en protagonistas de las historias. Nos cuentan sus historias al tiempo que aparecen como actores de su propia representación. Las vidas que nos narran parecen sacadas de guiones de serie B.

8.- De estas “narraciones del trauma” se ha vuelto a rescatar conceptos como intencionalidad, interioridad, subjetividad. El individuo posmoderno se siente inseguro, débil, fragmentario. Siente que fuerzas insuperables lo arrastran hacia senderos imprevisibles. Ni de la política ni lo económico espera nada el sujeto posmoderno. Realmente se haya a la intemperie, al desierto de lo real.