Día 2
Día agotador. Dos tours por Vancouver, es excesivo. Nuestro guía es un buen ejemplo del multiculturalismo de Canadá. Nuestro guía es un canadiense nacido en México de origen japonés, Jesús Kimura. Nos llevó por la mañana en un microbús lleno de mexicanos –españoles no había-.En el recorrido nos llevó a los fantásticos parques que la ciudad tiene. El Queen Elizabeth Park y el Stanley Park. En el primero, se divisa toda la ciudad están construyendo nuevas vías de comunicación de cara a los Juegos Olímpico de invierno del 2010. En el transcurso del paseo por el parque conocí a uno de los turistas mexicanos que se alegraba de la victoria de España en el europeo. Resultó que había vivido tres meses en Barcelona, realizando un cursillo para juez-magistrado en la escuela jurídica de Barcelona (Tibidabo). Estaba ejerciendo de magistrado de lo contencioso en la ciudad de Guadalajara (México). Entre el parque Queen hasta el Stanley había que atravesar la ciudad y fue en este momento cuando se hizo un recorrido por la ciudad. Fuimos al barrio chino. Pasamos por la zona más deprimida de Vancouver. Parece tarea imposible solventar la pobreza.El parque Stanley es enorme. Se puede recorrer por carretera dentro de las laderas que rodean al parque, junto al mar. La otra vía es exclusiva para viandantes y bicicletas, cerca de 12 km de recorrido, bordeando la costa. Sensacional. El parque toca prácticamente el centro de la ciudad. Era domingo, había una enorme cantidad de gente disfrutando del sol, poco frecuente en esta ciudad. Una envidia. Había toda clase de personas paseando y descansando por el césped. Hindús jugando a cricket, orientales descansando y viendo jugar a los niños, incluso, un grupo que parecía afganos, donde sólo jugaban los chicos, pues, las mujeres parecían invisibles. Estuvimos en la zona ocio de los domingos. Un mercado muy bonito, abarrotado y bien presentado, donde los productos, había de todo, se presentaban a los ojos. Había tiendas de souvenirs. Compramos camisetas y una gorra.
Día agotador. Dos tours por Vancouver, es excesivo. Nuestro guía es un buen ejemplo del multiculturalismo de Canadá. Nuestro guía es un canadiense nacido en México de origen japonés, Jesús Kimura. Nos llevó por la mañana en un microbús lleno de mexicanos –españoles no había-.En el recorrido nos llevó a los fantásticos parques que la ciudad tiene. El Queen Elizabeth Park y el Stanley Park. En el primero, se divisa toda la ciudad están construyendo nuevas vías de comunicación de cara a los Juegos Olímpico de invierno del 2010. En el transcurso del paseo por el parque conocí a uno de los turistas mexicanos que se alegraba de la victoria de España en el europeo. Resultó que había vivido tres meses en Barcelona, realizando un cursillo para juez-magistrado en la escuela jurídica de Barcelona (Tibidabo). Estaba ejerciendo de magistrado de lo contencioso en la ciudad de Guadalajara (México). Entre el parque Queen hasta el Stanley había que atravesar la ciudad y fue en este momento cuando se hizo un recorrido por la ciudad. Fuimos al barrio chino. Pasamos por la zona más deprimida de Vancouver. Parece tarea imposible solventar la pobreza.El parque Stanley es enorme. Se puede recorrer por carretera dentro de las laderas que rodean al parque, junto al mar. La otra vía es exclusiva para viandantes y bicicletas, cerca de 12 km de recorrido, bordeando la costa. Sensacional. El parque toca prácticamente el centro de la ciudad. Era domingo, había una enorme cantidad de gente disfrutando del sol, poco frecuente en esta ciudad. Una envidia. Había toda clase de personas paseando y descansando por el césped. Hindús jugando a cricket, orientales descansando y viendo jugar a los niños, incluso, un grupo que parecía afganos, donde sólo jugaban los chicos, pues, las mujeres parecían invisibles. Estuvimos en la zona ocio de los domingos. Un mercado muy bonito, abarrotado y bien presentado, donde los productos, había de todo, se presentaban a los ojos. Había tiendas de souvenirs. Compramos camisetas y una gorra.
Fue una experiencia muy agradable e instructiva. Por la tarde realizamos otra excursión. El tour era Vancouver- norte. Atravesamos el puente Capilano, muy turístico y ascenso en teleférico a una estación de esquí que se reconvierte en verano para actividades al aire libre. Había allí dos osos en cautividad. Había mosquitos. Se hizo tardísimo. Junto a G. se sentó una “modelo”, pero G. no le dijo nada. Normal. En el trayecto final una de las turistas que iba en el autocar empezó a contar chistes. Tenía gracias explicando ocurrencias. Por ejemplo, ¿cómo dicen en swahili pan? Bim-bo. Explicada por ella tenía mucha gracia. No pudimos ir a un restaurante. Fuimos a una tienda para comprar algún sándwich y una magdalena (muffins) que nos acompañó durante días, hasta lograr deshacernos de ella.