Leer el artículo de Javier Cercas, también resulta doloroso. Es cierto que los políticos “separatistas” no parecen darse cuenta que no representan a todos los ciudadanos de Cataluña. Sin embargo, a mi tampoco me representan aquellos que ni tan siquiera consideran que sea legítimo plantearse la secesión. Los “separatistas” se utiliza el término –peyorativo- como una etiqueta estigmatizadora, lo único que han planteado es la posibilidad de un referéndum pactado con el Estado para saber qué opina la ciudadanía. ¡Nada menos que eso! ¿Eso es ilegal?
El Estado no quiere saber nada de esa posibilidad. No habrá ni negociación ni nada de nada. Ni terceras vías ni federalismo ni nada que se le parezca. ¡Eso sí, habrá diálogo dentro de la Constitución!
Cercas se siente traicionado, yo también me siento traicionado por la Transición y el modelo actual. Cada uno es hijo de sus propios fantasmas. Su sentimiento de traición es legítimo, sí así lo vive, y no voy a ser yo quien ponga ningún pero, por la misma razón, muchos catalanes, también nos sentimos traicionados por el Estado y sus continuos desplantes y humillaciones contra una parte catalanes que queremos la independencia.