Hace diez
años en un día como hoy, Madrid sufrió los peores atentados terroristas de la historia de España. 101 muertos y 1858 heridos.
El
gobierno del PP mintió a los ciudadanos inventándose la teoría de la
conspiración. Aznar se ha convertido en el Nixon español al mentir a la
sociedad española de una manera irreparable y arruinando sus dos mandatos como
Presidente de gobierno. En el único momento decisivo en nuestra historia
reciente, mintió y a día de hoy sigue su particular cruzada.
En el
11-M se rompió las vidas de todas las personas asesinadas en los atentados,
también se logró destruir la credibilidad de todas las instituciones del estado.
El PP y sus servicios mediáticos auxiliares hilvanaron una gigantesca campaña
de desprestigio sin precedentes en la democracia española. La tesis que sostuvo
el gobierno del PP fue que ETA estaba
detrás de los atentados. La realidad se encargo de desmentir la mentira. Sin embargo,
la teoría de la conspiración afirmaba que si no aparecían pruebas de ETA significaba
que, efectivamente, ETA estaba detrás de los atentados.
Aznar
habló de autores intelectuales de los atentados y dijo, sin aportar ni una
prueba, que “no están en desiertos remotos ni en
montañas lejanas, sean quienes sean”
(7/11/2007, El Mundo). ¿Dónde están? ¿No estaría pensando en la calle Ferraz?
Mentiroso y mezquino, ese será su legado. Un legado envenenado que dejo a
Mariano Rajoy como perdedor de las elecciones del 14 de marzo del 2004. Siendo
jefe de la oposición, nunca desmintió la teoría conspirativa. Siendo delfín de
Aznar siguió los dictados de éste. Si hubiera sido capaz de poner fin a esa
escalada de desprestigio de las instituciones, su estatura política, habría
aumentado unos milímetros, no lo hizo.
Hoy en clase he querido recordar a mis alumnos, a los
191 muertos y los 1858 heridos. Les he recordado lo que sucedió ese día del
2004. Sin embargo, un alumno, que ese día debía tener 6 años, se le veía
incomodo y le he preguntado el por qué, y su respuesta ha sido que lo que le
decía no era lo que a él le había dicho. Es decir, su visión se basaba en las
explicaciones de la teoría de la conspiración. O sea, que si ha hecho daño ese
veneno destilado por las radios de la Conferencia Episcopal española, y los diarios
de derecha de Madrid, amén de PP.
Diez años de desunión entre las
víctimas de ETA y las víctimas del 11-M, como si hubiesen dos clases de
asesinados. La AVT ha querido jugar sus bazas con el PP y el PP ha utilizado a
la AVT para erosionar al PSOE. En el día de las víctimas del 11-M no ha sido
posible la unión de ambas asociaciones. ¿Cómo es posible? La respuesta está en
las semillas que el PP y sus servicios mediáticos auxiliares han propagado durante una década. ¡Hasta
cuándo ¡