dissabte, 25 de gener del 2014

Reseña: Sergi Pàmies y su mirada de tortuga

Sergi Pàmies. Cançons d’amor i de pluja. Quaderns Crema.

Hay que decir que los cuentos que se ofrecen en este volumen nos cuentan mucho de su autor. Decía Fichte que el tipo de filosofía que se hace refleja la clase de hombre que se es. Donde dice filosofía hay que sustituirla por literatura. No se trata de hacer psicoanálisis del autor, pero en los cuentos que aparecen en la obra nos dan pistas sobre su personalidad.



El tono es casualmente ligero, lleno de humor, de una cierta distancia, como disculpando las pequeñas flaquezas de los personajes que aparecen. Reales e imaginarios. En el libro aparecen sentencias para sobrellevar nuestras vidas de la mejor manera posible. Hay momentos emotivos como en “Dos radiofonistes” dedicado a la figura de Luis Arribas Castro. Y en “El Nínxol” nos habla de su familia. Una familia que, como todas, marca nuestra propia personalidad.

Todos los cuentos tienen interés, por supuesto, unos más que otros. En “Agraïments” en texto con marcado acento humorístico y crítico se pone en solfa esa moda de una página dedicada a los agradecimientos. Los cuentos están llenos de cotidianidad, de complicidades con el lector, de un deseo de decir lo que todos quieren decir, pero de manera informal.

La familia, los hijos, las esposas y amantes, los compañeros de trabajo, los desconocidos que se cruzan con nosotros en las calles, las manías que nos retratan, la vida, la muerte, nuestra fragilidad y nuestro deseo de perdurar son los temas que el autor se hace eco en sus cuentos. Un lenguaje preciso, ameno, con un marcado acento antiacadémico, trata de llevarnos la vida a través de la literatura.



En el cuento titulado “La tortuga” aparece una metáfora de nosotros mismos. Transcribo lo que dice: “ Quan compara la seva existencia amb la d’altres mascotes, la tortuga se sent satisfeta. Pensa en els pobres hàmsters, condemnats a pedalar dins d’una roda amb l’excusa que  l’exercici els fa més musculats, intel·ligents i actius (...) (pàg.161)”["Cuando compara su existencia con la de otras mascotas, la tortuga se siente satisfecha. Piensa en los pobres hámsters condenados a pedalear dentro de una rueda con la excusa que el ejercicio los hace más musculados, inteligentes y activos".]. Pàmies nos mira con los ojos de la tortuga, y lo que describe en sus cuentos son las vicisitudes de todos nosotros que somos esos hámsteres menesterosos.


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