Se acaba la “semana santa” en una sociedad aconfesional. Las costumbres son las costumbres. El negocio montado alrededor de expresiones religioso-festivas son muy importantes. Intereses y devoción se dan la mano. Además siempre nos queda el fútbol para evadirnos de una realidad poco amable.
En el plano internacional, todo sigue peor. Libia se desangra a ritmo lento, Gadafi sigue en el poder, y la comunidad internacional se llena de pasividad cómplice frente a los muertos en Misrata. Supongo que habrá una conferencia dentro de un mes para estudiar esa situación. ¡ Demencial!
En Japón se da por bueno el desastre de la nuclear de Fukushima. El tiempo acaba con el vertido radiactivo y las consecuencias colaterales se irán haciendo visible en los próximos años. Una de las imágenes más repetidas ha sido el vestuario de las autoridades desplazadas a la zona devastada. Todos ellos llevan una especie de traje de empresa. ¿No resulta sospechoso? Igual es el "equipo" necesario para presentarse delante de las víctimas para pedir perdón por el desaguisado. La reconstrucción será lenta, pero estamos delante de la tercera potencia del mundo. Supongo que ha sido un consuelo la escenificación en la Sagrada Familia de Gaudí la celebración de un acto conmemorativo a las víctimas del terremoto de Japón auspiciado por la Generalitat de Cataluña.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada