En cuanto a la política nacional, estamos en una deriva cada vez preocupante. No hay manera de establecer nexos de unión entre España y Cataluña. Recursos de inconstitucionalidad a propósito de cualquier ley empañan una relaciones cada vez más difíciles. Después de la polémica sobre la capacidad para endeudarse de las CC.AA, CiU ha manifestado su intención de replantear la cuestión del financiamiento. Para empezar se trata de plantear el Concierto económico. Hay que recordar que dos CCAA ya tienen dicho concierto. Cataluña se siente maltratada, y la percepción ciudadana en Cataluña es que se nos está maltratando, pues, no se recibe lo que aportamos. Cada vez hay más voces que asumen la inevitabilidad de las propuestas independentistas. La masa crítica aún está lejana, pero al ritmo actual no es descartable nada para los próximos años.
Una de las noticias más llamativas ha sido el anuncio de la suspensión de pagos de Nueva Rumasa. Los inversores que han sido tentados por la abeja están aterrorizados. Pues, el dinero que fácilmente deberían haber ganado se evaporiza. El gobierno debería ayudar a esas empresas, algunas muy significativas. Al igual que se dan ayudas a empresas, y especialmente, a los bancos, se debería ayudar, mediante créditos para poder salir a flote de la crisis. Hay que apostar por el tejido productivo y no por el especulativo, y esa idea directriz debería marcar las políticas de empleo. Es mucho más fácil ayudar a esas empresas que dejarlas hundir y pretender crear nuevas empresas. ¿Y qué hacemos con esos inversores accionistas? La Ley Concursal, los pone en la cola.
En un ámbito más doméstico, la Conselleria d’Ensenyament, está recortando la asignación presupuestaria a los centros de enseñanza público del orden del 20%. La calefacción, la luz serán piezas a reducir. Más por menos. Ese es uno de los eslóganes del CiU. Otro dato interesante es que buena parte del organigrama de la Conselleria d’Ensenyament está nutrida desde las filas de la dirección de colegio privados. Enseñanza y empresa es otra de las características que siempre ha destacado CiU. Otro adicional es que la familia siempre es lo primero. Por eso el nombramiento del hermano de Felip Puig como responsable del servicio meteorológico de Cataluña, Oriol Puig.
En un ámbito más doméstico, la Conselleria d’Ensenyament, está recortando la asignación presupuestaria a los centros de enseñanza público del orden del 20%. La calefacción, la luz serán piezas a reducir. Más por menos. Ese es uno de los eslóganes del CiU. Otro dato interesante es que buena parte del organigrama de la Conselleria d’Ensenyament está nutrida desde las filas de la dirección de colegio privados. Enseñanza y empresa es otra de las características que siempre ha destacado CiU. Otro adicional es que la familia siempre es lo primero. Por eso el nombramiento del hermano de Felip Puig como responsable del servicio meteorológico de Cataluña, Oriol Puig.
Las primarias del PSC se salda con la derrota de todos, excepto de CiU y su eterno candidato que debe de visualizar una plaza Sant Jaume por fin de CiU. La derrota del PSC aparece en clave de primarias. ¿Quién las quería?, y ¿para qué? La ejecutiva ha vuelto a calibrar mal. Montilla a pesar del fracaso electoral aún no ha dimitido del cargo de secretario general del PSC. La estrategia parece indicar la demolición del propio PSC para mayor gloria de CiU. Desde el PSOE esa debe ser la máxima propuesta como antídoto contra las próximas elecciones generales previstas para el próximo año. Antes, por supuesto habrá municipales y autonómicas en muchas de las CC.AA. Los analistas del PSOE deben contar con la idea que si el PP no logra una mayoría absoluta, la aritmética parlamentaria puede serle favorable. Es decir, cuenta con un posible pacto entre PSOE y CiU. Ya veremos.... Pero de momento en Cataluña, el papel del PSC es simplemente de desorientación y vacío de ideas. Suerte que la crisis es tan profunda que CiU también se verá arrastrada, como todos, a hacer lo que desde otras instancia les indiquen. La sensación es que ahora mismo, la Generalitat tiene un valor puramente simbólico, más que real y efectivo, pero en las condiciones que estamos CiU debe pensar que ese simbolismo puede serle de mucha utilidad.