Viatges i Lectures

dimecres, 6 de maig del 2020

dimarts, 5 de maig del 2020

Chistes para ilustrar problemas filosóficos (VIII)

El término falacia supone la existencia de un argumento, aunque sea aparente (sofisma). Puede parecer que ambos términos son intercambiables, pero se afirma que el sofisma, es un argumento intencional, encaminado a hacer fuerte un argumento débil, mientras que la falacia sería un error en el razonamiento. Estos errores, también pueden ser intencio-nales.

Argumento a partir del respeto a la autoridad.

Falacia del "argumentum ad veracundiam"

El principio de Autoridad, ha sido un expediente comodísimo a la hora de cerrar una discusión. Hablar de Platón o Aristóteles o de los Padres de la Iglesia, o cualquier otro filósofo, o político o escritor, etc; suponía un plus de verdad en las afirmaciones que trataban de imponerse. Sin embargo, la falacia consiste en la utilización de la Autoridad per se. Si un científico dice que el covid-19 es un virus, la afirmación puede ser verdadera o falsa -es verdadera-. Si el científico pretende decirnos a todos lo que va más allá de su competencia, en nombre de sus títulos y menciones honoríficas, se desliza hacia esta falacia. Podría ser verdadero lo que dice, pero no por ser científico o experto en su campo.

Ejemplos* (1):

Ted se encuentra con su amigo Al y exclama:

—¡Hombre, Al, había oído que habías muerto!

—Pues no parece —se ríe Al—. ¡Cómo ves, estoy bastante vivo!

—No puede ser —responde Ted—. El tipo que me lo dijo era mucho más de fiar que tú.

Ejemplo (2)

Un hombre entra en una tienda de animales y pide que le enseñen los loros. El propietario le muestra dos ejemplares espléndidos.

—Éste vale cinco mil dólares y el otro diez mil —le dice.

—¡Caramba! —replica el comprador—. ¿Qué hace el de cinco mil?

—Este loro canta todas las arias que escribió Mozart —le informa el propietario de la tienda.

—¿Y el otro?

—El otro canta todo el ciclo de El Anillo del nibelungo de Wagner. Aunque tenemos ahí a otro loro que cuesta treinta mil dólares.

—¡Santo cielo! ¿Y ése qué hace?

—Que yo sepa, nada, pero los otros lo llaman ¡maestro!

* Thomas Cathcart y Daniel Klein, Platón y un ornitorrinco entran en un bar... La filosofía explicada con humor. Trad. Núria Pujol Valls, Editorial Planeta 2ªed. Barcelona, 2008.