dimecres, 15 de juliol del 2015

Asa Larsson: oleada de frío

Acabo de leer el libro de Asa Larsson: Aurora boreal. Ed.Booket. La novela negra escandinava ha seguido la estela marcada por Henning Mankell, y su inspector Wallander.

La novela se deja leer con facilidad. Mientras en España se abatía una ola de calor sahariano, uno se imaginaba en los escenarios –Kiruna- donde transcurren los hechos de “Aurora boreal”, con un frío glacial, justo lo que aquí necesitamos.  

El asesinato de Viktor Strandgård, pastor de la iglesia de la Fuente de Nuestra Fortaleza, desencadena toda una serie de acontecimientos que remueven los recuerdos de todos los protagonistas: Rebecka Martinsson, Sanna, hermana de Rebecka y esposa del asesinado Viktor, que será acusada de asesinato, por el ambicioso fiscal Carl Von Post, y los otros miembros de la iglesia: Thomas Söderberg, Vesa Larsson, y Gunnar Isaksson, un trío, nada limpio. También está la inspectora Anna-Maria Mella y su colaborador-jefe Sven-Erik Stålnacke. No nombro al asesino (pista).



Dinero, poder, prestigio, traición y religión se dan la mano en esta historia que viene del frío. Y que en ocasiones alumbra frases brillantes: “ –Cuando nos muramos estaremos tan cansadas que desearemos que no haya otra vida después de ésta –dijo Maria poniendo una taza de café sobre la mesa de Rebecka-.” (pág.15). o bien un toque crítico: “ (...) Sería mejor que esta rica congregación enviara un poco de dinero a los de Aldeas Infantiles. Pero seguro que es más divertido cantar los salmos en una iglesia moderna que cavar pozo en África” (pág.21). O este otro toque de atención: “(...) En aquel tiempo era una congregación a punto de sucumbir. No, mentira, ya había sucumbido. La gente que iba a misa parecía ir para descansar un rato camino de la tumba” (pág.95).

La novela tiene un mecanismo de feed-back que nos transporta al pasado de los personajes. El centro de este mecanismo es la protagonista Rebecka, que tiene demasiados recuerdos dolorosos de Kiruna, y que volverá a revivir desde que su hermana – Sanna-, la llama a Estocolmo para que venga ayudarla.


 Habrá que leer más novelas de Asa Larsson, para saber a qué atenernos, resulta muy difícil comparar a Menkell y su inspector Wallander.