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divendres, 23 de maig del 2014
El fin de la teoría
1.- Han constata que en el ámbito
de la ciencia se puede hablar de “El final de la teoría” (Chris Anderson), en
la medida que la causalidad es sustituida por “correlaciones de datos”. Han
crítica a Anderson por su visión “débil” de la teoría. Contrapone las teorías
filosóficas, como la teoría de las ideas o la Fenomenología del espíritu de
Hegel que son teorías que no pueden “sustituirse por el análisis de datos”.
Chris Anderson
2.- Los datos no pueden conducir
el pensamiento, al contrario, “sólo el cálculo es llevado por los datos”. El
pensamiento se adhiere a la negatividad. Como dice bellamente Han: “El
pensamiento tiene necesidad de silencio. Es una expedición al silencio”.
3.- Han contrapone “ciencia
positiva” que se expresa en los datos, y el conocimiento que es negatividad. La
sociedad de la información se expresa a través de “su positividad, aditivo y
acumulativo”. La sociedad de la información es “ciencia google”. Se acumulan
los datos, pero falta conocimiento.
4.- Han nos recuerda que en el
origen de la filosofía Eros y Logos iban enlazados. Platón expreso esa unión. A
través de Eros el pensamiento es capaz de alcanzar al “otro atópico”. Pensar
requiere del “otro” para adentrarse en la negatividad de lo que no somos. Por
eso “sin Eros el pensamiento pierde toda vitalidad, toda inquietud, y se hace
represivo y reactivo”.
Bibliografía:
Byung-Chul Han.- La agonía del Eros. col Pensamiento Herder, ed.Herder, Barcelona, 2012.
dijous, 22 de maig del 2014
Política del Eros (VI)
1.- Han dialoga con Platón al
hablarnos de Eros. Pues, Eros transporta al alma para “ una procreación en la
belleza” (Platón, Banquete, 206b). En el dialogo entre Sócrates y Diotima, ésta
le dice a Sócrates [acerca de Eros] “Impulso creador, (...) Pero no puede
procrear en lo feo, sino sólo en lo bello. (...) Por esta razón, cuando lo que
tiene impulso creador se acerca a lo bello, se vuelve propicio y se derrama
contento, procrea y engendra (...) (206c). Sin embargo, con el eclipse de Eros,
transfigurado en sexualidad, el Eros pierde esa universalidad de lo bello.
2.- El alma platónica tiene una
triple función: deseo, valentía y razón. Eros gobierna el alma y “dirige cada
parte a su propia experiencia del placer”. Han afirma que el deseo es en la
actualidad quien nos gobierna. Afirma que la política carece de “valentía” y
esta alejada de Eros, se transforma en “mero trabajo”. Según Han, la sociedad
del rendimiento lleva acabo una “despolitización de la sociedad” y esto es así,
por “la sustitución de Eros por la sexualidad y la pornografía”. Una sociedad
donde todos somos átomos individuales, la valentía se esfuma de nuestro
carácter. El “nosotros” desaparece del horizonte colectivo. Nos hemos vuelto
temerosos de nuestra propia sombra.
3.- Como el “nosotros” ha
desaparecido, la “falta de tacto” y “el encuentro con el otro” se hace expresión
de un miedo hacia los demás. Han afirma que “la pornografía incrementa la dosis
narcisista del yo”. Como no somos capaces de de buscar al otro, nos refugiamos
en la realidad virtual, donde el “otro” no es real, es visible, al precio de no
saber quien es realmente. Han afirma que
el antídoto contra el narcisismo está
en el amor, esa experiencia atópica de la que hablaba Han. La experiencia
amorosa supone “una perforación en el orden de lo habitual y de lo igual”.
Cualquiera que haya visto los clips pornos que invaden Internet, comprobará que
la expresión de lo “habitual y de lo igual” no es mera retórica. Vista una,
vista las demás. ¿Por qué hay tanta gente, adicta a esas páginas? Porque el
deseo de lo habitual e igual se instala en nosotros, dejándonos hipnotizados
ante esas imágenes que muestran, pero no explican.
4.- Han reivindica el amor como lo
hacían los surrealistas. Dice Han que “con toda seguridad no habrá una política
del amor”, sin embargo, Han afirma la necesidad de la utopía al decirnos: “El
Eros se manifiesta como aspiración revolucionaria a una forma de vida y
sociedad completamente diferente”. Eros lleva en su seno el futuro. Autores
como Paz, Marcuse, Axelos, Morin, habían hablado del amor como potencial
revolucionario que en la etapa sólida del capitalismo trataba de reprimir, ahora,
en la nueva fase, etapa líquida (Z.Bauman) trata de desactivar, no a través de
la represión, sino por un exceso de sexualidad sin contenido. Decía Rimbaud que
“hay que reinventar el amor”, Han dice lo mismo.
Bibliografía:
Byung-Chul Han.- La agonía del Eros. col Pensamiento Herder, ed.Herder, Barcelona, 2012.
dimecres, 21 de maig del 2014
Fantasía (V)
1.- Han crítica a Eva Illouz y su “¿Por qué duele el amor”. Illouz viene a
decir, que en la actualidad hay una un exceso de información que hace
desfallecer a la imaginación. Si en la etapa sólida, había una imaginación
desbordante que aumentaba o idealizaba al “otro”. En la actualidad –sociedad
líquida-, se ha “racionalizado el deseo”, por eso, nos dice Illouz, se provoca
más fácilmente la decepción. Ésta “viene de la mano de la imaginación”. Illouz
conecta nuestra cultura de consumo, deseo y fantasía. Para ella, la cultura del
consumo reactiva deseo e imaginación. Su conclusión es que percibimos nuestros
“deseos y sentimientos de manera imaginaria a través de mercancías y de las
imágenes de los medios”.
2.- Han afirma que contra Illouz “que
el deseo añorante no es racionalizado”, y ello, es debido al que el
deseo añorante requiere al “otro” y éste ha sido eclipsado por nuestra sociedad
del rendimiento.
3.- Han afirma la antítesis entre
fantasía e información. La fantasía, nos dice Han “habita en un espacio
indefinido”, frente a la información que delimita muy precisamente su
espacio. Han afirma contra el parecer de Illouz, que a pesar de la propaganda y
la exaltación a la imaginación, ésta no aparece, precisamente por la “hipervisibilidad”
a la que estamos sometidos. Así, nos dice, por ejemplo, que el porno ahoga, por
su expresión hiperrealista la “fantasía erótica”.
4.- La sociedad del rendimiento
esta rendida a la visibilidad y a la hiperactividad. La visibilidad al decir de
Han, lleva al límite el deseo de la transparencia. Ésta supone que no hay
profundidades ocultas que afecten al sujeto. Nos movemos en geometrías planas y
lisas. Sin negatividad, no puede haber fantasía del “otro” y por extensión la “agonía
del Eros”. Han anuncia un declive de la literatura y el arte como expresión de
la desaparición del “otro”. En un mundo digitalizado –global map-, no hay territorios
para la exaltación de la fantasía, porque como dice Han, “no engendramos al otro”.
Bibliografía:
Byung-Chul Han.- La agonía del Eros. col Pensamiento Herder, ed.Herder, Barcelona, 2012.
dimarts, 20 de maig del 2014
Porno (IV)
1.- Si he de creer a Google, la
palabra “porno” tiene 250 millones de entradas. Mientras que sexualidad no
llega a 10 millones. La palabra amor se acerca a porno en entradas. El porno
para Han es la “mera vida expuesta”. Eros es la antítesis de el porno.
2.- El mundo se transforma en
porno a costa del erotismo.Han hace entrar en la discusión a Giorgio Agambe, que
distingue entre “secularización y profanación”, y afirma la segunda como medio
para “liberar las cosas para hacerlas un puro medio sin fin”. Han
crítica esta posición al considerar que Agamben “supone en todo fin una
coacción”. La idea del museo como exhibición borrar su valor cultural para
convertirse en puro “valor de exposición”.
3.- La desnudez, como exhibición,
deja sin aliento al misterio, y se aproxima a la exhibición pornográfica. El
capitalismo, afirma Han, “intensifica el progreso de lo pornográfico en la
sociedad”. Se da una paradoja, una más, mientras las autoridades nos hablan de
los peligros reales e imaginarios de la pornografía, por otro, las páginas de
Internet van llenas de sites pornográficas. Lo pornográfico es un valor
mercantil, la sexualidad, no es más que cuerpos exhibiéndose. No queda nada de
Eros. Lo pornográfico es la exaltación de la mera vida en lo sexual. Ahora,
cualquiera puede convertirse en “artista porno” y exhibirse en las páginas de
Internet previo pago con tarjeta de crédito. En este campo hay muchísimos/as
emprendedores/as.
4.- En este ámbito de exhibición,
no hay espacio para las “acciones rituales”. El amor requería un proceso
complejo de pasos. Ahora, se trata de ir al grano. Desnudez y obscenidad se dan
la mano. El amor que propugna los nuevos tiempos tiene que tener “calor,
intimidad y excitación agradable”. Por supuesto, el porno es la exaltación al
límite de ese complejo proceso del amor, que Han identifica con Eros y la
negatividad y que sin embargo, nuestro capitalismo centrífuga a la periferia.
Bibliografía:
Byung-Chul Han.- La agonía del Eros. col Pensamiento Herder, ed.Herder, Barcelona, 2012.
dilluns, 19 de maig del 2014
La mera vida (III)
1.- Han cita a Marsilio Ficino
(s.XV) para describir lo que sucede entre amado y amante, mediante los “erotizados
ojos”: “está dominado por una pasión mortal” (...). “(...) se produce una
especie de transfusión de sangre (...)”. La idea de transfusión de sangre es
una buena imagen de las películas de vampiros y sus sagas juveniles. Allí todos
son jóvenes eternos –narcisos- que no buscan al
amado, sino que se nutren de ellos, o sea, los vampirizan. El capitalismo
actual se dedica a eso.
2.- En contra de Eva Illouz, Han
rechaza la idea que el amor se “feminiza”, antes al contrario, dice Han, el
amor “(...) es domesticado para convertirlo en una fórmula de consumo”. El
amor, ahora, no puede aparecer bajo ningún aspecto negativo.
3.- Han siente reverencia a Hegel
y pone en relación la dialéctica del amo-esclavo. Una versión paródica la
utiliza Nietzsche en su versión de la moral del señor y moral del esclavo.
Hegel había descubierto “el trabajo de lo negativo [el treball d’alló que és negatiu]”
(Fenomenologia de l’esperit, vol.1, pàg.62).Han utiliza la metáfora hegeliana
para ilustrar el proceso que lleva al nuevo capitalismo a des-negativizar la
relación a muerte del señor y el esclavo (pàg.194 i següents). En Hegel la
superación implicaba el reconocimiento del “otro”, pero al decir de Han, ahora
la reconciliación es imposible porque ha desaparecido el “otro”. Nos hemos quedado
con nosotros mismos.
4.- Para Han “el trabajo y la mera
vida” se relacionan porque son reacciones a ese horizonte ominoso que es la
muerte. La “mera vida” se traduce en la sociedad del rendimiento en exaltación
de la salud. La salud se ha convertido al decir de Han en un valor superior a
la “soberanía y la libertad”. Han recuerda a Nietzsche para hablarnos del “último
hombre” que afirma lo siguiente: “ Se venera la salud. “Nosotros hemos
universalizado la felicidad” –dicen los últimos hombres y parpadean”
(Nietzsche, Así hablo Zaratustra, p´g.39). La mera vida recuerda a la “nuda
vida” de Agamben y su distinción entre zōé y bíos. Es decir, entre vida
biológica, y vida humana. Han afirma que allí donde se “sacraliza la mera vida,
la teología da paso a la terapia”. La terapia se hace self, es decir, la
resolución de nuestros conflictos se resuelven dentro del propio individuo y
por el propio individuo. Los libros de autoayuda inundan las librerías
ofreciendo todo tipo de soluciones a nuestro problemas narcisistas.
5.- La hybris griega desaparece del
escenario actual. El Eros como trasgresión no es reciclable para la sociedad
del rendimiento. Han afirma que el “esclavo” hegeliano se ha convertido en amo,
pero al precio de la depresión. Somos amos y esclavos de nosotros mismos. No
hay por tanto reconciliación posible. ¿Cómo
ser libre de uno mismo? En el nuevo
capitalismo afirma la “mera vida” pero no la “vida buena” que hablaba
Aristóteles (Aristóteles, Política, 1257b). Si solo hay “mera vida” el capitalismo,
sentencia Han, se hace “obsceno”.
6.- El capitalismo financiero y patrimonial (
Thomas
Piketty) ha logrado derrotar, según Han, el Eros. Lo que nos queda es la
supervivencia, que es la “mera vida” en estado bruto. Han afirma la paradoja
del superviviente: “ El superviviente equivale al no muerto, que está demasiado
muerto para vivir y demasiado vivo para morir”. Aquí podríamos utilizar otro de
los fetiches de nuestra sociedad actual: los zombis. Son muertos que aún no se han enterado de que están muertos, se
resisten a morir, son supervivientes, en el bando equivocado. No deja de ser
significativo que la serie “Supervivientes” arrasara en TV. Vampiros, zombis,
supervivientes, son los signos extraños de los nuevos tiempos que nos ha tocado
vivir.
Bibliografía:
Byung-Chul Han.- La agonía del Eros. col Pensamiento Herder, ed.Herder, Barcelona, 2012.
G.W.F.Hegel.- Fenomenologia de l’esperit.
Vol 1. Trad.Joan Leita, Edició de R.Valls i Plana, col.Textos filosòfics 35,
ed.Laia, Barcelona 1985.
diumenge, 18 de maig del 2014
No poder poder (II)
1.- A la sociedad actual, Han, la denomina “sociedad
del rendimiento”. La palabra mágica que domina es “poder”. Z.Bauman hablaba de sociedad
líquida –capitalismo financiero y patrimonial- y sociedad sólida –capitalismo
de bienes y consumo-. En la fase sólida o “disciplinar” (M.Foucault) la palabra
adecuada era “deber”. Ahora, en la sociedad del rendimiento, el poder se
expresa mediante “la motivación, la iniciativa y el proyecto” son más eficaces
que el modelo disciplinar. El hombre que surge esta sociedad es el emprendedor.
Éste “como empresario de sí mismo” actúa a la vez como empresario y trabajador
en una fusión inquietante y preocupante.
2.- Han vierte una crítica acerada
a las tesis de M.Foucault. Éste había elaborado una metafísica del poder de
raíz nietzscheana, que ha ejercido una influencia muy importante en diversos
autores. Sin embargo, la debilidad de sus tesis es que solo pueden aplicarse a
la fase sólida, pero no a la líquida, que es el reproche de Han. La muerte
prematura de Foucault no ha permitido los posibles análisis que podría haber
realizado. Si en la fase sólida se podía hablar de explotación, ahora, que el
emprendedor es su propio empresario y trabajador, ¿cómo queda la explotación?
Han argumenta que la tesis de Foucault no es capaz de ver la ”violencia de la
libertad” que el sistema neoliberal crea en el emprendedor.
3.- En la actualidad, hay una
palabra talismán que es “tú puedes”. Al decir de Han, está risueña palabra
esconde una auténtica emboscada psíquica. ¿Por qué como dice, Han, “no es
posible ninguna resistencia contra sí mismo”. Eso significa que quien fracasa,
ya no podrá traspasar la responsabilidad a los otros, sino que tendrá aceptar
una cruda realidad, el fracaso lleva consigo la “culpa”. El fracasado en el
capitalismo financiero y patrimonial de la etapa líquida, tiene “excusa y
expiación”. Así, el nuevo canto de sirena del capitalismo líquido, consiste en
cargar toda la responsabilidad al individuo, átomo de una sociedad, que como el
mundo leibniziano, son mundo cerrados que en virtud de la “armonía
preestablecida” –capitalismo líquido-, imaginan que somos una comunidad. Si
fracaso no puede trasladar la responsabilidad ni a la sociedad, ni el Estado,
ni mucho menos al sistema económico. El resultado es la depresión. Es decir,
que “no puedo”, y eso, se ha convertido en anatema para nuestra sociedad que se
llena la boca de “sí se puede”.
4.- Para Han, el Eros, es un
realidad que no puede ser reciclada por el sistema económico basado en el “rendimiento”.
Es el “no poder poder”. La negatividad, otro concepto clave de Han. Esta negatividad
significa un rechazo a la lógica del rendimiento, de la positividad. El Eros
desbarata la estrategia de la positividad en la que se ha instalado nuestra
sociedad. El Eros reconoce la alteridad, “la atopía del otro”, que escapa al
control del poder. De esa nueva manera de entender el poder. Se desdibuja los “aparatos
de poder” externos y se refuerzas los mecanismos psicológicos internos.
5.- Para Han, el amor se “positiva
hoy como sexualidad”. En frase apretada dirá: “El sexo es rendimiento”. Ya
veremos que la exaltación del sexo como rendimiento se expresa en la
pornografía. El amor –Eros- desparece del escenario para dar cabida a la
exaltación del cuerpo, que se convierte en mercancía. Es decir, la sexualidad
se expresa desde la nueva positividad en consumo.
6.- El “otro” desaparece en esta
nueva Sodoma para poder exhibirse mejor. Han cita a M.Buber para indicar la
consecuencia de esta desaparición del otro –“distancia originaria”-, es el “principio
de ser humano y constituye la condición trascendental de posibilidad de la
alteridad” (M.Buber).
7.- Si la nueva lógica del rendimiento
se aplica al amor, su consecuencia, según Han, es que el amor se convierte en
sexualidad y ésta en “fórmula de disfrute”. Lo esencial es que todo sea soft,
es decir, sensaciones agradables, como dice Han “una emoción y una excitación
sin consecuencias”. Huir de lo desagradable –negatividad - es el principio al
que hay que atenerse en estos asuntos. Nada de enamorarse, nada de sentimientos
intensos, de pasión. Que todo sea soft, se expresa en otra palabra talismán: “precioso”.
Este adjetivo se ha convertido en sustantivo y expresa la positividad con que
el sistema se empeña en instaurar, con la colaboración activa de todos
nosotros.
8.- Eros se bate en retirada. Nuestra
sociedad busca activamente el consumo y rechaza cualquier veleidad hacia el “otro”,
al atopos, al amado y aquello que buscamos y no encontramos, la negatividad. La
negatividad se deja consumir. Por eso se expulsa de nuestro imaginario colectivo.
La derivada de todo ello, en al decir de Han, “una sociedad que se vuelve cada
vez más narcisista”. Han apostilla: “El capitalismo elimina por doquier la
alteridad para someterlo todo al consumo”.
Bibliografía:
Byung-Chul Han.- La agonía del Eros. col Pensamiento Herder, ed.Herder, Barcelona, 2012.
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