divendres, 19 d’abril del 2019

Egipto: Abu Simbel (II)

Día 6

Los turistas.....

Una de las ventajas de viajar con otros compañeros de viaje, es que siempre hay gente que sabe sobre diversas cuestiones. En ese momento del viaje, se hacía pesado, nos han explicado que hace más de dos mil años, Eratóstenes de Cirene (275-195 a.C.) pudo calcular el radio de la tierra*. Entre Alejandría y Asuán (Siena).


El cálculo: Cortesía de Moisés



Carl Sagan explicando a Eratóstenes

Nuestro guía Ahmat, nos ha explicado que en paralelo a la carretera había un muro de piedra que nos ha acompañado durante unos 20km, algunos tramos se estaban construyendo, era para realizar un complejo donde se podría cultivar gracias al canal artificial que se está construyendo para atrae agua del lago Nasser. Las obras estaban muy avanzadas. Nos dijo que, probablemente, dentro de cuatro o cinco años no conoceríamos este paisaje que ahora contemplamos. Cercano a este muro hemos visto, complejos de viviendas en medio de la nada. Seguramente, el proyecto es ambicioso y habría que desear que se pueda llevar a cabo semejante proyecto.

Muro en construcción


Mirando al  lago Nasser

Mirando hacia Abu Simbel



Finalmente, sobre las 10.30h hemos llegado a nuestro destino en Abu Simbel. Hemos ido directamente al parking para desde allí ir directamente al Templo. Hacía calor. Un ambiente cálido y seco nos ha acompañado en nuestra visita.



Un poco de historia....

Nubia, tierra desaparecida


Abu Simbel


"Elefantina (Asuán) fue considerada siempre como la frontera entre Egipto y Nubia, «la tierra del arco». Desde el Imperio Antiguo, los faraones organizaron expediciones para explorar el Gran Sur, someter a tribus a menudo levantiscas y conseguir productos valiosos, comenzando por el oro. Fue Tutmosis III, en el Imperio Nuevo, quien pacificó Nubia e inició la construcción de santuarios, antes de que Ramsés II se afirmara como el mayor constructor de la región.

La XXV dinastía, llamada «etíope», Piankhy (747-715 a.C) verá cómo suben al trono faraones negros y preservan los valores ancestrales. Y fue en Nubia, durante la agonía de la civilización faraónica, donde sus últimos partidarios buscaron refugio**".


La necesidad de "modernizar" el país, llevó a Nasser a buscar apoyo extranjero para consolidar su poder y generar desarrollo. En marzo de 1960, se firmó el acuerdo entre Jruschev y Nasser para llevar a cabo la construcción de la presa de Asuán. Su construcción suponía sumergir en las aguas a toda Nubia, su población y los tesoros milenarios que se hallaban allí.






La noticia que diversos monumentos se iban a perder de manera irremediable, motivo a la Unesco para una campaña internacional para salvar todo el patrimonio posible. Diferentes templos fueron salvados de las aguas, y trasladados a otros países, entre ellos el Templo de Debod en Madrid. El resultado de la presa fue la aparición de un enorme lago que lleva el nombre de lago Nasser. El rescate más impresionante fue el de Abu Simbel. Nuestro guía Ahmad nos dijo que no había mucho que ver en el lago Nasser, sin embargo, esa afirmación es muy parcial e interesada





Notas:

* ¿Por qué Eratóstenes escogió esa dos ciudades, es decir, Alejandría y Asuán (Siena)? "La razones es triple: 1) las dos ciudades estaban sensiblemente en el mismo meridiano, por lo cual no había que tener en cuenta, según se creía, diferencia alguna de longitud; 2) la distancia que las separa había sido medida por los agrimensores egipcios, y 3) la evaluación de la diferencia de latitud se veía muy facilitada porque, dado el conocido hecho de que el sol no proyecta sombra en Asuán en el solsticio de verano, la ciudad se encuentra en el Trópico septentrional." (pág.405). ( René Taton, La ciencia antigua y medieval,vol 1., Ediciones Destino, Barcelona, 1971)

** * Los textos en cursiva son si no se dice otra cosa son de Christian Jacq, La guía de viaje al Egipto de los faraones, ed.Planeta.


dijous, 18 d’abril del 2019

dilluns, 15 d’abril del 2019

Egipto: Abu Simbel (I)

Día 6

Los turistas...

Nos hemos despertado pronto, sobre las 5.30h. Ducharse e ir a desayunar. Había que dejar las maletas a las 6.15h en la puerta de nuestro camarote. Hemos ido primero a desayunar, ha sido espléndido. Hemos subido a la cubierta del crucero para contemplar el nuevo día en Aswan (Asuán). Despedirse de este hotel flotante que nos ha llevado por el Nilo. Una experiencia más que notable.





A las 7h nuestro guía, Ahmad, nos llevó al autocar que nos conduciría a nuestro nuevo destino en Abu Simbel. A tres horas de distancia en autobús, hemos parado antes, en la famosa presa, construida por la antigua Unión Soviética, 1959-1070, es un auténtico monumento al desarrollismo de la época. 






La presa es una obra faraónica que inundó una enorme extensión de tierras  -con una extensión de 5248 km² -,y con ellas, la desaparición de los Templos de la Antigüedad. Sólo la intervención de la Comunidad internacional, hizo reaccionar al gobierno egipcio, de Gamal Abdel  Nasser (1918-1970). Uno de los rescates más famosos fue, precisamente,el de Abu Simel.

Las aguas del Lago Nasser

El templo de Kalabsha salvado


Ingeniería soviética para construir una presa descomunal, de la mano del Nasser que gobernó desde 1954-1970, fecha de su muerte por un infarto. Al contemplar las dimensiones de la presa, para que Nasser quería emular a los antiguos faraones. Si en aquella época suponía la posibilidad de generar electricidad para una sociedad que quería acceder a la modernidad, en la actualidad con cerca de 100 millones de personas, la presa no puede abastecer a toda la población. Se plantean diversas opciones para generar más electricidad.



El camión no es un espejismo



Después de contemplar y fotografiar la presa y su lago artificial, nos hemos dirigido hacia nuestro objetivo. Una carretera asfaltada y un paisaje desértico nos ha acompañado a lo largo de todo el recorrido. Una parada técnica en un chiringuito, al lado de la carretera, nos ha permitido fotografiar el desierto.