diumenge, 25 d’abril del 2010

UPyD Sabadell (I)


Voy a contar mi experiencia, triste, como militante de base de UPyD. La necesidad de un partido político que fuera más allá y más acá del PSOE y PP, amén del desapego nacionalista, hizo que la aparición en escena de un nuevo partido, UPyD encabezado por Rosa Díez  fuera una tercera vía en las agotadas aguas de la política nacional.

En Cataluña la onda nacionalista es imparable. Las lecciones de CiU han sido un buen ejemplo de lo que había que hacer. Los partidos de izquierda –sea eso lo que fuere- han hecho bandera del nacionalismo. El tripartito ha sido el resultado de haber comprendido que los agravios pasados y futuros son un excelente combustible para ganar elecciones.

Es verdad que Cataluña tiene un papel importante en el escenario político nacional. CiU ha sido un partido que ha dado estabilidad a los gobiernos del PSOE y el PP en Madrid. Todos alababan la centralidad de un partido que ofrecía –a cambio de trasferencias- estabilidad en la acción parlamentaria.

CiU era expresión de nacionalismo centrado, más allá de los excesos verbales inevitables en la contienda política y para el consumo interno. Cuando los partidos mayoritarios ganaban por mayorías absolutas aparecía cierto ramalazo antinacionalista que les hacía perder de vista que más tarde o más temprano habría que volver a ellos.

No sé si Rosa Díez mide el nacionalismo desde la óptica vasca. Si es así, es evidente que en Cataluña la dinámica ha sido afortunadamente muy diferente. El “oasis catalán” ha sido una expresión que se ha utilizado de forma ambigua para criticar una forma de hacer que en ese Madrid pequeño de la política entendida como destrucción del adversario, se advertía como una amenaza a su discurso de una España que se va a pique.

Como en el título de Carmen Iglesias, “No siempre lo peor es cierto”, los discursos antinacionalistas hacen de espejo al nacionalista. Los medios de comunicación y sus extensiones en las tertulias radiofónicas anuncian catástrofes de todo orden para la convivencia. El sentimiento de pertenencia es natural. El excluyente no lo es. ¿Cómo saber que estamos hablando de inclusión o exclusión?.  La cuestión es central, pero el ruido mediático, judicial y político, hacen difícil poner serenidad en estas cuestiones que se viven con visceralidad.


Como ciudadano me siento catalán, pero también me siento español. Decía I.Werth que  los españoles tenemos “ anemia patriótica”. Es verdad. No se ha sabido por ningún gobierno central utilizar los símbolos nacionales para crear un mínimo común de identidad nacional. En cambio, los nacionalistas en esto han sido verdaderos maestros en crear símbolos y adhesiones.  Pienso en Estados Unidos, que a pesar de tener un estado federal con banderas propias y leyes propias, en cambio, todos se sienten solidarios de una bandera que los une a todos. Lo que importa es el sentimiento de formar parte de una colectividad que asumimos nuestras diferencias pero que nos une una historia, unas tradiciones y una cultura que además se mezcla con la de la propia historia de nuestras tierras. Yo quiero ser ciudadano de ambas, no quiere escoger una para repudiar otra.  Porque lo que importa no es el pasado, el nacionalismo ha utilizado el pasado como origen de agravios reales y ficticios, es hora de mirar al presente y especialmente al futuro. Como ciudadanos de un estado integrado en la Unión Europea, aspiramos a una sociedad más democrática, más justa y solidaria. ¿Es verosímil que en Cataluña aspire a un estado independiente? Las dificultades que pasa el trámite del Estatut de Catalunya refrendado por la ciudadanía, ¿puede suponer el inicio de una dinámica de carácter independentista? La respuesta no está escrita. La sociedad catalana, a pesar de todos los tópicos es muy plural, pero no sería descartable que desde el discurso nacionalista y apoyándose en una cierta percepción que lo poderes centrales se menosprecia las exigencias catalanas, pudiera provocar una desafección mucho más honda con relación a España.

dissabte, 24 d’abril del 2010

La pesadez rutinaria


La política nacional, se desliza hacia cotas insufribles de movimientos pendulares. Del panegírico más nauseabundo a las descalificaciones más groseras. Todo vale en la guerra larvada que se lleva a cabo en  el pequeño Madrid político de la peor especie.

El TC ha vuelto ha marcar cotas de servilismo difícilmente superables. Lo que debería ser la garantía de estabilidad jurídica y solidez constitucional, es el escenario de una división marcada por los nombramientos  de los dos partidos mayoritarios, PSOE y PP que gestionan una institución que sólo sirve para sus propios intereses. Lo llamativo es que los magistrados sean meras correas de transmisión de aquellos que tuvieron a bien nombrarlos.

Después de cuatro años, la parálisis no es jurídica, sino política. ¿Hasta cuando piensas llegar? Algunos de los magistrados están en una situación de interinidad fuera de toda lógica. La culpa  directa es de los partidos, que usando dicha institución quiere socavar al adversario. Por su parte, los magistrados  se dejan utilizar para dichas maniobras y en conjunto, la institución que debería ser la garantía de nuestro sistema constitucional sufre un desgaste que puede tener consecuencias muy negativas desde el punto de vista de legitimidad.

Siguiendo el plano judicial, sigue el desaguisado, de la querella contra Garzón. Ahora, el propio Garzón recusa al juez instructor del TS, Luciano Varela. La torpeza de dejar fuera de la acusación popular Falange Española de las Jons, ha dado pie a Garzón, a está nueva recusación. El espectáculo de la justicia es simplemente incomprensible. No hay que descartar nada en las próximas semanas. La sociedad española tiene problemas más acuciantes, pero, la justicia está siendo le circo que proporciona cierto desahogo a una sociedad que no ha salido de la crisis y ve con desconcierto un enredo de la peor especie. Instituciones que deberían actuar con imparcialidad y respeto a la ley, se lanzan a querellas domésticas que tienen como secuelas daños colaterales en muchos frentes. Pensemos en las víctimas del franquismo que nunca han tenido el reconocimiento adecuado.


En cambio, hay gente que siempre cae de pie, eso es lo que ha sucedido con Samaranch. Juan Antonio Samaranch, Barcelona, 17 de junio de 1920-21 de abril de 2010, es el prototipo de hombre del antiguo régimen que se ha ido reciclando según las circunstancias del momento. Algo así como un corcho que flota en cualquier superficie, desde la negra dictadura hasta la gris transición para desembocar en el arcoíris de nuestras sociedades democráticas. Todos tenemos derecho a cambiar. El problema es que quienes se aprovecharon del antiguo régimen y él se aprovecho, nunca han dado muestras de dudas o vacilaciones de la anterior etapa. Eran adictos al régimen, se sentían estupendamente bien en ellos. Desde los tiempos de la camisa azul, a la camiseta olímpica. Su muerte nos recuerda que siempre hay clases, una, aquellos que perdieron la guerra civil y fueron borrados de la historia, y otros son ensalzados porque llegaron a esos puestos gracias a los servicios prestados en el anterior régimen. No se pretende quitar méritos a J.A.Samaranch, pero no conviene olvidar que sus responsabilidades olímpicas tuvieron su fundamento en una etapa negra de nuestra sociedad.



dilluns, 19 d’abril del 2010

Wallander y el enigma Sudafricano


¿Qué relación existe entre el asesinato de una agente inmobiliaria, la aparición de un asesino profesional negro y la ominosa  aparición de un auténtico agente de la guerra fría?

La respuesta a estas cuestiones son las que trata de desentrañar la novela de Henning  Mankell “La leona blanca”. La novela adquiere perfiles internacionales e indaga sobre el final del régimen racista de Sudafrica al final del mandato de F. De Klerk y la necesaria transición de poder desde la minoría blanca a la mayoría negra de N.Mandela.

La novela es extensa e intensa. Wallander será un peón más en una conspiración tramada en Sudáfrica por blancos que no quieren perder el poder absoluto. Traman un golpe que de acabar con éxito supondría un baño de sangre y una escisión insuperable entre negros y blancos. Y es que desde la perspectiva de estos boers fanáticos la lógica es sencilla: cuanto peor, mejor.

¿Qué tiene que ver todo esto con Ystad (Suecia)?  La novela se desarrolla en paralelo entre Ystad y Ciudad del Cabo, así como otras ciudades sudafricanas, la conexión se llama Victor Mabasha. Éste lleva de cicerone en Suecia a unos de los personajes antológicos de la novela,  Anatoli Konovalenko. Éste es un fósil de la guerra fría que tiene como radiante porvenir afincarse en la Sudáfrica racista.Y es que los extremos se tocan. Del paraíso soviético al jardín sudafricano. Para ello está conectado en Jan Kleyn que es miembro de los servicios secretos de Sudáfrica y principal cabecilla de la conspiración que ha puesto en marcha.


Todos tenemos nuestros secretos. También Jan Kleyn. Se llama Miranda. Es negra. Y la Sudáfrica del apartheid es delito los matrimonios mixtos. Para Jan Kleyn es una pasión que se queda encerrada entre cuatro paredes. No sabe que Miranda lo odia hasta la médula. Esa es la debilidad del apartheid. Los blancos lo toman como sumisión, pero ésta atiza una pasión profunda contra ese sistema que embrutece a los blancos y deja a los negros en las puertas de servicio de cada vivienda de los blancos. Son invisibles en su propio país. La grandeza de N.Mandela fue pedir un gesto de generosidad sin precedentes. Para Mandela Sudáfrica es lo suficientemente grande para que convivan blancos y negros. No hubo revancha como algunos temían, la revolución que se llevo a cabo fue de índole democrática.  El gesto de reconciliación entre Mandela y De Klerk , entre negros y blancos, sello la posibilidad de una transición políticos sin precedentes.

En toda trama siempre aparecen víctimas colaterales y en esta novela no faltas. La primera se llamaba Louise Ǻkerblom. Su asesinato será el punto de partida para que Wallander vaya adentrándose en un mundo cada vez más violento e incomprensible.

A medida que investigan la desaparición de Louise parece que no hay pistas a seguir, pero la casualidad, quiso que accidentalmente fuese encontrada en un pozo con un tiro en la frente. Es evidente que la desafortunada Louise se encontró en el lugar inadecuado y en el momento más inoportuno. El asesino que la mato podía haberse ahorrado el trabajo, pero no quería ningún cabo suelto. Así que decidió por lo seguro, matar. Konovalenko es el artífice de un reguero de muertes, entre ellos a policías, a su pupilo Víctor.
Los planes de Sudáfrica llevan su curso y se espera lo mismo en Suecia, por ello Konovalenko quiere impresionar a Jan Kleyn. Le miente diciendo que todo va bien, pero las cosas se le van de las manos. Víctor no da la talla a pesar de ser un asesino a sueldo. Su muerte supondrá la aparición de un nuevo sustituto Sikosi Tsiki. Suecia es el escenario del entrenamiento para atentar en Sudáfrica. Wallander avanza en sus investigaciones y está llegando a la figura ominosa de Konovalenko.

Wallander descubre la casa franca donde ha huido del  anterior cerco policial. En la persecución Wallander tendrá que sobrevivir a su prueba de fuego. En medio de la niebla y dentro de un campo cercano al mar, tendrá que hacer uso de las armas para poder salvar su vida. Mata al socio de Konovalenko.  Éste ya había preparado diferentes escenarios alternativos para salir airoso, secuestra a la hija de Wallander, Linda. La mujer de Rykoff, Tania, logra que puede escaparse de lo que sabe una muerte segura, pero su acción le costará la muerte a manos de Konovalenko que se ensaña con ella.  Hay persecuciones y carreras y finalmente Konovalenko se estrella con su coche que se incendia y muere abrasado.

El asesino sudafricano logra escapar hacia Sudáfrica, la suerte y la negligencia de la policía logra alcanzar su objetivo. El día previsto está en posición de tiro para acabar con cualquier esperanza entre negros y blancos. Sin embargo, la policía sudafricana logra dar con el asesino desbaratando en el último instante la catástrofe.

En fin, una novela que va más allá de la literatura, pues, su mensaje es de esperanza: la reconciliación es posible. La vida en común es necesaria y puede llevarse a cabo a pesar de una historia que hacía presagiar desastres, la sociedad liderada por políticos que tuvieron el coraje de mirar hacia el futuro y no al pasado pudieron construir los puentes necesarios para pasar de una sociedad basada en el apartheid a otra sociedad democrática donde todos sin excepción son necesarios.

dijous, 15 d’abril del 2010

Cosas que solo pasan en Madrid...


Uno de los deportes nacionales que causa furor en Madrid es la llegada de personalidades a los juzgados. Vale en Cataluña también. La foto es de Baltasar Garzón a raíz de una demanda que jamás debería haberse llevado a trámite.



Las diferentes querellas están haciendo lo que jamás soñaron los terroristas de ETA. Y es que los extremos se tocan. Falange Española– ¡suena tan trasnochado!- con su querella también admitida a trámite por el TS puede culminar con el alejamiento de la carrera judicial, está trabajando para los terroristas etarras. Parece que en Madrid y ese núcleo de poder que se concentra en dicha capital llevan guerras particulares que no interesan a los de la periferia. Pero que desgraciadamente, tienen consecuencias. Los que antes eran encumbrados por los voceros de esos poderes hoy claman al cielo para que bajen a los infiernos. Eso parece que le está sucediendo a Garzón.

Los delitos de prevaricación arts.446 y siguientes del CP, tienen como exigencia del propio TS que el asunto esté determinado por sentencia o resolución firme. Además afirma el propio TS que la injusticia de la resolución sea de modo flagrante y clamoroso, se desborde la vigente legalidad (SSTS 25-3 y 10-7-1995). ¿Todos esos requisitos los cumplen las resoluciones de Garzón? Veremos como el propio TS es coherente o no con sus propias resoluciones.

diumenge, 11 d’abril del 2010

El amigo de Matas


En los últimos días hay imágenes que quedan grabadas en la retina. Y una de ellas, es la aparición “ad nauseam” de un presunto imputado en un caso de corrupción. El asunto se denomina caso Palma Arena. La construcción de un pabellón deportivo que ha costado al Gobierno balear un precio muy superior al inicialmente presupuestado. De los 48 millones iniciales se llegó a las 100 millones. El patrimonio del Sr. Mata también ha experimentado un aumento muy importante. Su caso contrasta con su amigo y colega del partido popular  de Valencia Francisco Camps. Éste como todos nos hemos enterado tiene un patrimonio que se acerca a la pobreza. Por eso tuvo mérito la afirmación de que él se pagaba sus trajes. El Sr. Mata debería dar clases de economía al Sr. Camps para economizar y sacarle rendimiento a los modestísimos sueldos de los que padecen. Francisco Camps cobra 77.988,24 euros.  Seguramente esta cifra es actualmente superior.

No me interesa el caso concreto. Este caso es uno más de una larga lista de casos de corrupción que están salpicando al PP. Me llama la atención la imagen mediática del guarda de seguridad que ha acompañado al Sr. Matas desde las dependencias judiciales al lugar donde había aparcado.







Supongo que es consciente la empresa de seguridad para la que trabaja el anónimo “segurata” de las implicaciones del caso. Deben sentirse satisfecho por la propaganda realizada por los medios. Los medios de comunicación, ese cuarto poder, que convierte todo cuanto toca en espectáculo, la aparición del Sr. Matas y su inseparable acompañante de seguridad. ¿Acaso es necesario ese despliegue? ¿Es algo querido o un imponderable del juzgado?

Esos paseíllos mediáticos son la antesala de los juicios paralelos tan aficionados a los que nos tienen acostumbrados los medios. Dependiendo del color político, los medios se ensañan y lo colocan en las primeras páginas o aparecen en las cabeceras de los diferentes telediarios. ¿Qué pasa cuando se llegue al juicio correspondiente y el ahora presunto imputado sea absuelto de todos los cargos?

Como siempre espero la aparición del segurata en algunos de los programas con vocación de telemaratón ya sea en Antena 3 o Tele5. No puede ser que todo el mérito se lo lleve ese icono de la televisión que se llama B.E. ¡ Por favor den entrada a nuevas caras!

dijous, 8 d’abril del 2010

La pesca de salmón en Yemen

La obra de Paul Torday editada por quinteto/Salamandra es un buen ejemplo de periodismo-literario. La novela tiene una estructura formal novedosa. Se utilizan en ellas fragmentos de diferentes fuentes: emails, fragmentos de diarios personales, entrevistas, correspondencia, interrogatorios, y el resultado es una novela inconclusa. Vale, tiene un final inesperado, pero el resultado no es literatura. Un collage que no acaba de llegar a su masa crítica. Siendo su opera prima, hemos de esperar que el escritor sea capaz de llegar a esa masa crítica, que supone algo más de lo que aquí aparece. 

La obra se centra en una propuesta descabellada, la pesca de salmón en Yemen. ¿Es posible? La respuesta del protagonista Alfred Jones, es inequívoca, no. Pero, cuando diferentes actores se ponen en marcha para conseguir un objetivo, los planes cambian. Del no radical, acaba convirtiéndose en un sí apasionado. A lo largo de la obra, nos enteramos del proceso vital del salmón.



Unos buscan la viabilidad del proyecto y otros buscan notoriedad y publicidad en nombre de las buenas relaciones entre Inglaterra y los países islámicos. Hay un jeque que tiene un sueño, pescar en su tierra en la zona de wadi Aleyn. Tiene medios y una determinación basada en su fe. Los personajes que aparecen son planos, pero hay destellos, entre ellos destaca la extraña pareja del protagonista, y la señora Jones, Mary. Los emails que se envían son sin duda de lo más interesante. No porque se digan cosas profundas, sino por lo que no se dicen. Los demás personajes cumplen su función, especialmente, Peter Maxwell, portavoz del primer ministro. Sus apariciones son un buen cliché de soberbia y manipulación. Si todo va bien, el mérito será nuestro, si se fracasa, nosotros no hemos tenido nada que ver en ello.




Finalizo, no vale la pena leer el libro. Hay muchos libros. Sigo leyendo la serie Wallander de Menkel, que si es literatura y ante la posibilidad de elegir, mejor  Menkel. En la próxima entrega hablaremos de “La leona blanca” de Menkel.

Zarité...........Allende: La Isla bajo el mar


La novela de Isabel Allende, “La isla bajo el mar”, es la historia de Zarité una esclava que con su mirada,  su empeño por sobrevivir  a la adversidad eleva su historia a la condición de un mensaje de esperanza.

La historia se desarrolla en la antigua La Española, cuya denominación por los franceses es Saint-Domingue, y posteriormente Haití. La novela se inicia con una confesión de la propia Zarité sobre lo que ha sido su vida. En su balance escueto afirma: “En mis cuarenta años, yo, Zarité Sedella,  he tenido mejor suerte que otras esclavas” (pág.9).

La historia es también el retrato atroz de la esclavitud. Su inhumana presencia en las virtuosas casas de los terrateniente blancos es un ejemplo de las ideas que destruyen la dignidad humana.  El terrateniente de la historia es Toulouse Valmorain. Llega a la isla en 1770, era joven e ingenuo, sin saber nada del origen de sus riquezas. Su padre lo llama para que se ocupe de su hacienda. La historia va narrando el paisaje de degradación personal y moral de Toulouse.  Zarité entra en la hacienda denominada Saint-Lazare con nueve años. Es esclava de nacimiento y su condición la hace invisible para los blancos.

La historia adquiere perfiles comunes al trato dado por los blancos a los esclavos. No se permitían pensar por un instante lo que se les hacía. Eran una propiedad como los muebles, o los árboles. Se los utilizaba y explotaba sin ningún miramiento ni remordimiento. Tal vez al inicio el joven Valmorain tuviera escrúpulos, pero rápidamente los dejará atrás. Zarité es una sombra que trabaja diligentemente. Valmorian contrae matrimonio con una española Eugenia García del Solar. Zarité será su ayuda de cámara. Sin embargo, Eugenia se adaptará mal al entorno de Saint-Lazare, y lentamente irá perdiendo la cordura. En está situación Toulouse Valmorain buscará desahogo en Zarité.  No importa si la viola, porque para el amo es algo que se hace. Está en su derecho. De esas noches donde el amo penetra a Zarité queda embaraza pero el amo no quiere saber nada y arrancan al bebé de las manos de su madre. Le dicen que lo darán a una familia que pueda acogerla. Los escogidos son el teniente Étienne Relais y Violette Boisier, Zarité había estado al inició al servicio de la bellísima Violette. Ésta era mulata, había conocido a Toulouse anteriormente, pues, ella se dedicaba a dar placer a los que podían permitírselo. Y el teniente había quedado prendado de su bella y vitalidad.


La salud de Eugenia hizo necesario trasladarla a Cuba donde residían anteriormente, junto a su hermano Sancho. Lo cierto es que después de su momentánea recuperación vuelven a la isla. Allí concebirá un hijo. Las esperanzas de Toulouse renacen ante la llegada de su primogénito que permitirá que el apellido Valmorain y sus propiedades pasen a sus descendientes. Lo llamaron Maurice.



La misión de Zarité fue ciudar a Maurice, pues, Eugenia volvía a un estado de melancolía infinita. La isla corría aires de revuelta. Los esclavos intentaban huir a las montañas en busca de la libertad.  Los desgraciados que cogían eran ajusticiados. En Saint-Lazare el lado siniestro lo representaba la figura de Prosper Cambray. El jefe de capataces era la perfecta herramienta para imponer el terror. En Saint-Lazare aparecía un ilustrado el doctor Parmentier. Él era la voz de la conciencia de Valmorain. Sus discusiones acerca de la esclavitud habían removido ligeramente la conciencia Toulouse Valmorian. El médico aprendía del saber de Tante Rose que vivía en la plantación y era hechicera oficial. Su saber de plantas y recetas caseras sorprendían al doctor por su eficacia y simplicidad.

Zarité seguía cumpliendo los deseos de su amo, ciudar a su hijo y calentarle su cama. Las revueltas se suceden. En las montañas se refugian los esclavos huidos que sueñan con la libertad. En las cocinas descubrirá Zarité el verdadero amor, Gambo.  Pero esté quiere la libertad. Zarité queda en cinta de Gambo, de esa unión nacerá Rosette.

El levantamiento de los esclavo lleva a Gambo a las montañas. Zarité piensa en el futuro y su hija. Cuando los esclavos abandonan Saint-Lazare, Zarité toma el mando de la situación y convence a Toulouse de abandonarla antes de que sea demasiado tarde. Hacerle caso, salvará la vida de ellos. En su huida tendrán que salvar los peligros de unos caminos inseguros. Llegan a Le Cap, la batalla parece inminente, los blancos con la ayuda del ejército esperan vencer, pero la unión de los esclavos hace batalla sea sangrienta. Logran huir en el caos hacia uno destino.

El nuevo destino será Luisiana, Nueva Orleans será el nuevo escenario. Sancho había adquirido tierras en nombre de su cuñado. Se proponen reconstruir su hacienda en la nueva tierra prometida. Aparecen nuevos personajes, el más importante es, Hortense Guizot que se casará con Toulouse Valmorian. Y con Hortense en escena, Zarité queda relegada con su condición de esclava. Toulouse había escrito en un papel la libertad de Zarité y su hija. Y Zarité le recuerda su promesa. Maurice y Rosette con sus juegos de niños crean lazos que los conducirán a un exilio forzado. La suerte está echada. El destino ha querido que los dos hermanos de padre se echen en brazos el uno del otro. Maurice sale en busca de fortuna, pero la fortuna no ha acompañado a Rosette que ha caído en las redes de Hortense que hace que la detengan y la encierren bajo una acusación falsa.

Zarité es ahora libre, también ella ha redescubierto el amor con Zacharie. De esa relación nacerá Honoré. Rosette sale de prisión debilitada y destruida, pero aún es capaz de dar a luz a Justin Solar. La da vida, pero ella muere. Zarité ha nacido esclava, pero ahora es libre. Por eso, su vida, a pesar de todos los horrores y humillaciones que ha sufrido, es feliz, por eso baila y acompañada de Erzuli, “vamos juntas galopando a visitar a mis muertos en la isla bajo el mar. Así es.” (pág.511)