dimecres, 1 d’abril del 2020

El Covid-19: Momento para la reflexión


Estem empotrats dins de casa. Hi ha ordres per fer-ho, i com som tots plegats bons ciutadans, qui remei toca, ens quedem a casa. Però hi ha molta gent que casa seva no es ben bé casa seva, perquè estan de lloguer. Tenen un habitatge provisional. La vivenda passa per ser un dret constitucional, però per aquest món en que vivim, no es fonamental. Però com potser això? Viure a casa sense sortir al carrer. Si tens coses a fer, el temps anirà passant, però i si no tens res a fer? Hi ha gent que no sap entretenir-se, llegir, escoltar música, no fer rés de rés, pensar, jugar amb els fills si entens, jugar amb els animals de companyia si tens, deixar el mòbil una estona. Parla amb els de casa.

[Estamos empotrados dentro de casa. Hay órdenes para hacerlo, y como somos todos buenos ciudadanos, que remedio toca, nos quedamos en casa. Pero hay mucha gente que su casa no se bien bien su casa, porque están de alquiler. Tienen una vivienda provisional. La vivienda pasa por ser un derecho constitucional, pero para este mundo en que vivimos, no es fundamental. Pero ¿como tal esto? Vivir en casa sin salir a la calle. Si tienes cosas que hacer, el tiempo irá pasando, pero y si no tienes nada que hacer? Hay gente que no sabe entretenerse, leer, escuchar música, no hacer nada de nada, pensar, jugar con los hijos si tienes, jugar con los animales de compañía si tienes, dejar el móvil un rato. Habla con los de casa.]


Ara tenim temps per nosaltres, i de cop, comença la tasca de pensar amb el que fem o no fem. Pensar el després de tot això. La meva empresa tancarà i amb dirà adéu? Si sóc autònom podré mantenir els clients? Podré sobreviure a aquest desastre? No tothom sortirà de la mateixa manera aquesta crisi. Amb les noticies que ens donen, pensar que no tinc aquest virus, semblarà una sort, tenint en compte el numero de morts que cada vegada es més alt. Pensar la mort. Què difícil es fa de pensar-hi. Sembla que la mort està feta per els altres. Ens creiem invulnerables, però això no és real. La gent mort, cada dia. Ara la mort té la disfressa del Covid-19. Com el trànsit està paralitzat, no hi ha accidents de cotxe. Encara hi ha infarts, o donant males noticies a persones que se li diagnòstica un càncer. La mort es la nostra companya inseparable. Ningú pensa en ella, es clar, però existeix. A partir de una certa edat, comença a fer-se visible. Tots tenim amic o coneguts que moren, i tu, comences a pensar que això també et tocarà. Vivim amb una societat que l’esperança de vida es de les més altes del món, però amb aquesta pandèmia, el avis moren sols i abandonats, com si fossin trastos que van directa cap a l'oblit, destí tots nosaltres.


[Ahora tenemos tiempo para nosotros, y de golpe, comienza la tarea de pensar con lo que hacemos o no hacemos. Pensar el después de todo esto. Mi empresa cerrará y me dirá adiós? Si soy autónomo podré mantener a los clientes? ¿Podré sobrevivir a este desastre? No todo el mundo saldrá de la misma manera esta crisis. Con las noticias que nos dan, pensar que no tengo este virus, parecerá una suerte, teniendo en cuenta el número de muertes que cada vez es más alto. Pensar la muerte. Qué difícil se hace pensarlo. Parece que la muerte está hecha para los demás. Nos creemos invulne-rables, pero esto no es real. La gente muere, cada día. Ahora la muerte tiene el disfraz del Covidien-19. Como el tráfico está paralizado, no hay accidentes de coche. Todavía hay infartos, o dando malas noticias a personas que se le diagnostica un cáncer. La muerte es nuestra compañera inseparable. Nadie piensa en ella, claro, pero existe. A partir de una cierta edad, empieza a hacerse visible. Todos tenemos amigos o conocidos que mueren, y tú, empiezas a pensar que esto también te tocará. Vivimos con una sociedad que la esperanza de vida es de las más altas del mundo, pero con esta pandemia, los mayores mueren solos y abandonados, como si fueran trastos que van derechos el olvido, destino todos nosotros.]

dijous, 26 de març del 2020

El COVID-19: Némesis


El número de fallecidos por el COVID-19 llega a superar la barrera de los 4000. En Italia ya han fallecido 8215. Recordemos que nosotros llevamos una semana de retraso con respecto a lo que ha sucedido en Italia. ¿Habrá cambios significativos para que el número de fallecidos por el COVID-19 sea menor que en Italia? Es posible que sí, si llegan todos los medios. Sin embargo, la UE no es capaz de dar respuesta al desafío más importante de su historia. Habla de unas semanas para plasmar las ayudas sanitarias. China nos envía material médico, pero los test para las prueba del COVID-19, al parecer no son las adecuadas. Como la enfermedad se concentra en los pulmones, son necesarios los respiradores para ayudar a los pacientes a superar la crisis neumológica. Sin embargo, en esas situaciones, si tienes patologías previas, la tasa de supervivencia es del 50%.



En el vídeo de Iñaki Gabilondo de hoy, habla de la pandemia como una cuestión que Eudald Carbonell ha puesto de relieve y no se nos olvida, esto que está pasando, afecta a nuestra especie, no a unos u otros, sino a todos. Esta perspectiva, nos iría bien para comprender la necesidad de una política que vaya más allá de la economía. Necesitamos un cambio de paradigma que engloba a todos los ciudadanos del planeta. Ahora mismo, cada estado trata de hacer lo que puede sin preocuparse demasiado por lo que sucede en los otros. 

La humanidad está expuesta a estas pandemias que probablemente, debido a una multiplicidad de causas, por ejemplo, el cambio climático, hagan florecer pandemias recurrentes entre nosotros. Los expertos – el Imperial College de Londres- nos dicen que será inevitable que para otoño retorne el coranovirus, como consecuencia de que los pacientes que hayan superado la enfermedad, puedan contagiar a aquellos que por las medidas de confinamiento, no hayan sido expuestos al contagio. La situación no sería la misma que ahora, pero los fantasmas volverían a aparecer.

La literatura ha narrado historias que podrían encajar en esta situación de miedo y angustia. La novela de Phillip Roth, Nemesis, puede ser un buen ejemplo. La lectura de esta novela imprescindible, sería una buena ocasión para comprobar que la naturaleza humana es la que es, con sus luces y sombras. 

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Voy a comentar el último libro de Philip Roth “Nèmesi” (ed. La Magrana. Traducció de Xavier Pàmies, Les ales esteses, 305. Barcelona, 2011). Lo primero que hay que decir es que estamos delante de un libro que impresiona. Su historia es una auténtica tragedia. Nos habla de la condición humana, de su vulnerabilidad, de los golpes del destino que tuercen vidas de manera irreparable. Nos habla también de una época que ya no es la nuestra, pero que marcó a toda una generación y por extensión a las generaciones posteriores. Realidad y ficción se dan la mano en una radiografía particular de la América de los años 40.


La novela comienza de forma aparentemente casual: “El primer cas de pòlio d’aquell estiu va ser a primers de juny (...)”[El primer caso de polio de aquel verano fue a primeros de junio]. Nuestro héroe se llama Bucky Cantor. Es profesor de educación física a la escuela primaria de Chancellor Avenue. El escenario del drama es el barrio judío de Weequahic en Newark. Bucky es el responsable de las actividades del barrio. Se cuida que los niñas y niños del barrio tengan un lugar a donde ir. Allí juegan y se divierten bajo la atenta mirada de Cantor. A él le gustaría estar con sus amigos en la Guerra que se está produciendo en Francia. Pero su vista ha frustrado sus intentos de alistarse.


El calor de este mes parece más intenso de lo debido. Es un horno, pero Cantor trata de dosificar los esfuerzos de los chicos y chicas que parecen no tener nunca suficiente para seguir jugando. Hay un momento que marca el inicio del drama. Unos jóvenes que aparecen en el parque donde juegan los niños atrae inmediatamente la atención de Bucky Cantor que se dirige con paso firme hacia los jóvenes que han invadido su territorio. “-Què feu aquí, nois?-va dir en Bucky Cantor. –Venim a portar la pòlio (...) [Qué hacéis aquí, chicos? -Dijo Bucky Cantor. -Venimos a llevar la polio](pàg.19).

En su grupo de “juego” han aparecido dos casos de polio Herbie y Alan. La novela desarrolla la aparición del miedo. Una enfermedad que en esa época no tenía cura. Los niños irán desapareciendo del esplai, muchos padres prefieren que se queden en casa. Bucky Cantor trata de animarlos para que sigan en el esplai. El antídoto para combatir el desánimo es jugar. Bucky tiene a su novia (Marcia) en otro lugar Indian Hill donde también ejerce de monitora.





Cantor vive con su abuela, pues, su madre murió de sobreparto y fue cuidado por sus abuelos. Bucky es un persona que se desvive por sus muchachos/as. Es responsable de su seguridad, pero incluso él, empieza a tener dudas acerca de lo que debería hacerse. Desde el Ayuntamiento no dan indicaciones sobre lo que hay que hacer. Bucky Cantor llama a su novia Marcia en Indian Hill y Marcia le ruega que vaya a las montañas de Pocono donde se encuentra Indian Hill, un lugar alejado de cualquier peligro. Pero Cantor afirma que su lugar es en Weequahic. Siguen apareciendo nuevos casos entre sus pupilos.


Cantor se obliga a ir a casa de los padres que acaban de perder a sus hijos. Es su deber. En la sinagoga hay llantos y alabanzas a Dios, pero Bucky Cantor empieza a pensar que esas aleluyas a Dios no tiene ningún sentido. Se pregunta “ ¿Com podía haver-hi perdó, i encara menys cap al•leluia?” [¿Cómo podía haber perdón, y menos aún ningún aleluya?](pàg.59) La tragedia sigue su curso ahora que le ha tocado el turno a los Kopferman. La madre acusa a Bucky de ser el responsable de la desgracia de sus hijos. En medio de un ambiente opresivo Marcia llama presa de excitación a Bucky para decirle que en Indian Hill acaba de quedar una plaza libre para un monitor como él. Bucky Cantor trata de alejar sus pensamientos caminando sin rumbo fijo, pero acaba frente a la casa de Marcia, los Steinberg. El padre de ella es médico. Cantor quiere preguntarle sobre la enfermedad. La enfermedad sigue contagiando a los muchachos del grupo de juego, ahora eran, Leo, Paul y Arnie Mesnikoff. Éste es el narrador de esta historia. Volveremos a verlo al final de la historia.


Marcia volvió a llamarlo y milagrosamente Bucky Cantor dice que sí. ¡Error! Marcia es atravesada por la felicidad, su Bucky sale de Newart y se alejará de la polio. Pero desgraciadamente la polio vuela como una flecha al paradisíaco lugar de Indian Hill. De Indian Hill al hospital de allí a una silla de ruedas. Bucky también es atrapado por la polio. La última parte de la novela es el diálogo entre Bucky Cantor y Arnie Mesnikoff. En ella hay cabida para un análisis de la condición humana en todas sus vicisitudes, es la parte más sugestiva del libro. Cantor ha sido como el ángel caído que ha caído fulminado por un dios colérico por haberse atrevido a poner en duda la bondad divina.



En las 199 páginas de esta novela de Roth hay un auténtico tratado sobre la condición humana. Vulnerabilidad es una palabra que expresa mejor que cualquier otra lo que somos. Bucky Cantor enseñando a sus discípulos como se tira la jabalina. En la retina de esos niños y niñas estará siempre la imagen de un dios.


dimecres, 25 de març del 2020

El COVID-19: La espiral de muerte sigue imparable




Les dades són aclaparadores amb més morts que a la Xina! Què estem fent malament? Al costat de casa, segueixen construint com si rés. Ningú els hi diu rés. Ara fa molt poca estona, un cotxe de la policia municipal anava dient-nos que no podem sortir de casa. A Madrid, la situació és dramàtica, al igual que a Catalunya. Portem sis dies de retard respecte a Itàlia, i el seu nombre de mort es el doble. Estem amb una espiral que pot arribar a les xifres de Itàlia? Aquesta possibilitat es ben real i dona por pensar-hi. El Govern central pot fer oïdes sordes al que li a reclamat el Govern de la Generalitat, però amb Torra, s’ha aplicat la fal•làcia “ad hominem”, que vol dir, que és negligeix el que diu una cosa, no tant per el que diu, sinó per la persona que ho diu. Tal s’ha val si té raó o no, això és pot argumentar a favor o en contra, buscant raons i contra raons, sinó pel fet –irracional- què ho diu una persona.




[¡Los datos son abrumadores con más muertos que en China! ¿Qué estamos haciendo mal? Al lado de casa, siguen construyendo como si nada. Nadie los ha dicho nada. Hace muy poco tiempo, un coche de la policía municipal iba diciéndonos que no podemos salir de casa. En Madrid, la situación es dramática, al igual que en Cataluña. Llevamos seis días de retraso respecto a Italia, y su número de muerte es el doble. ¿Estamos en una espiral que puede llegar a las cifras de Italia? Esta posibilidad es bien real y da miedo pensarlo. El Gobierno puede hacer oídos sordos a lo que le ha reclamado el Gobierno de la Generalitat, pero con Torra, se ha aplicado la falacia "ad hominen", que quiere decir, que se descuida lo que dice, no tanto por lo que dice, sino por la persona que lo dice. Tanto da si tiene razón o no, esto se puede argumentar a favor o en contra, buscando razones y contra razones, sino por el hecho -irracional- qué lo dice una persona.]

El Govern amb la seva tossuderia ara ho té molt difícil de desdir-se del que ha fet fins ara. Perquè si ara digues que cal un confinament encara més estricta, llavors, no estaria confessant què no volia fer el que indicava Torra ? Hem fet tard per moltes coses. Però la realitat és inexorable. Cal tots el mitjans per els nostres serveis sanitaris, i el sector de la tercera edat que està patint moltíssim el COVID-19. Ara no s’ha de mirar els possibles dèficits fiscals, sinó protegir a la població. 


El pulmón derecho afectado por el COVID-19 


[El Gobierno con su terquedad ahora lo tiene muy difícil de desdecirse de lo que ha hecho hasta ahora. Porque si ahora dice que es necesario un confinamiento, aún más estricta, entonces, ¿no estaría confesando que no quería hacer lo que la indicaba Torra? Hemos hecho tarde para muchas cosas. Pero la realidad es inexorable. Es necesario todos los medios para nuestros servicios sanitarios, y el sector de la tercera edad que está sufriendo muchísimo con el Covidien-19. Ahora no hay que mirar los posibles déficits fiscales, sino proteger a la población.]


dimarts, 24 de març del 2020

COVID-19: Resistir al tiempo



   



 “El simple sentir del tiempo es ya infernal. El número lo reduce, lo racionaliza. Cuando estamos presos del sentir del tiempo, contar es una actividad aplacatoria, una especie de rito. El horror del tiempo se aplaca primeramente por la monotonía. (…)


                                          


(…) La monotonía, el primero de los caminos abiertos a través del tiempo, al que corresponde la monodia [Canto a una sola voz, RAE] del canto primitivo griego y de la liturgia (…)* “(pág.108-9)


                                        



Nota: 

María Zambrano, El hombre y lo divino, LB, Alianza Editorial, Madrid, 2020