La democracia está en peligro en Grecia. Las elecciones que se celebran hoy, es sobre ¿hasta qué límites es posible dejar la soberanía nacional en manos de los mercados? Europa prefiere a Siria que a Grecia, si no hacen lo que exigen desde los mercados difusos. Siria sigue su camino hacia el desastre, pero lo “enviados” de los Organismos Internacionales, “ven” signos “esperanza-dores” que la situación mejore. O sea, dejar que las cosas se pudran. Pero en el caso griego, la situación es “extremadamente” explosiva.
El cinismo de los mercados y la UE –dixit: Merkel- apelan al miedo en las elecciones griegas. Se da oxigeno a los partidos que hasta ahora han llevado al desastre griego, pero se mira con temor a un nuevo partido que dice que si ganan ellos, quieren renegociar los acuerdos anteriores. Syriza es la nueva bestia para Merkel, porque si se saliera con la suya, su poder quedaría volatizado. Incluso ese titán llamado Rajoy, sería capaz de cualquier cosa. Democracia contra recortes sociales, he ahí la disyuntiva, que en pleno siglo XXI se tenga que plantear estas cuestiones dice mucho del vaciamiento de la democracia.
