Reseña: Jack McDevitt. El Texto de Hércules.
La novela se resume en el anverso del libro. Su capacidad de síntesis es impresionante. La obra es un ejercicio de “y...sí...”, dónde se descubre una transmisión de otro mundo. ¿Qué sucedería ante tamaña eventualidad? La obra trata a los protagonistas con perfiles propios, algunos muy notables. Trata de explicar las dificultades ante un mensaje de otra civilización. Las consecuencias que implicarían para nuestras sociedades. En el caso de la novela, la realidad está en exceso apegada al tiempo histórico del novelista. La guerra fría sigues su curso. La Unión soviética sigue su lucha contra EEUU, la guerra siempre está al otro lado de la esquina. Los científicos se encuentran ante mensajes que muy lentamente van despertando inquietud.
¿Estamos preparados para aceptar la existencia de una civilización lejana, que con toda seguridad no conoceremos? ¿Qué significaría para la humanidad como especie? ¿Qué cambios o mutaciones supondría la idea de que no estamos solos? ¿Nos uniría como especie o nos instalaríamos en la paranoia y la irracionalidad? ¿Cómo abordar lo que se desconoce?
La novela plantea todas estas cuestiones. Los personajes de la novela transitan diferentes estados de ánimo. Una característica de los científicos es su ansia de saber. Hay que preguntarse, ¿hay límites en el conocimiento, incluso aquello que se desconoce? Los personajes proyectan sus particulares demonios, en los mensajes extraterrestres, denominado “El texto de Hércules”, pues, es de esa constelación han salido los mensajes.
Una novela que se deja leer con interés, donde se alternan las elucubraciones de los diferentes científicos, astrónomos, físicos, biólogos, psicólogos y burócratas, y por supuesto el gobierno y su Presidente. Todos juegan sus papeles en esta historia muy verosímil. Hay un error técnico muy llamativo, pero no estamos delante de una obra de ciencia ficción hard, aquí lo que interesa son las consecuencias que acarrearía en las sociedades humanas la existencia de una civilización extraterrestre y sus mensajes. Es una obviedad decir a estas alturas, que los mensajes pasan por filtros muy sesgados y restrictivos. Aquí la máxima de Bacon se hace carne: saber es poder. Quien ha recibido el mensaje a través de Skynet son los norteamericanos, y ellos quieren tener la exclusiva.
Interesante es la relación entre los mensajes alienígenas y el papel de la Iglesia en esta eventualidad. Entre los textos de Hércules, se puede leer el siguiente mensaje:
“Hablo con las generaciones
De aquellos cuyos huesos descansan en túmulos.
Ni ellos ni yo conocemos el descanso.” (pág.279)
“He atravesado la fuerza que mueve la flor del mundo,
y conozco el pulso de las galaxias.” (pág.280)
“He tocado la cadena viviente.
He conocido las tempestades que encierra el protón.
Hablo con los muertos y,
Casi, conozco al Diseñador” (pág.280)
Estos mensajes crípticos y poéticos son un desafío para la traductora. Intuye que los extraterrestres no están muy interesados en la tecnología en sí, sino que están inmersos en cuestiones filosóficas. La Iglesia se siente confundida. Cuestiones teológicas, ¿por qué, si Jesús murió por nosotros, ese nosotros excluye a los extraterrestres? ¿Temen que la fe sufra ante esos hijos de Dios o son del demonio?
¿Qué podríamos hacer ante semejante reto? Los personajes de la novela, no los cito, pues, la lectura irá revelando el papel de cada cual, tienen sus propios criterios y como en toda relación humana, hay opiniones para todos los gustos. ¿Sería sensato explicar la verdad de las transmisiones? ¿Qué sucedería si existe un procedimiento para eliminar de un plumazo los combustibles fósiles? ¿Cómo repercutiría en la industria? En la economía global y los países que se verían afectados. ¿Aceptaría alegremente dejar de extraer petróleo? Y en el orden médico, si se pudiera prolongar la vida más allá de lo inimaginable. ¿Sería una bendición o una maldición? ¿Se aplicaría a todos o solo a los de siempre?
La aparición de los extraterrestre no deja de ser un recurso a la necesidad del Gran Hermano. Un gobernante benigno e inteligente que nos dirige por el lado bueno. McDevitt, en su obra, no entra en estas cuestiones, solo las apunta, y su mensaje es muy cauto. La pregunta clave sigue en pie: ¿tú cómo reaccionarias?
*Jack McDevitt. Trad. Paula Tizzano. “El Texto de Hércules”(1986), col.Nova 26, Ediciones B, Barcelona, 1991.
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