La Guerra de Troya es un intento por parte de Eric H.Cline*, un reputado historiador de la Antigüedad, por aclarar el misterio sobre La Guerra de Troya. ¿Existió tal guerra narrada por Homero?
Utilizando todos los elementos a su alcance, es decir, datos literarios, arqueológicos, documentos, trata de poner luz a una cuestión asombrosamente discutida. ¿Fue Homero corresponsal de guerra en Troya? La respuesta es ambigua.
Las fuentes literarias hay que buscarlas en el Ciclo troyano: Este ciclo está compuesto por La Cipria (s.VI a.C.), La Ilíada (Homero), La Etiópida (Arctinio de Mileto, s.VIII a.C.), comienza donde termina la Ilíada (s.VIII a.C.), la Pequeña Ilíada (Lesques de Mililene, s.VII a.C.), La Iliupersis o Saqueo de Troya, (Arctino de Mileto s.VIII a.C.), Los Nostoi o Regresos (Argias de Trezén, s.VII o VI a.C.), La Odisea (Homero) y La Telegonía (Eugamón de Cirene, sVI.aC.).
Excepto la Ilíada y la Odisea, el resto del Ciclo troyano, sólo nos quedan algunos resúmenes y noticias de tales obras. En ellas se llena el hueco que dejan las narraciones de Homero. En el libro reseñado, se nos da cumplida noticia de este Ciclo así como un resumen de ellos.
Unos de los historiadores más
interesantes sobre la Antigüedad, M.I.Finley, es muy crítico con respecto a la
historicidad de la Guerra de Troya. Piensa que utilizar a Homero como
corresponsal de Guerra en Troya, no es una buena idea. Las dificultades para
adentrarnos en el mundo antiguo, en concreto en la Edad del Bronce Tardío, son
extraordinariamente complejas y difíciles de extraer conclusiones. El libro de
Cline, presenta un buen surtido de pruebas arqueológicas y textuales, pero se
cuida mucho de decir la última palabra. Como no se trata de hacer de spoiler [destripar],
lo mejor es su lectura. En ella nos encontraremos con el héroe de la
arqueología troyana, el ínclito Schliemann, una especie de Indiana Jones, sin
muchos miramientos y un ego enorme.
He aquí un fragmento del texto
de Cline donde todos los elementos han de ser tomados con precauciones
infinitas:
1.- Wilusa es problablemente [la cursiva es mía] (W)ilión
(Troya)
2.- Alaksandu, rey de Wilusa, podría [idem] ser Alejandro/Paria de (W)ilión/Troya .
3.- Walmu, rey de Wilusa, es depuesto por fuerzas enemigas a finales del siglo XIII a.C.
4.- Ahhiyawa es/son probablemente [idem] los micénicos de Grecia continental.
5.- Troya VIh fue destruida, pero probablemente [idem]por un terremoto, y no por humanos.
6.- Troya VIIa fue destruida por humanos, durante una guerra. (pág.154)
Dice M.I.Finley, “Siempre
volvemos a lo del genio de la Ilíada
y la Odisea. Pero ya no leemos la Eneida o el Rey Lear como relatos verdaderos, cual en un tiempo se hizo. Cierto
que no tratamos de escribir historia medieval francesa basándonos en la Chanson de Roland, o historia medieval
alemana a partir del Nibelungenlied.
¿Por qué habríamos de hacer una excepción con la Guerra de Troya que no relata
Homero**? (pág.53-54). Cline finaliza su texto con las siguientes palabras: “(…),
Troya y la Guerra de Troya están justo donde deberían estar, en el noroeste de
Anatolia, y firmemente instaladas en el mundo de la Edad de Bronce Reciente,
tal como sabemos por la arqueología y las fuentes hititas, además de las
pruebas literarias griegas procedentes tanto de Homero como del Ciclo troyano" (pág.161). Así que la cuestión troyana, no parece que pueda dársele carpetazo
de momento. Cline parece creer que la Ilíada y la Odisea pueden ser un
instrumento –no el único- para rastrear la historicidad de la Guerra de Troya.
Bibliografía:
*Eric H.Cline, La Guerra de Troya,
LB, Alianza editorial, Madrid, 2014.
** M.I.Finley, Aspectos de la
antigüedad. Col. Ariel Quincenal, ed.Ariel, Barcelona, 1975
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